Tus manos en mi corazón, o viceversa.

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De entre los problemas más comunes,
de entre las respuestas más ocultas,
ellos seguían preguntándome por el corazón.
Y yo no lo sabía.
Porque mi corazón no estaba roto.
Nunca lo había estado.
Mi corazón lo tenía él.

Teniendo en cuenta que te fuiste (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora