Epel
No se desde cuando llevamos haciendo esto, pero desde que le pedí a Jack que entrenaramos juntos no puedo dejar de venir, me he escapado de mi prefecto tan solo para poder pasar el rato aquí.
Todo empezo por varios chicos que me habían molestado por mi apariencia poco masculina, a lo cual mi vice prefecto interfirió, alejandolos de una manera amable y algo terrorífica.
Esa misma tarde hable con Jack, era muy alto y masculino, sabía que podría ayudarme, así que más que decidido fui a verlo.
—¿Quieres que entrenamos juntos?
—¡Si!¿que haces para mantenerte fuerte?
Jack se había quedado pensativo pero luego habló.
—Suelo correr, cargar pesas hacer sentadillas y lagartijas todos los días.
—¿T-todo junto?
Mi cuerpo no estaba preparado para eso, pero lo haría por mi objetivo.
—Si, todo junto.
—Esta bien, ¿podemos empezar mañana?
Jack me miro algo nervioso.
—¿Estas seguro de esto?
—¡Si!
Estaba convencido, luego de optimar detalles como la hora y el tiempo de entrenamiento me despedí, sonriendo emocionado antes de ir a dormir por los deseos que tenía de avanzar.
Jack
¿Por qué una persona como Epel querría hacer ejercicio?
Me quedé muy impresionado ese día, para mi Epel se ve perfecto como esta, tiene un aspecto totalmente digno de un estudiante de Pomefiore, aunque hemos hablado antes sobre su apariencia andrógina, no creia que debiera molestarle tanto, sinceramente esperaba que pudiera soportarlo o se rindiera con esa idea.
Al otro día en la tarde lo ví ahí de nuevo, sinceramente no pensé que vendría, pero suspire pesado.
—¿Bien, correremos todo el campus unas 10 vueltas esta bien?
El asintio totalmente decidido y comencé a trotar a su lado con calma, estaba acostumbrado a mi entrenamiento que era mucho más fuerte que eso, pero podía ver como Epel a la tercera vuelta estaba perdiendo la fuerza, algo normal para un principiante tan frágil, lo detuve y le mire serio.
—Epel, no puedes hacer esto...
—Si puedo, sigamos, estoy bien, además tengo que acostumbrarme.
Jadeaba al hablar, algo totalmente normal para su situación, pero seguí corriendo, esperaría que el mismo se rindiera esta vez.
Mi sorpresa fue enorme al ver que pudo dar las 10 vueltas, de una manera algo lenta pero lo logró, lo felicité impresionado.
Epel
Me dolía el pecho, fue demasiado para mi ese entrenamiento, respiraba como si pudiera meter todo el oxígeno del mundo en mis pulmones y no me alcanzara, la ropa se veía más oscura por la inmensa cantidad de sudor que desprendía mi cuerpo, me deje caer en el pasto mirando al cielo naranja por la tarde, pero luego de unos minutos me sentí algo mejor y mire a Jack.
—Que sigue.
Este me miro aún más impresionado que antes y sonrio de medio lado.
—Pesas.
Me quería morir. Mañana me dolería todo el cuerpo y peor aún, tendría que ocultarme de Vil, pero seguí, las pesas eran horribles, ejercicios de brazos y piernas acabaron con la poca resistencia que tenía luego de correr.
Estaba frustrado, había un ejercicio de brazos que no podía hacer, trate de levantar las mancuernas pero mis brazos no me subían, haciendo que lanzara las pequeñas pesas al suelo molesto.
Jack
Me había imaginado desde el inicio que se enojaria al no poder avanzar rápido, al ver que lanzó las pesas me acerque con estas y me senté frente a el.
—Escuchame, siempre habrá algo que no puedas hacer y como tu entrenador estoy dispuesto a ayudarte para que lo logres.¿Esta bien?
El me miro algo cansado y asintió, tomando las pesas y le ayude a terminar el ejercicio.
—Gracias Jack, no pensé que fuera necesario molestarte.
—¿Yo dije que me estabas molestando? Siempre entreno solo porque Leona-San entrena en la noche y Ruggie muy temprano en la mañana, siendote sincero... Me agrada que me hagas compañia.
Mire a otro lado algo incómodo por lo que dije, avergonzandome porque mi cola se movía hacia los lados de manera suave en señal de emoción.
Epel.
Jack podía ser tierno y rudo a la vez, lo admiraba mucho por eso.
—Esta bien, entonces vendré todos los días.
Jack asintió y me quito las pesas.
—50 sentadillas y 50 lagartijas, rápido.
Ambos comenzamos ese entrenamiento, pude terminar las 50 sentadillas de milagro, y las lagartijas casi me matan.
Cuando termine ese día me sentía realmente fatal, solo tomaba mucha agua y comí bastante esa vez, Jack me explicó cuando terminabamos que era totalmente normal ese comportamiento y que a través de los días iría aumentando levemente.
Han pasado semanas, meses desde que entreno junto a el, en mi no ha cambiado mucho, solo tengo un leve abdomen marcado que me ha llenado de orgullo, aunque no avanzo nada sigo yendo con la esperanza de un día lograr ser un chico rudo pero amable como Jack.
Jack.
En este entrenamiento junto a Epel he aprendido algo, no conozco a una persona con más voluntad propia que el, al inicio pensaba que era terco y se quería comer el mundo por si solo, pero el tiempo me fue demostrando que Epel solo quería mejorar, no le importaba si era rápido o no, solo quería avanzar,eso era un gran paso en el ejercicio, ya que los resultados no siempre de ven a la primera semana ni a la segunda.
Epel no avanzo mucho solo porque yo no quise, bueno, Vil y Rook no quisieron.
Ambos se enteraron una vez que espíaron a Epel camino al campus que le estaba dando una rutina, si bien a Vil no le agradaba mucho la idea llegamos a un acuerdo, ya que era saludable y Epel era muy feliz, solo con que no se viera como un chico exagerado como Vargas estaba todo en orden y eso hice, aun es un secreto para Epel, pero jamás se lo diría, no queria que se asustara por un regaño de Vil o que se enojara conmigo por no llevarlo al límite.
Aunque si lo sabía, sabía que estaba siendo suave y todo potaje Rook se le escapó hablando con él, mi miedo a que me odiar a y perder a un buen amigo se hizo presente, pero el solo me dedicó una sonrisa y habló.
—No te preocupes, tampoco me imagino a mi con unos enormes músculos como los del profesor Vargas, creo que con mi abdomen así estoy completamente satisfecho.
Sonrei aliviado, al menos fue comprensivo y mire al frente aliviado.
—Hoy tomemos un helado luego de entrenar ¿si? Se que te gusta, puedo pedir helado de manzana para ti.
—¿¡En serio!?
Sus ojos brillaban haciéndome reír y asenti.
—¡Entonces que estamos esperando, comencemos a entrenar!
Me rei fuerte de esa emoción y comenzamos el entrenamiento, estaba realmente feliz, un simple insulto pudo hacer que ese pequeño terco y yo fuéramos amigos.
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One-Shots Twisted Wondeland
FanfictionHola de nuevo, aquí les mostraré unos One-Shots de cualquier idea random que tenga, si quieres ayudarme con una temática son bienvenidas, gustosa mencionaré a la dueña de la idea, así que espero que disfruten de esto tanto como yo :3