━━━Capítulo dos; ❝I won this time, Fabray❞.

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LIA LOPEZ TENIA VARIOS PROBLEMAS, PERO SI PUDIERA MENCIONAR CUÁL ERA EL PEOR SEÑALARÍA EL hecho de que se había acostado con la enemiga de su hermana mayor y le había gustado.

En pocas palabras su vida se trataba de drama, amoríos y más dramas, cosa que le divertía pero ahora haber tenido sexo con Quinn Fabray, no lo era.

Y lo peor, era que ella planeaba hacerse la mejor amiga de Fabray, pero ahora literalmente no podía porque una persona no podía ser mejor amiga de una persona con la que habías tenido sexo y encima se negaba a aceptar que no era heterosexual y mucho, mucho, peor. ¡Que posiblemente gustara de ti!

Sin embargo cambiando de tema, la profesora Sue la había llamado y esperaba que no fuera nada malo.—Hola, Sue.

—Lopez, como tu sabes eres la única opción que tengo para destruir al Glee club y necesito de ayuda.—Explico brevemente y Leah asintió.

Genial, ahora podre vengarme de Quinn por lo ayer, vas a caer, rubiecita.—pensó, con una sonrisa.

—De acuerdo, lo haré.—Dijo y Sue sonrió, pero agregó—Con una condición. Quiero que Quinn Fabray deje de ser la capitana.

—Tu hermana no volverá a ser la capi-

—No, no, no, mi querida Sue.—Corrigió y la contraria frunció el ceño.—No quiero que mi hermana vuelva a ser la capitana, simplemente quiero que Quinn no sea más la capitana, ¿es mucho pedir, Sue?—Como vio que Sue se iba a negar, agregó—Quinn te ha decepcionado anteriormente y las dos sabemos que no es de confiar. En cambio, yo nunca te traicione.—Se señala a sí misma, con una sonrisa malvada.

—De acuerdo, Lopez. Ahora ve y cumple mis órdenes.

Leah asintió y se retiró del salón, viendo a todos con superioridad como hacía cuando tramaba algo malo, y cuando vio a Quinn Fabray le guiño un ojo con malicia y se despidió burlescamente.

—Seria una lastima que dejes de ser la capitana de las animadoras, ¿cierto, Quinnie?—le preguntó en un susurro. La cara que puso la rubia fue la cosa mas icónica en el mundo y pagaría millones de dólares para verla en repetición por toda su miserable y patética vida.—muérete, Fabray.—Agrego, ahora seria y le saco el dedo del medio, para irse del lugar.

Quinn Fabray y Leah Lopez tendrán que aguantarse por todo un año escolar si quieren ser felices, juntas.

Y quién diría que ambas serían invencibles, ¿no?

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—Déjame ver si entendí, tienes que espiar al Glee club pero no te quieres unir por lo tanto, quieres que yo me una, ¿no?—pregunto Fred y la contraria asintió dándole un sorbo a su jugo de manzana.—Y eres lo demasiado inteligente para saber que ellos te odian mas a ti que a mi. Como te odio, Lopez.

—Me adoras, Hudson. Ahora ve y haz la estúpida prueba para ver si entras a la idiotez de ese grupo y a cambio, te comprare lo que quieres, Fred.—Dijo y el otro convencido aceptó el precio de entrar al Glee club con los perdedores.

—Vale, acepto, Lopez. Pero si no me llegas a comprar lo que yo quiera te matare y saldré al instante de él club Glee, ¿de acuerdo?—pregunto y la morena afirmó con un sonido de sorbido a su jugo. 

El chico con una sonrisa, se fue a anotarse al club y la sonrisa que Leah tenía desapareció al instante, estaba harta de fingir que estaba bien cuando definitivamente no lo estaba y tal vez en un largo tiempo no lo estaría, pero no se lo diría a nadie.

Se sentía culpable por hacer que Quinn perdiera su puesto como capitana de las animadoras. Pero la rubia se lo merecía por ser una idiota y su por su orgullo no admitiría que estaba siendo algo infantil.

Ignoro cualquier sentimiento de culpabilidad y se fue detrás de las gradas para poder disfrutar de pensar si seguir siendo una perra con todos o tener un ataque de pánico por miedo a defraudar a las pocas personas que quería por su carácter del orto.

Agarró su jugo de manzana y le dio el último sorbo para luego tirarlo a la basura. Pero como era tradición entre ellas dos, Quinn la puso contra la pared.

—Realmente tienes que dejar de estamparme contra las paredes, no soy un cartel, ¿recuerdo?—explicó divertida y Quinn la miro lo mas enfada posible que se pueda en el mundo mundial.

—Por tu estúpida y egoísta culpa perdí el puesto como la entrenadora de las animadoras, ¿¡entiendes lo que significa eso, estúpida!?—Le gritó en la cara, pero la sonrisa burlesca no desapareció en ningún momento de su bonito y irritante rostro y en ese momento, la rubia no sabía si quería gritarle mil cosas o besarla aunque bien podría hacer las dos cosas.

Leah sabiendo que iba a hacer la de ojos verdes, cambio los roles y ahora la que estaba contra la pared era Quinnie.

—Escúchame un cacho, rubiecita.—Le ordenó autoritariamente y Quinn se callo por completo sin rechistar ni en un solo segundo y dejó hablar a la Latina—¿Yo? ¿egoísta? Yo no engañe a mi pareja con la identidad del padre de mi bebé y lo obligue a que el se hiciera cargo aunque no le correspondía en absoluto hacerlo, Quinnie. En cambio tu si lo hiciste. ¡Que egoísta que eres Quinn Fabray!.

El rostro de la rubia en ese instante era un poema de colores y Leah Lopez sabiendo que había logrado su objetivo, beso a la ex capitana de las animadoras y muy raramente la contraria acepto el beso.

De repente Leah se separó del beso y le susurro en el oído a Quinn.—Vete a la reverenda mierda, Fabray, ¿entendido? y deja de molestarme que no tengo el tiempo ni las ganas de aguantar otro de tus estúpidos y insignificante caprichos.—Declaró  y se largó de allí con una sonrisa triunfadora, sabiendo que era la primera vez que le ganaba a la rubia en su juego y se prometió a sí misma que no sería la última vez que le ganaría a Quinn Fabray en su propio juego de tratar de manipularla.

❝𝐋𝐈𝐄𝐒❞─────Quinn Fabray, Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora