En movimiento

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Capítulo 11

En movimiento

Fred se hallaba en medio de una gigantesca habitación circular, no alcanzaba a ver el techo, y las paredes eran de un mármol negro que las recubría por completo, unas cuantas antorchas puestas a los lados permitían ver un sendero, que terminaba en un gran cilindro, Fred no tenía ni idea de que era, pero sabía que quería destruirlo, eliminarlo, nunca más volver a verlo. Lentamente se fue aproximando hacia el extraño cilindro blanco, pero conforme más avanzaba, más largo se hacia el camino, Fred se desesperó y comenzó a correr sin remedio. El camino se hacía más y más extenso, hasta el punto de que el cilindro enorme ya no se alcanzaba a ver. Fred comenzó a gritar y a correr más apresuradamente, no podía dejar que aquel cilindro se le escapase, escuchaba su nombre, Fred, Fred, Fred…

-¡Fred!-grito Ana.

Fred se levantó de un brinco, sentándose sobre la cama, sentía como delgadas gotas de sudor frio le recorrían el rostro hasta llegar a su barbilla. Ana estaba sentada en la orilla de su cama, inclinada contra la cara de Fred, mirándolo fijamente.

-¿Qué pasa?-pregunto Fred, su voz estaba extrañamente ronca.

-¿Qué pasa?-repitió Ana-¡Que estabas gritando como loco maniático! Tienes suerte de que Elizabeth y al parecer tu amigo Troy no se hayan despertado.

Fred se volteó a verlos, Elizabeth dormía apaciblemente con una respiración acompasada en la cama de enfrente, mientras que Troy estaba entre un revoltijo de sabanas y roncaba levemente.

-Perdón-dijo Fred un poco atontado.

Ana se inclinó sobre la cama para acercarse más a Fred, a él le llego su aroma, olía como a flores, no había otra forma de describir el olor.

-¿Qué soñaste?-le dijo Ana casi en un susurro.

-Nada importante-respondió Fred.

Fred miro fijamente a los ojos de Ana, el verde de estos súbitamente mareó a Fred, tenían tantas líneas y eran tan brillantes, que Fred tuvo que apartar la vista. Ana se retiró de la cama.

-Está bien-dijo por  fin después de un rato de incomodo silencio- Lo que tú digas, mientras no mojes la cama, está bien por mí.

Se volvió hacia su cama y apago la luz. Fred volvió a recostarse y se tapó, ¿Qué había significado su sueño? Estuvo perdido en sus pensamientos un rato hasta que finalmente, cayó dormido.

Los siguientes 4 días habían sido uno de los más tranquilos y mejores que Fred recordase. El grupo con quienes se encontraba, le caía de maravilla. Sin embargo, las personas a las que más se había hecho cercanas habían sido a Connor y a Ana, no que no se llevara con los demás, todo lo contrario, pero ellos 2 eran con quien más se sentía como familiares, quizá se hubiese llevado igual con Elizabeth, si no fuese porque siempre actuaba rara cada vez que Fred y Connor aparecían. La relación que mantenían Fred y Ana había puesto celosa a Britanny, Fred le explico varias veces que no sucedía nada, al parecer solo se convenció por completo cuando oyó que Ana le decía a Fred que parecía un pedazo de una cosa desagradable cuando él le pregunto cómo se veía.

Un día mientras Fred estaba comiendo, Ana le llamo.

-Hola campeón- le dijo Ana, así le había empezado a decir desde que Connor le ganara fácilmente en un juego de fuercitas.

-¿Qué pasa?-dijo Fred con mucha comida en la boca.

-Primero trágate eso, ¿quieres?

Fred se lo trago procurando hacer mucho ruido, sabía que eso desquiciaba a Ana, recibió una patada en la pierna como respuesta.

ResurrectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora