La Intrusa

Capítulo 3

Primeramente, me disculpo con todos los que han seguido la historia de yunaru y con esta ya que tuve algunos problemas durante los meses que fue subida y ahora finalmente la subí aquí, ahora pueden disfrutar del Capítulo 3 de La Intrusa y no olviden de revisar mis propias historias ya que yo no solo vivo en subir la historia de yunaru, gracias por su atención.

Palabras de yunaru uzumaki: Hola, aquí con esta historia después de 5 años sin actualizarla, una disculpa por el atraso, pero aquí esta, se preguntarán porque lo atrase, bueno, es que tuve problemas para decidir su rumbo, me la pase subiendo actualizaciones de otras historias en lo que estaba agarrando el ritmo nuevamente (aunque también me puse a escribir borradores hasta que me agrado como iba el escrito). Este es algo corto, pero les prometo que el siguiente será más largo :'3, no les diré fecha de la publicación del siguiente, puesto que se lleva su tiempo, eso si no me tomará años publicar otro. Y gracias a los que comentaron, me alegra que les haya llamado la atención la historia.

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Pov. Sarada

No tenía idea por donde comenzar, pero sabía que me estaba demorando demasiado, ya sea porque tenía miedo a desilusionarlo, o porque tenía miedo de desaparecer. Sin embargo, su silencio y como repentinamente me abrazó por unos segundos—sin siquiera consultarme—me hacía tambalear más de lo que hubiese imaginado, era como si me dijera que no nos iríamos de las cabezas de los anteriores Hokage hasta que yo me desahogara hablando, me sentía de regreso a aquellos escasos 5 años cuando estaba enfadada conmigo misma por hacer llorar a Inojin por algo en lo que él no había tenido la culpa; no recuerdo muy bien la causa de ese "incidente", solo sé que el séptimo me tuvo en una situación similar.

La situación en si era extraña, ni siquiera debería estar sucediendo, el corazón me palpitaba con fuerza, y mi mente, por fin comprendí que en ese punto de funcionar de manera racional. No lo odio, pero creo que estoy en problemas, y unos gordos para ser más precisa; si alguna vez tuve hambre, la había perdido.

No sé en qué momento el sol comenzó a ocultarse, aunque el descenso de la temperatura era más evidente.

—No sé por dónde comenzar—apenas articulé sin mirarlo ya que por inercia mis pies se habían vuelto lo más interesante en este preciso instante—Aunque...gracias a un deseo egoísta que tuve me vi envuelta en tu aldea.

Fue una verdad a medias se podía decir, pero sabía que la parte que la parte difícil todavía no había ni llegado.

—Y eso que te dije hace rato fue porque alguien más me conto sobre ti, sé que suena sospechoso, pero has salvado a muchas personas fuera de la aldea que es imposible no enterarse de las cosas—continúe intentando sonar lo más natural posible—Cálmate, cálmate, vamos Sarada, no lo estropees.

—Ya veo ttebayo, no debería de creerte, pero no como decía antes no creo que tengas malas intenciones aparte...—me responde Naruto a cambio, al alzar la vista puedo ver que se frota despreocupadamente la nariz con uno de los dedos mientras que abajo se extendía una de sus características sonrisas—No hice la gran cosa, pero supongo que no pase desapercibido.

—Si—sonreí—Eres alguien muy famoso y admirable en comparación con otros ninjas. Cálmate por el amor de Dios...—Aun si lo digo hasta el cansancio, esa sonrisa no me ayuda en lo más mínimo. Séptimo, Naruto, amo cuando sonríes.