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Aun recuerdo cuando llegue a casa luego de que me acompañarte hasta la puerta de mi casa
Era la última vez que te iba a ver y lo sabía perfectamente más que nadie te lance una última mirada y ahí estabas, viéndome como siempre lo has estado haciendo tu mirada ya no era la misma había cambiado ya no era aquellos ojos llenos de alegría con ese brillo único y radiante, ya no estaba esa hermosa sonrisa simétrica acompañada con esa perfecta dentadura con un blanco radiante y bien cuidada, ese rostro con una piel realmente hermosa bien cuidada sin imperfecciones ahora era más pálida sin color como si simplemente fueses una de las cuantas personas comunes comunes un libro ya gastado y viejo en el cual se relata como el protagonista lo pierde todo todo no querer perderse así mismo, ya no estaba lo que alguna vez conocí en ti y aquello me consumía lentamente haciendo que mi corazón inevitablemente doliera...¿En que momento nos convertimos en esto?.
Eras aquello que solo yo tenia la oportunidad de tocar cuantas veces se me apeteciera pero, no te cuidé, no te valore, no hice el mínimo esfuerzo en hacerte sentir amado

—Gracias por todo hasta ahora.— hablé sintiendo mi corazón rogarle a mi cuerpo que por favor se moviese e hiciera algo para evitar tu partida aun había oportunidad. Pero no la tomé, para mi mente ya era tarde y siempre le había obedecido a esta.

—No hay de qué, Gracias por aceptar acompañarte una última vez a casa. Por favor cuida de ti mismo desde ahora me temo que ya no podré hacerlo por ti— dicho esto el de cabellos oscuros dio una reverencia formalmente para mirarme e irse a pasos lentos

¿Desde cuando me volví un desconocido para él? Preguntó mi mente dándose cuenta de lo que estaba pasando por no haberle hecho caso a mi corazón ahora simplemente estaba dejándo ir a la persona que amaba.

Desde que lo perdiste por tus actitudes y malos tratos. Respondió mi corazón ya agotado de sentir de más ya que de todos modos mi cuerpo no obedeceria

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de kenma queriendo decir algo abrió su boca tratando de pronunciar una palabra con tal de detener a su amado pero no le salió no pudo hacer nada, no pudo decir nada, solo veía la espalda de la persona que más amaba alejarse cada vez más y ahí fue cuando reunió todo el coraje que pudo y le gritó con la voz realmente rota al igual que su corazón

—Dijiste que siempre ibas a esperar por mi, no importaba cuanto tiempo fuese...esperarías a que llegara para avanzar a mi lado— cerró sus ojos fuertemente reteniendo sus lágrimas

Kuroo paro en seco volteando a verlo y ahí estaba...con sus ojos cerrados su ceño fruncido y unas cuantas partes de su boca y mentón temblando por el llanto que estaba reteniendo pero no era el único.

—No te iba a esperar toda la vida, Kozume.— No se acercó ya que sabía que si daba unos cuantos pasos simplemente abrazaría al menor y aun que eso fuera lo que más quería en ese momento su poca estabilidad mental con tal de protegerse decía no.

—¿Desde cuando eres tan formal? ¡Sabes que odio las formalidades!, Kuroo...yo...—

—No digas nada más, no me hagas esto...¡Deja de ser egoísta!— grito el mayor llegando a su límite sintiendo su corazón romperse ¿Por qué ahora que estaba decidido a irse kenma reaccionaba repentinamente? El era tan...egoísta pero era tan doloroso amar con todo su corazón a ese egoísta.

Dueles - Kuroo × KenmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora