Dueles - Kuroo × Kenma

02.

Mirándolo fijamente me di cuenta de muchas cosas, observando sus delicadas facciones,lo suave que se veía veía piel a simple vista, su perfecta y respingada nariz bajando mi mirada hasta la comisura de sus labios resaltando dándole un toque inigualable y único a su perfil. Ahí fue cuando...Me di cuenta qué, iba a doler

Y no me equivocaba.

No teníamos nada parecido a una relación amorosa sin embargo sentía que el día en el que aquel chico y yo nos alejaramos definitivamente dolería demasiado aceptar una realidad sin el, sin su mirada perdida, sin apreciar como se ponía feliz por cada victoria que realizaba en su juego. ¿Pero que había de el?, ¿Tenía igualmente el miedo de que me alejase de él? En el momento en el que dijo como le parecía que me graduara lo supe todo...Solo era yo el idiota que sentía de más.

[Capítulo 02]

Preparando la tarta de manzana que tanto le gustaba me preguntaba si esta era la última vez que le preparaba su comida favorita o si está era la primera vez que kenma me hacía sentir como si tuviese el corazón roto y el fuera el responsable, Hundido en mis pensamientos di un pequeño salto al verlo frente a mi sin decir nada

—¿Te ayudo en algo?— preguntó lavando sus manos para luego sacarlas con un paño que había en la cocina

—Solo pela dos manzanas, Por favor— baje mi mirada hacia el molde en el que iría la mezcla ya echa de la tarta y lo cubrí con mantequilla para después echar poca harina para evitar que este después se pegara entonces eche la mezcla correspondiente en el molde observando por un momento como sus largos y delgados dedos agarraban el cuchillo y cortaban con cuidado en láminas la manzana dejándolas en un pequeño plato por orden haciendo una torre de láminas de manzana muy perfeccionado cuando acabó me dedique a poner las láminas de manzana cubriendo así la superficie de la tarta

—Eres tan buen cocinero— alagó tomando asiento viendo cada uno de mis movimientos entretenido

—Siempre me he dedicado a cocinar para ti, ¿Recuerdas que cuando tus padres no estaban en casa venias solo por que te gustaba que te preparara galletas y tarta?— recordé soltando una pequeña risa mientras esperaba que se precalentara el horno así poner el molde con la tarta y cerrar subiendo la temperatura a 180°C

—Lo recuerdo, Sigo diciendo que eres mi cocinero preferido— en ese instante solo volteé a verlo

—¿No te importa que estemos lejos el año que viene?— pregunté con miedo a su respuesta

—¿Debería darle importancia a eso?— me miró sin expresión alguna provocando que solo le diera la espalda fingiendo que estaba viendo el horno con atención

—Supongo que no...—