‡Capítulo Ⅹ‡

76 14 0
                                    


-Entonces… ¿todo fue un sueño? –Pregunté al vacío aún con los ojos cerrados, no me podía creer que todo había sido producto de mi imaginación.

- ¿Ya terminaste? –Dijo un segundo en la habitación que me hizo abrir los ojos y notar que no estaba en mi departamento, sino con Jimin, en su cama, en su habitación y en su casa. –Llevas una hora haciendo caras raras, pensé que nunca despertarías.

Aún estaba confundida, incluso pensaba que todavía me encontraba dormida. Cerré los ojos tratando de hallarme, o de despertar si era que aún dormía, pero al notar que Jimin no tenía camisa y solo portaba unos jeans, mis mejillas quemaron y se pintaron de un color carmesí, llamando la atención del ya nombrado.

- ¿Y ahora qué? –Preguntó. –Pareces un tomate. –Se acercó hasta la cama sentándose a mi lado. –¿No me digas que ahora te da vergüenza que esté de esta forma?

-Ji…Jimin, ¿tú y yo…ayer…? –Cuestioné mirando al suelo.

-Sí. Te quité tu pureza ayer. –Sonrió.

- ¿Y lo dices así, como si nada? –Le miré. –Ayer te entregué algo que cuidaba desde hace 22 años, simplemente soy una inútil.

-Hey, no digas eso ¿sí? –Dijo. –Te prometo que sabré apreciarlo, sólo que a mi manera. –Sonrió. –Ahora, ¿qué querías hablar conmigo? –Interrogó y le dediqué una mirada asesina.

- ¡¿Ahora vienes a preguntar?! –Dije casi gritando lanzándole almohadas al chico en la habitación. –¡¿Después de todo lo que me hiciste?! ¡¿Después de estar semanas desaparecido?! ¡¿Ah?! –Grité.

-Calma fiera. Ya te dije que estaba muy ocupado, no tenía tiempo de llamar ni nada parecido. –Dijo esquivando cada almohada que le tiraba. –Y respecto a lo demás, no te he hecho nada.

- ¡Te llevaste mi virginidad maldito! –Grité lanzando una almohada que le cayó directo en la cara.

- ¿Llevar? ¿Llevar a dónde? Solamente seguí tus órdenes muñeca, cosa que no hago muy seguido, por cierto. –Dijo riendo.

-Te odio Park Jimin.

-Ayer no decías lo mismo. –Sonrió de lado.

- ¡Ya basta! Parecemos dos niños pequeños hablando estupideces.

-Tienes razón. –Me miró.

-Lo que quería decirte era…gracias. –Rompí el pequeño silencio.

- ¿Gracias por? –Preguntó.

-Gracias por sacar a mi padre de aquel infierno. –Agradecí. –Él es mi vida y…no ha pasado un día que no piense en su estancia en aquel lugar… De verdad muchas gracias. –Lo miré.

-Sólo quería verte sonreír, como ahora. –Se acercó a mí.

Le miré fijamente a los ojos, escondían algo que lo entristecía profundamente, podía sentirlo.

-Escucha Jimin, sé que haces todo esto sólo para agregarme a tu extensa lista de mujeres. –Comencé a hablar, pero su voz un poco enojada me detuvo.

- ¡No me jodas ____! –Gritó separándose de mí. –Todos aquí sabemos que no soy un maldito santo, nadie lo es. –Dijo serio susurrando la última frase. –No puedo cambiarme, es mi manera de ser, así aprendí a vivir después de… -Suspiró. -____, quiero que seas mi chica, despiertas en mí algo que no puedo explicar. Sé que no es una buena propuesta, pero… déjame mostrarte el lado oscuro de mi mundo. –Tentada, así me encontraba, el simple hecho de verlo levemente enojado y la manzana de Adán subir y bajar una y otra vez con sus palabras me hacía perder la respiración por momentos. –Por favor.

-Jimin…. –Mordí mi labio insegura, no sabía mucho del chico en frente de mí y mucho menos de lo que significaba ponerme de su lado maligno, pero de algo estaba segura, quería y deseaba ser yo la chica que acompañara sus locuras. –Está bien…

- ¿Estás segura? –Cuestionó con la mirada en mi dirección.

- ¿Me suplicas y después me preguntas si quiero? –Reí con acrimonia. –No sé si quiero Jimin, todo esto es nuevo para mí.

-Ven conmigo.

Dicho esto, Jimin tomó mi mano arrastrándome por los pasillos desconocidos de aquella gran mansión. Tenía un millón de habitaciones, todas con puertas del mismo color, pero de diferente diseño cada una. Las paredes estaban pintadas de color café con leche, combinando este color con todo a su alrededor. El techo era de color blanco con diseños raros, pero a la vez lindos en color negro, inexplicablemente hermoso. Llegamos al lugar ajeno para mí al que Jimin quería llevarme, era una oficina, al parecer, su oficina. Me sentó en la silla rodante de su escritorio y comenzó a hablar muy seriamente mirando directamente a mis ojos, cosa que me llenaba de nervios.

-Bien ____. –Suspiró dejando unos papeles delante de mí. –Primero, lo que tienes al frente es un contrato que debes firmar, obvio, sólo si estás de acuerdo con todo. –Dijo. –Segundo, en ese contrato está escrito y explicado cada cosa referente a mi tipo de relaciones y es importante, muy importante que tengas en cuenta cada uno de ellos y, sobre todo las reglas.

- ¿Reglas? –Pregunté un poco asustada esperando su respuesta, solo conocía de esto lo poco que Hyuna me hablaba y también digamos…que no soy una persona muy obediente.

-Sí, reglas. –Respondió.

- ¿Qué tipo de reglas?

-Bueno, son una serie de reglas que espero cumplas al aceptar este trato. –Habló caminando por la habitación hasta detenerse en la parte trasera de mi asiento apoyando sus manos en este. –Y que si no cumples… -Prosiguió haciendo una pequeña pausa para después sentir su aliento en mi cuello. –Serás castigada por ello. –Susurró regresando al frente de mi temblorosa figura no sin antes dejar un beso mi nuca. –Tú escoges, es tu completa decisión. –Esbozó una ladeada sonrisa. –Y cuando aceptes, no habrá vuelta atrás. –Advirtió. –Tendrás que aguantar hasta el final.

↑•↓•↑•↓•↑•↓•↓•↑•↓•↑•↓•↓•↑•↓•↑•↓•↓•↑•↓•↑•↓

Dedicado a cjaviiic

Holi Holi
¡He vuelto!
¿Me extrañaron? 😂

¿Qué les pareció la canción?
Yo la escucho todos los días a todas horas, y en cinco minutos me la aprendí 😅

Informo
Estoy en busca de alguien que me haga una portada, cualquier interesado, avise.

24/05/2021

~^Thali_1995^~

My Daddy ←•→ PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora