De vuelta

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Mi nombre es Viktor Volkov, fui comisario en Los Santos, también fui parte del CNI, fui uno de los mejores agentes, me centraba en mi trabajo, era en lo único que me centraba hasta que conocí a Horacio Perez, un chico de cresta roja, o azul, depende del día pues se tintaba, un chico peculiar, vosotros lo queríais mucho, y yo... confieso que también, aunque sea tarde, lo quería y me di cuenta demasiado tarde.

Cuando salí del coma me volví a encontrar con Horacio, me habían contado que él fue quien me salvó a pesar de que tuvo que enfrentarse a su hermano se lo agradecí, ¿pero porque así, porque se lo agradecí así?

"Grasias Horasio"

Fue lo único que dije podría haberle abrazado, podría haberle sonreído, algo.

Tiempo después cuando volví al CNI con Michelle, Conway y Horacio,todo era tenso, todo era incómodo entre él y yo, él me evitaba, se disculpaba si me rozaba al pasar, agachaba su cabeza y no lograba ver aquella sonrisa que me indicaba que estaba con el héroe de la ciudad, siempre vestía de negro, dentro y fuera del CNI, casi no se acercaba a mí.

Cuando decidí que era el momento de preguntarle me enteré por Conway que Horacio estaba secuestrado, en ese instante el corazón me dio un vuelco, llegamos a la ubicación y allí estaba, Horacio atado a una silla junto a su hermano quien le apuntaba con una pistola en la cabeza.

"Gustabin no hagas eso, es tu hermano, no quieres matar a tu hermano ¿no?"

Conway por todo los medios intento que Gustabo o más bien Pogo, no matara a Horacio, pero fue en vano, pero lo que me hizo darme cuenta de que siempre quise a Horacio fue...

"¿Tus últimas palabras Horacio?"

"Papá te quiero, Volkov... te amo, te amo y siempre te amaré, recuerdalo, siempre estaré a tu lado, cuidándote"

Acto seguido una bala penetró su cabeza dejando en shock a Conway y a mí.

Desde ese día nunca dejé de ir al cementerio a ponerle unas flores a Horacio, nunca falté a su tumba para contarle mi vida, cada noche antes de dormir, miraba a la nada como si el estuviera ahí y hablaba de como me sentía, todo porque no pude decirle que también lo amaba, y porque nunca pude despedirme correctamente de él.

También tuvimos noticias de Pogo, se había pegado un tiro, probablemente llego a un extremo de locura que lo hizo hacer eso, también acto seguido, unos pocos meses después murió Conway, no de viejo, si no de depresión, había perdido todo en esta vida, a sus hijos, a su mujer, a sus niños Horacio y Gustabo, se echaba la culpa y un día decidió pegarse un tiro, de tantas  veces que nunca lo lograba pensaba que no tenía sentido, pero por alguna razón, si pudo morir por fin, como siempre quiso.

Después de la muerte de Conway no supe nada de Michelle, desapareció completamente sin rastro, me quedé solo en Los Santos.

Así que un día decidí irme, estaba solo y no tenía a nadie, así que me fui a Marbella, una ciudad de locos como diría Horacio, una ciudad llena de personas... peculiares, tan peculiares que me metí en un atraco a una joyería nada más llegar, se sentía bien, como cuando hacíamos simulaciones con Conway, sentía la adrenalina correr por mis venas a cada bala que disparaba, pero finalmente fuimos atrapados, me curaron y me encerraron en una celda en comisaría, y aquí estoy, cumpliendo condena por robar una joyería.

Nunca supe lo que era estar entre rejas y nada más llegará esta ciudad me encuentro entre ellas, parece que la gente de aquí es muy liante, ni si quiera se la razón por la cual robe esa joyería.

¿Quien eres? // Marbella Vice [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora