Meteorito de purpurina (29/06/21)

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Narra Toni:
Me quedé mirando perpleja, nada más y nada menos tenía que trabajar con Shelby, MIERDA.
Recorri su cuerpo con mi mirada y se podría decir que el uniforme le favorecía bastante.
-joder Toni no pienses en eso- musite.
- Decías?
- Podrías aterrizar en otro sitio que no fuera este, pero no, resulta que el meteorito de purpurina tiene que caer aquí, al ladito mía.
- Creo que si vamos a trabajar junt- la interrumpí.
- No vamos a trabajar juntas, vamos a convivir en un espacio, pero NO vamos a trabajar juntas- está última frase la dije más lenta de lo normal mandando un mensaje claro, y a que no adivináis cuál? Que no vamos a trabajar juntas.
- Mejor vamos dentro - Dijo cortante.

Narra Shelby:

Entramos al restaurante y era precioso, continúe andando hasta mi puesto y Toni comenzó a cambiarse, no pude evitar mirar y nuestras miradas se encontraron durante unas milésimas de segundos cuando rápidamente la aparte.
- Tu que miras?- Dijo con el mismo malhumor que siempre.
- Eee nada - Dios mío casi me muero de la vergüenza. 
Las tres horas siguientes transcurrieron con normalidad, nos enseñaron que hacer y comenzamos con nuestro trabajo, hoy tocaba turno completo por lo que a la hora de comer descansamos y a la hora de cenar también.
La dueña del restaurante hoy tenía que salir antes y nos dejó a mí y a Toni a cargo de limpiar y cerrar el restaurante a cambio nos ofreció una paga extra, que me tome la libertad de rechazar, y me cayó una mirada de odio por parte de Toni que respondí con una sonrisa.
Eran ya las 0:00 y todavía nos faltaba medio restaurante por limpiar y encima era viernes, este trabajo era agotador.
Toni se acercó a mí con una botella de vodka en la mano.
- Mira - Me dijo. - te voy a contar una historia de la primera vez que probé el vodka. Estaba en la cama de mi hermana viendo la televisión y me entró sed, entonces vi una botella de plástico con forma de pingüino y me la bebí sin pensar, pero la botella no tenía lo que viene siendo agua y a la mañana siguiente vomité lo que había comido en tres semanas.
- Vale - le respondí.
- No quieres?
Parecía que Toni ya había bebido bastante e intente frenarla.
- Deja eso - le dije.
- No sin que antes lo prueben, o eres demasiado santa.
Su comentario me ofendió, yo también se divertirme, coji la botella y sin pensarlo dos veces bebí.

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Narra Toni:
No sé qué hora era, pero estaba en el restaurante hablando con Shelby, pero no una Shelby cualquiera, Shelby modo ebria. No entendía muy bien lo que me estaba contando pero no podía dejar de reírme.
- Entonces una preuntiiita - le dije. - Porque me odias?
- No es que te odie, solo que mi cultur- la interrumpí.
- Eso ya me lo se , qui ti culturi ni ti diji bla, bla ,bla.
- Me realidaddd a mi también me gustan las tíass pero es que no todas están tan buenas como tu- ESPERA, Shelby modo ebria había dicho que le gustaban las tías.
- Es enserio?
- Que va, que va, que va - Dijo canturreando.
- Es hora de que vayamos a casa, yo te llevo.

Aunque me costó arrancarle la botella de las manos la metí en mi coche a la fuerza y me diriji a su calle, el aire era frío y lo único que sonaba en la calle era el motor de mi coche.
- Ya hemos llegado - le dije.
Mierda, estaba dormida. Sinceramente creo que podría estar toda la vida riéndome del ridículo que ha hecho esta noche pero tengo piedad y nadie quiere quiere que me eche una maldición y me mande al infierno.
Baje de mi asiento y abrí la puerta trasera, le agité un poco hasta que abrió los ojos.
- A tu casa ahora.
- Gracias toniiii, cierra la puerta del restaurante que ya son las 0:00 y me gusta el azul.
- Estás mal, entra a casa - Que poco aguante por dios.

Espere a que Shelby entrará y volví a subir a mi coche, entre en el asiento delantero y comencé a conducir hasta mi casa.
El tráfico era nulo debido a que ya eran las 4:00 de la madrugada, pero encontrar aparcamiento se me complicó. Después de varios minutos lo conseguí.
Baje del coche y para mí degracia me tenía que tocar subir 3 pisos sin ascensor.
Al entrar a casa me quite los zapatos y me tiré sobre el sofá y en un pestañeo la luz se colaba por las rendijas de las persianas. Me incliné para levantarme pero un fuerte dolor de cabeza me lo impidió y joder que resaca. Empecé a recordar todo lo que pasó ayer y no pude evitar reir, Shelby modo ebria era mucho mejor que Shelby modo cristiana.
Fui arrastrando los pies a la cocina y me preparé un café y un Ibuprofeno, hoy mi día se reduciría a no hacer nada.

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Tenía un poco de tiempo y aquí otro capítulo. Espero que os guste y gracias por leer <3

au- The WildsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora