Capitulo 18 Quemados

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Las hojas secas crujían bajo mis pies a cada paso que daba, pequeñas chispas rojas flotaban a mi alrededor, iluminando mi camino por la oscuridad, mi rostro se encontraba cubierto por la capucha dejándome ver poco pero no era necesario tener que ver ya que podía sentir la presencia de alguien más siguiéndome desde hace un buen rato, finalmente detuve mi andar y decidí hablar

- ¿hasta cuándo planeas seguirme Andreas?

- Lo mismo me preguntaba yo, me hiciste esperar mucho tiempo Ariana - gire mi cuerpo para poder hacerle frente y me encontré con una mirada triste, que, aunque me dolió un poco tuve que permanecer firme

- Después de haberme decepcionado tanto ¿Qué esperabas? Nunca te creí capaz de asesinar a inocentes Andreas, yo te enseñé muy bien sobre el valor de la vida

- No puedes juzgarme, después de perderte, lo único que quería era vengar tu muerte y acabar con esos demonios

- No, Andreas yo nunca quise eso, esos demonios como tú le llamas solían ser soldados al igual que tu o Silva, a pesar de ser lo que son, muy en el fondo siguen siendo criaturas con un alma atormentada

- Sigues pensando así a pesar de que por ellos perdiste a la persona que más amabas

- No metas a Neo en esto, al menos ten un poco de respeto por tu maestro, tu hubieras hecho lo mismo por Samara o Silva

- Tienes razón y si hubiese podido lo habría hecho por ti también, hubiera dado mi vida por protegerte

- Pero no lo hiciste por que tenías que proteger a los tuyos y me alegro que así fuera, sería muy doloroso para mi haberte perdido también

- ¿aun sientes cariño por mí? - la mirada de Andreas era como la de aquel mismo niño pequeño que solía visitarme y jugar conmigo a las escondidillas

- Por supuesto que sí, nunca deje de sentir cariño por ti, pero debes entender que tus acciones me duelen y me hacen sentirme dolida, en especial lo que sucedió entre Silva y tu, ambos son muy importantes para mi

- Yo creo que Silva nunca te miro de la manera que tú lo haces y lo sabes, pero tu nunca tuviste ojos para nadie que no fuera nuestro maestro, dejando eso de lado ¿Cómo es que aun estas viva?

- En realidad, he vuelto a renacer para ser más exactos, perecí junto con mi pueblo y junto con mi amor, mi guardián de turno fue el que se hizo cargo de mi durante dieciséis años que duro mi letargo, si estoy aquí es porque debo proteger el poder que anteriormente fue de Vesta y para intentar restaurar el ciclo que se rompió después de que morí

- ¿es por esa chica entonces?

- Lo es, ella es muy preciada para mi ahora pero no por lo que se pensaría si no por el ser que es, es la persona misma quien se ha ganado mi apreció y no permitiré que nada ni nadie la lastime, si aún conservas algo de aquel niño que tanto quise y que me quiso tanto me ayudaras - Andreas permaneció en silencio y al final solo bajo la cabeza, sus acciones me dolían pero ya no podía esperar así que sin decir nada desaparecí dejándolo solo.

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- Hola mama, hola papa - saludo Bloom con entusiasmo a la pantalla de su teléfono mientras yo me encontraba a su lado sosteniendo el libro que tanto me encantaba

- Hola cariño ¿Qué tal todo por allá? - respondió la voz femenina del otro lado de la pantalla

- Bien mama, hay alguien que quiero presentarles - Bloom me miro de reojo algo nerviosa, pero yo estire mi mano para tomar la suya y darle calma - mama, papa ella es Venus mi hermana, recuerdan que ya les había mencionado algo - Bloom enfoco mejor la pantalla para que ambas pudiéramos ser visibles desde el otro lado y con una sonrisa mire a las personas que habían cuidado de mi querida hermana

La Ninfa del Fuego (Sky) Saga WinxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora