La noche caía nuevamente, oscura y fría. El viento titilaba mi ventana, y mis pensamientos se sumergían en él... El lobo.
Mi inquietud y curiosidad me dominan haciendo que mi cuerpo se mueva con inercia hacia esa ventana para verlo, es la hora, es el momento.
Camino a pasos torpes, acercándome, el frío se aproxima con leve delicadeza y mis manos se apoyan en aquella ventana de madera fría y desgastada. Mis ojos son conscientes en su búsqueda llegando a reconocer su figura oscura. Las calles están solas y solo se oyen los murmullos de la noche y algún ladrido abandonado en ella. Al verlo, mi corazón se desboca sin piedad, sus ojos se posan en mí... Me ha visto, sorprendida, me estabilizo.
Es oscuro, misterioso y sigiloso. Es El Lobo...
Sus ojos brillantes llegan a iluminar la oscuridad, sintiéndose celosa de eso. Enfundado de un color negro de pies a cabeza, con eso, dejando notar aquella rosa roja carmesí en su mano derecha. Cuyo objeto es indispensable cada noche.
Mi vista se escapa de la de él, me da la espalda y sus pasos se vuelven rápidos. Mi cuerpo reacciona. Tengo que ver, no tengo que dejar ir esta oportunidad.
Camino hacia mi ropero viejo y sujeto en mis manos un abrigo verde, lo enfundo en mi cuerpo sintiendo el frío tornarse calor. Respiro con pesadez, esto es una locura, pero necesito de esto. La morbosidad ha atrapado este cuerpo.
Mis pies son torpes, me muevo con rapidez para salir de estas cuatro paredes. Al llegar a la puerta vislumbro a ese gato negro que se niega a abandonar mi hogar, sus ojos me hacen recordar a El Lobo, ante eso, salgo corriendo de ese lugar. El frío trata de colarse por mi abrigo al cruzar las puertas de aquel edificio gris deteriorado, sigo el camino que él tomó, sé que me espera en algún lugar. Siempre lo hace.
Veo su figura a lo lejos, su cuerpo descansa en una pared, su cabeza se encuentra agacha. Suelto una bocanada de aire. Tengo que hacerlo, pienso de sobre manera.
Camino hasta el lugar donde él se encuentra, su vista me atrapa, me dedica una sonrisa sardónica. Mi cuerpo se estremece, pauso mis pasos. Él se queda inerte mirándome, se estabiliza alejándose de la pared, arrastra su sonrisa dándome de nuevo la espalda para encaminarse de nuevo hacia esa calle fría y tenebrosa.
Mi mente reacciona y lo sigue, se mueve al ritmo lento de sus pasos, no me mira, no habla. Mis ojos visualizan mis alrededores, poco transitado, donde puede vagar un alma en pena sin ningún problema, los gatos y ratas de calle hacen alboroto y bullicio en los rincones, la brisa sopla más fuerte de lo normal... Perfecta noche para esta morbosidad.
Observo su figura, sus hombros anchos y altura temeraria, cabello castaño alborotado por la brisa, dichosa ella que puede sentir su cabello y acariciarlo a su merced.
Su cuerpo se detiene, mi cuerpo tiembla imitándolo. Él sujeta la rosa hacia un lado, dándome la oportunidad de verla... Es la señal.
Camino con rapidez ocultándome en un callejón abandonado, con mi vista hacia él, lugar contrario donde el amará la noche.
Él se acerca hacia un auto envejecido apoyándose de él, con sus largas piernas estiradas. Saca un cigarro para proceder a encenderlo y quemar esa colilla, lo acerca a sus labios cerrando sus ojos, sintiendo su sabor. Toma una larga calada de aquel cigarro, lo aparta y levantando la barbilla hacia el cielo oscuro temible, suelta el humo, esparciéndose con la brisa; denso y blanco.
Repentinamente, se comienzan a oír voces desconocidas. La ansiedad de observar su origen me invade.
Me acerco un poco más. Es una pareja, la mujer de cabellos rubios dorados con un abrigo rojo brillante ilumina la noche. Sus labios se precipitan con los de aquel hombre, se ve mucho mayor que ella, se alejan y él se introduce en un carro, alejándose con rapidez de ese lugar. Mi corazón se acelera.
La mujer camina hacia el auto donde se encuentra apoyado El Lobo. Ella se detiene al frente de él, asustada por su mirada, trata de huir pero él la sostiene con fuerza... No tiene escapatoria.
Suelto una bocanada de aire dejando escapar el aire que se torna denso por el frío calador. Ella trata de gritar ayuda, es imposible. Él le tapa la boca y la apoya contra él. Un estremecimiento acompaña mi cuerpo con un sentimiento de frustración que se convierte en unos celos mórbidos, ¿Por qué?
Él la levanta llevándola hacia el callejón, veo cómo ella patalea sin resultado alguno. Mi cuerpo reacciona, aproximándose con rapidez, sujeta a un temor de dirigirme hacia ese sitio oscuro.
Mis piernas se detienen en la entrada de ese callejón, mis pupilas se dilatan y mis labios se secan con notoriedad. Corazón palpitante, manos temblorosas y respiración acelerada. Mi cuerpo está domado por la morbosidad.
Su cuchillo brillante y expectante a introducirse en la piel de su víctima. Voltea al sentir mi presencia, una sonrisa fría aparece en sus comisuras haciendo que mi cuerpo se estremezca... Quiere que vea. Me produce un especie de sentimiento que él me de permiso.
La mano del Lobo adornada por aquel cuchillo baja con velocidad penetrando con fuerza aquel estomago delicado. Sangre, el color carmesí se hace evidente y excitante.
Los ojos de la Rubia se inundan de lágrimas y el rostro del Lobo se encuentra salpicado de gotas rojo frenesí. Su cuchillo se proporciona varias veces en aquel estomago mientras la víctima se retuerce de dolor sintiendo la cercanía de la muerte, oscuridad notoria.
Se inmoviliza su cuerpo y él se levanta con satisfacción... Lo ha hecho de nuevo.
Su cuerpo se queda expectante ante mí, su vista me busca y al verme, su sonrisa no cambia. Sádico exquisito.
Se acerca a mí, mientras limpia su arma homicida en la tela de sus pantalones, está cubierto de sangre. Aproxima sus manos ensangrentadas hacia mi rostro, me quedo inmóvil, seria pecado alejarme, no querer, es el sentimiento que me doma.
Me acaricia delicadamente el rostro dejando rastro espeso de aquella sangre. Introduce su mano en el abrigo sacando aquella rosa, la observa, acercándola a mis labios. Yo beso aquella rosa tal y como me ofrece a hacerlo cada noche. Seguido, la aprieta en sus labios, aproximando la a sus manos ensangrentadas para bañarla de sangre.
La lanza hacia la víctima yacida en el suelo, sin vida. Mi vista observa aquella escena hermosa creada por él, es su arte.
Me sujeta de la mano, y me obliga a caminar con rapidez para alejarnos de aquel lugar donde la noche oscura y El Lobo, han tomado otra víctima.
Mi cuerpo es golpeado por la brisa helada, mi mano es calentada por la de él. Admiro su rostro sonriente, El Lobo es feliz.
Al llegar al edificio gris, nos adentramos en él, cruzamos la puerta de madera de aquel departamento de cuatro paredes. El gato expectante ante nosotros, mira con desdén. Él cierra la puerta detrás de nosotros, mi cuerpo se estremece. Él suelta mi mano y camina posándose al frente de mí, su figura es potente. Sus ojos brillantes penetran los míos, que raros y exquisitos ojos, grises noche.
Sus manos se posan con rapidez acunando mi rostro, sus manos embadurnadas de sangre levemente fresca, acarician mis mejillas. Mi cuerpo se deja llevar, los labios de él atrapan los míos sin piedad, sin la piedad que no tuvo de aquella chica rubia.
Nuestros labios se mueven con rapidez y desespero. La ropa sobra, la distancia sobra, nuestro pecado exquisito nos rodea.
Sus manos recorren mi cuerpo, sensaciones hacen vibrar mi cuerpo, estoy manchada de sangre inocente y no me importa. Sus labios juegan con mi piel, soy suya. Quiero esta morbosidad.
Me mira a los ojos para sentir nuestro placer.
–Mi espectadora– sale de su boca como un murmuro.
Nos sumimos en placer estremecedor, como cada noche después de que una víctima es cobrada por El Lobo.
Rodeada de sabanas, mi vista lo busca. Su cuerpo envuelto en fundas negras nuevamente, sus ojos brillan junto a su sonrisa sardónica que aparece para dejarme con esa acción grabada en mi mente de manera sádica, seguido, de manera súbita, salta por la ventana... Desapareciendo de nuevo.
Otra noche será cobrada y poseída por él, seré su espectadora, su pecadora queriendo esta morbosidad... Mi Lobo de la Rosa
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El Lobo de la Rosa || One Shot || ©
Historia CortaElla desarrolló una catarsis de amor hacia su lado morboso. ||Historia corta|| (Primera portada hecha por por: @ShangriLi *^*) Todos los derechos reservados. Registrada en Safe Creative Código: 1503013356571