Dueles - Kuroo × Kenma

03.

Lo veía caminar delante de mi ahí fue cuando pensé siempre lo único que veo es su espalda siempre veía a todos por delante de mi y yo solo me quedaba atrás, estancado. Por unos sentimientos no correspondidos que jamás podré superar, después de todo, el teñido siempre sería mi debilidad aveces...solo quisiera encontrar palabras para explicar lo que sentía, viendo como el avanzaba sin mi entendí que no importara en donde nos encontráramos o a donde nos dirigíamos por que para los ojos de kenma yo solo era un simple chico pasajero en su camino No pertenecía en sus pensamientos lo entendía perfectamente pero, no tenía idea de que doleria tanto darme cuenta cada día de que siempre he estado como su fiel mascota detrás de él, como un gato callejero que se aferra a cualquiera que le parezca agradable solo para sentirse en casa y amado.

Mire a mi lado y no estaba el o quizás...jamás estuvo.

Solo me aferraba a la idea de tenerlo cerca de mi por que el era el único que podía hacerme sentir sensaciones únicas por todo el cuerpo con solo mirarme o dirigirme la palabra, veía cosas en el que nisiquiera el mismo podia ver. En mi lista de prioridades kenma siempre fue el primero y único al cual siempre le dedique toda mi atención, nunca lo hice sentir solo y ahora me doy cuenta qué sin embargo el me hace sentir solo.

[Capítulo 03]

—Kenma!— grite para llamar su atención corriendo detrás de el algo avergonzado por la pregunta tan repentina que le hice de pronto

—Olvídalo Kuroo, todos nos miraron como si fuésemos bichos raros. Por eso no me gusta que me toquen— contesto secamente sin dirigirme la mirada nisiquiera se molesto en voltearse a verme o detener su paso apresurado para alejarse del pasillo donde estábamos

—Lo siento, no volveré hacerlo— me disculpe apenado me había olvidado que después de todo nada quitaba el echo que eramos chicos.

—Solo déjame solo, necesito pasar de nivel.— siguió caminando con la consola en sus manos ignorando totalmente mi existencia

No hice nada más que quedarme parado sin hacer nada, no podía hacer nada de todos modos no podía entrar a su mente y cambiar sus pensamientos y forma de ser. Aveces era complicado el echo de tratar de estar cerca de kenma ya que dolía rechazar mucho a las personas que le rodeaban y encerrarse en su burbuja sin dejar que nadie pueda intervenir en esta pero ahí estaba yo, tratando de al menos ser alguien que soporte tener cerca

Suspire apoyándome en un casillero con la mente llena de pensamientos negativos provocandome así una lucha interna sobre que debería hacer y que no, camine en dirección al gimnasio para distraerme un poco ya que sentía que solamente estaba exagerando las cosas después de todo solo eramos unos simples amigos. Llegue y ni había absolutamente nadie lo cual me dirigí hacia donde estaban los balones de voleibol agarrando uno y comenzando a lanzarlo hacia la pared haciendo que este se me devolviera y así lanzarlo nuevamente

—Te ves tan irritado como de costumbre— habló lev sentándose al lado del teñido el cual estaba en un rincon concentrado en su juego

—Y tu te ves tan idiota como de costumbre— respondió fastidiado sin interés alguno de establecer una conversación con lev

—Sabes que por más que nuestra relación se base en rechazo y odio puedes hablar conmigo de lo que sea— este le dirigió una mirada pensativa dejando su consola a un lado haciendo que lev se sorprendiera un poco pero a la vez se dio cuenta que kenma no estaba tan bien lo cual estaba dispuesto a oírlo

—No me siento cómodo estando cerca de kuroo, pero hoy se acerco a mi más de lo normal por un incidente y...se sintió raro es decir, me sentí, mmm. No sabría como describirlo— el teñido desvío la mirada algo confundido ya que no solía hablar para nada de lo que sentía menos con Lev ya que lo consideraba realmente un chico fastidioso pero sentía que de alguna manera lev era un chico completamente confidencial

—¿Te sentiste cómodo por primera vez estando más cerca de el de lo normal?— kenma se sorprendió ya que lev en unos segundos entendió todo a la perfección

—Si, Aun que estoy seguro que no lo necesito cerca, se que se irá a la universidad y me olvidara sabes. Es por eso que su presencia no significa nada para mi—

—Me sorprende la facilidad con la que rechazas tus sentimientos, cabeza de pudin—

—¿A que te refieres?— dijo este sin entender

—Lo comprenderás el día en el que Kuroo se sienta como tu y finalmente se aleje completamente de ti, solo imaginalo kenma aun faltan meses para que se gradué pero eso no significa que seguirá detrás de ti como todos estos años por lo que me acabas de confesar y tu forma tan cruel de rechazarlo— este se puso de pie dirigiendole una última mirada al teñido y si algo muy seguro tenía que estar es que en aquellos ojos felinos se reflejaba que no le interesaba en absoluto Kuroo.

—Hablas idioteces, no me sorprende si eres tan idiota— kenma dirigió su mirada nuevamente a su consola sintiendo que perdió su tiempo al hablar con lev ya que no quería admitir que su compañero de equipo tenía algo se razón sin embargo las cosas no coincidían ya que después de todo, el chico de ojos felinos jamás mirarían a kuroo de la manera en la que este lo ha mirado todo este tiempo o eso creía.

Tener que evitar a una persona lo más que puedas para no lastimar tu corazón era un sentimiento que solo kenma conocia muy bien

🐈

—Muy bien chicos, en esta práctica evaluaremos algunos pases y que tal esta su condición física— habló el entrenador para que se hicieran una idea más o menos de que harían por hoy

—Bien, comenzaremos con lo basico— indicó Kuroo viendo como todos estaban en círculo con su respectiva distancia para comenzar hacer los ejercicios correspondientes a un precalentamiento para luego no tener que lidiar con los calambres o lesiones

Para el chico de cabellos oscuros fue inevitable no mantener por un momento su atención en el de raíces oscuras pero este no le dirigía nisiquiera la más mínima pizca de atención

Dueles, Kenma.