Capítulo Quince

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El día siguiente había llegado, honestamente Niccolo ya se sentía un poco mejor de salud física, esa noche había ido a dormir a casa de Touma, durmió todo lo que no había dormido esos días, aparte de dejar el café y los chicles, comió comida casera de la esposa y Touma y se lleno del ambiente familiar de aquella familia, ¿Lo malo? Ver eso le rompía el corazón, él igual quería eso, también quería tener la fortuna de pasar cenas con hijos. Lo único bueno de haber perdido a su hijo fue que se estaba dando cuenta de quien verdaderamente era William, y con el cálido y tierno beso que le dio Ildio, sus ojos ya habían sido abiertos casi por completo, además de claro, ver la forma en la que se trataban Touma y su esposa, sí, habían palabras toscas de por media, pero en sus miradas se notaba lo que sus bocas no decían... él igual quería algo así

——Resuelvan esos cinco ejercicios

Varios alumnos querían preguntarle como se encontraba, pero no hallaban las palabras para hacerlo, menos después de lo ocurrido ayer

——¡Nicco!

Grito el albino levantando la mano

——¿Sí?

——No entiendo el ejercicio dos

——A-Ah

El mayor camino hasta el fondo del aula para explicarle a Ildio más de cerca, mientras todos hablaban entre sí e intentaban realizar los ejercicios

——¿Entendiste?

——Sí, ahora sí
  
——I-Il

——¿Sí?

——Gracias por lo de ayer

Susurro agradecido el pelinegro dedicándole una sutil sonrisa para luego volver a su escritorio. Ildio quedo encantado con aquella sonrisa, ayer lo único que quería era abrazar a Niccolo y dejar que llorará en sus brazos, pero luego de la pendeja que hizo de alejarse, supuso que la mejor opción era ir por Touma, quien siempre estuvo al lado de Niccolo

Casi todos llegaron a saltar el escuchar el celular de Niccolo sonar

——Sensei, ¿No va a contestar?

——A-Ah, no. Es una compañía telefónica

Los alumnos no le tomaron importancia, o por lo menos así fue hasta que el celular sono por séptima vez, imposible que sea una compañía, las compañías ni eran tan insistentes como para llamar siete veces seguidas

Niccolo suspiro algo tembloroso y tomo su celular

——Sigan con los ejercicios, vuelvo en un rato

Murmuro temblando el mayor antes de irse al patio a contestar la llamada, sabía quien era, por lo cual prefirió ir a contestar afuera para que nadie escuche la conversación

——¿H-Hola?

——¡Nicco!, ¡¿Dónde mierda estas?!

Se escucho gritar furioso a William al otro lado de la línea

——E-En mi trabajo, sabes que no podemos hablar aho—

——¿¡Cómo qué no podemos hablar ahora!?, ¡Llevas dos noches sin volver a casa!

——A-Ah, eso...e-es que un amigo me invito a la suya y—

——¿¡Por qué no me llamaste!?, ¡¿Tienes idea de lo preocupado que estaba?!

——...P-Perdón, no te quería preocupar

——Ven a casa esta noche, ¿Sí?

——...Sí, ahí estaré

Desde cero (Ildiccolo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora