sus grandes ojos brillaron de curiosidad y tal vez sólo un poco de miedo, una sombra enorme se acercaba a la puerta del cuarto que estaba abierta.entonces un enorme oso pardo entró y lo vio ahí, sentado en su cama abrazando a una de sus almohadas. Sus dientes brillaron cuando le gruñó y el pequeño tapó su carita con la almohada a excepción de sus enormes ojos.
se puso en cuatro patas y caminó lentamente hasta Jin que retrocedía aún en el colchón, no tenia miedo, para nada. Solo era pura curiosidad en los ojos inocentes que observaban con atención como el animal subía sus patas delanteras a la cama y lo olisqueaba moviendo su nariz.
cuando el oso lo quedó mirando, apartó a un lado la almohada y gateo hasta estar en frente de el.
—lindo oso — Acarició las peludas y suaves orejas, el oso sacudió su cabeza haciendo que el pequeño castaño deje caer su mano y le sonría.
El solo le gruñó una vez más y bajó hacia la cocina donde volvió a su forma humana y se puso a cocinar algo para alimentar al flacucho niño, no entendía porqué los humanos normales, eran tan flacos. Los osos eran fuertes y con masa muscular ya sea en su forma animal o no.
terminó de cocinar el pescado que había conseguido en el río, lo cortó y lo sirvió en un plato dejándolo en la mesa.
volvió a su forma animal y subió de regreso a la habitación, confirmando que el niño seguía en la cama viendo hacia la ventana.
Con sus dientes agarró de la ropa a Jin y lo llevó hasta el comedor, lo sentó en una de las sillas, notando que recién la mesa empezaba a la altura de sus ojos. Decidió poner cuatro libros en la silla y cuando lo sentó nuevamente, quedó perfecto.
señaló con su cabeza al plato de comida en la mesa y luego a la cuchara al lado de este, parece que el niño entendió rápidamente y empezó a comer con rapidez. Al parecer tenía mucha hambre y JungKook como era su nombre, no dudó en servirle un segundo plato cuando lo pidió. Todo con tal de ver su cuerpo más rellenito, le daba impresión verlo así huesudito.