Mi novio Izuku [Adoptada]

IV

"El amor es algo único que si lo tiras siempre puedes ir a recogerlo, no importa lo lejos que
esté".

–En el hospital–

Izuku se encontraba descansando, tenía que esperar hasta que todos sus huesos se recuperan, se sentía cansado y desilusionado, él más que nadie de todos sus compañeros ansiaba
convertirse en un gran héroe junto a todos.

—(¿Qué hora es? ¿cómo estarán el resto? ¿que sucedió?) –no paraba de hacerse preguntas–.

El chico levantó un poco la vista para poder ver un reloj circular colgado en la pared, este marcaba que eran las 17:04h.

—Ya... es tarde... –dijo con aburrimiento–.

Habían pasado ya tres días desde el incidente. Unos numerosos pasos inundaban los pasillos hasta que de un momento a otro de detuvieron,
el pecoso escuchó cómo llamaban a la puerta para más tarde ver cómo entraban todas sus compañeras y sus dos amigos.

—Hola Izuku-kun, ¿cómo has estado? ¿ya te sientes bien? –preguntó sin perder momento alguno estando preocupada por el estado del chico–.

—H... Hola Todoroki-chan, he estado bien, un poco aburrido pero bien jajaja, ¿cómo se encuentran ustedes? –dijo con una sonrisa–.

Todos veían esa sonrisa, parecía no haber cambiado pero algo ya no era lo mismo.

—(Será mejor que luego me quede a hablar un poco con él) –pensó la bicolor tras ver esa sonrisa–.

El tiempo pasó, pasaron una hora con el peli verde, haciéndole compañía y contando todo lo que había pasado hasta el momento.

Todos se fueron a excepción de Shouko Todoroki y Momo Yaoyorozu.

—Bueno, creo que me tengo que ir –dijo intentando parecer normal y no perder la calma, se encontraba nerviosa y ansiosa por preguntarle a Deku si estaba enamorado de ella–.

—Nos vemos Momo-san –despidió a su amiga con la mano– nos vemos en la residencia.

Todoroki decidió quedarse un poco más de tiempo, estaba sentada a la par de la cama donde se situaba Izuku, lo veía dormir, no se cansaba de aquello, por la parte de la azabache, esta se había marchado pero algo se le había olvidado en aquel cuarto, se dispuso a volver pero no se esperó encontrarse con tal escena.

—Izuku... yo te amo... –susurró acercando sus labios a los del ojos esmeralda–.

La bicolor tenía agarrada la mano del chico entrelazando los dedos, dió un pequeño beso sin lengua para después apartarse lo más rápido posible estando avergonzada por el acto que acababa de hacer, miró hacia la puerta para asegurarse de que nadie la había visto.

—(¡Lo... hice...!) –se dijo así misma muy contenta por esto, sus mejillas sonrojadas y sus manos cubriendo sus ojos la hacían ver adorable–.