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Día 5: ¡Todo sea por las vistas!
Fecha: May 25 (2021).
Tema: Intercambio / Idiomas.


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Viernes por la tarde. Se encontraba en su cuarto con dos de sus amigos. A uno lo había invitado y el otro solo se había colado, pero bueno, esos eran detalles menores. Había llegado a casa con Langa después de que la madre de este le diera permiso. Aproximadamente una hora después invadió su casa un muy emocionado Miya, quién, sin siquiera saludar, les propuso un reto que se estaba haciendo viral últimamente en redes sociales.

—¿Entonces? —Preguntó. Desde lejos se podía notar la ilusión que le hacía el tema, más el Kyan no estaba del todo seguro. El reto consistía en que tendrían que cambiar de lugar por 24 horas, incluyendo casas, familia e incluso prendas de vestir. Todo se evidenciaría en fotos que debían subir a sus redes sociales, las cuales el pelinegro muy amablemente se ofreció a tomar. Por él no había problema, pero, ¿Dejar a Langa con sus hermanas por 24 horas? No estaba muy seguro de eso.

—No lo sé Miya... —El menor lo miró indignado antes de cruzarse de brazos.

—Eres un aguafiestas —Reprochó— Apuesto a que tienes miedo. —Lo miró burlón, intentando provocarlo.

—¿Miedo? ¿Yo? ¡Sigue soñando! —Y al parecer había funcionado. El orgullo era un nervio sensible en el oji ámbar. Lo señaló con una mano para retarlo.

—¡Entonces demuéstralo! ¡Te reto a que consigas más de mil vistas antes de que el tiempo acabe!

—¡Lo haré, y te tragaras tus palabras! —Le gritó de vuelta decidido. Sonrió para sus adentros. Sabía que el hecho de que Reki fuera tan impulsivo debía tener sus ventajas, y acababa de descubrir cuales.


[ . . . ]


Un pelirrojo lloriqueaba en el hombro de su mejor amigo mientras este intentaba consolarlo. Faltaban como diez minutos para que el reto empezara, pues habían decidido que sería desde las 6:00 pm de hoy hasta las del día siguiente.

—¡Lo dejé, Langa! ¡Dejé que un niño de 13 años me manipulara! ¡Qué tan genial es eso! —El ojiverde solo reía. Este sería un reto que valía la pena ver. El fastidioso sonido de la alarma hizo presencia en la habitación, llamando la atención de los presentes.

6:00 pm

Su tortura había iniciado oficialmente. El más bajo los miró de forma maliciosa mientras apuntaba al baño. Tendrían que cambiarse. Langa agarró una de las pijamas de su mejor amigo mientras Reki tomaba la pijama del canadiense que habían dejado en su casa en caso de situaciones inesperadas como esta.

Después de unos minutos salió el peliazul, dejando el camino libre para que el otro se cambiara. Había notado que el japonés le tenía un gusto a la ropa con tallas algo más grandes que la suya, por lo que, aunque le quedó un poco apretado, era pasable. El pelirrojo salió después del baño indignado porque según él su amigo era demasiado alto y su ropa lo hacía parecer un payaso mientras Miya se burlaba de él sin pudor alguno.

Habían decidido tener una pijamada "improvisada" dada la situación, más era demasiado obvio que el pelinegro ya venía preparado desde casa. El muy descarado se había traído pijama e incluso cepillo de dientes. 

Estuvieron viendo películas hasta que las dos pequeñas hermanas Kyan aparecieron en el cuarto con moñas de colores, maquillaje, y un par de grandes sonrisas que no les daban buena vibra. Los tres chicos se miraron entre sí.

#𝐑𝐞𝐧𝐠𝐚𝐖𝐞𝐞𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora