Crying In The Club

"Nunca más..." (1/3)

Querer matar un mal de amores no es sólo ir a emborracharte y olvidar las penas junto a alguien en una cama. Hay quienes superan a sus exparejas en semanas y otras que lo hacían en años. Para Min Yoongi, esto era así, él creía que el amor era muy complicado y que no era fácil de enamorarse, no creía en el amor a primera vista y le parecían idiotas los hombres que se quedaban embobados mirando a alguien por primera vez, señalando que estaban enamorados.

Eran unos idiotas, pero no más que él mismo cuando se enamoró por primera vez.

Oh, Min Yoongi babeaba por Jihyo, se moría por ella, pero no le hablaba, porque era un tonto que no quería enamorarse para supuestamente "no sufrir". Idioteces.

La primera vez que Yoongi le habló a Jihyo se pasó un poco de la línea, tenía que entregar volantes para el concurso de talentos de la escuela y él, al no tener pelos en la lengua, le dijo muchas cosas, entre ellas, que era muy bonita y que cantaba hermoso, pidiendo por su participación en el concurso, sonrojándola y convenciéndola.

Luego de ese primer encuentro, fue que ambos se invitaron a salir, y obviamente, después de un tiempo, ya eran novios y toda la escuela lo sabía. Duraron dos años, años en los que Yoongi descubrió el amor, en donde quedó como estúpido ante él mismo por haber pensado tan mal sobre el amor, por haberlo subestimado.

Cuando Jihyo le mencionó sus planes universitarios, su vida dio un giro inesperado, ella quería irse de intercambio. Yoongi al ser una persona algo pasiva, le dijo que si era lo que ella quería, él no se interpondría entre sus sueños, y luego de muchas lagrimas tomaron una decisión, terminarían su relación por el bien de ambos.

El día en el que fue a despedir a Jihyo, se permitió liberar sus sentimientos por un momento con su ahora exnovia, lloró lo justo y necesario cuando ella ya no se encontraba con él a su lado.

Cuando llegó a casa no aguantó más, sus sentimientos fueron más fuertes que él, provocando que agarrara la primera cosa delicada que encontró en su camino, borroso por las lágrimas, y la tirara al suelo, provocando que el recipiente de cerámica que contenía materiales de dibujo dentro se rompiera en cientos de pedacitos y los diferentes lápices se esparcieran por el suelo. Sus delgadas piernas se temblaban y sus nudillos ya dolían por todos los golpes a el escritorio de su habitación. Se movía por todo el departamento, deseando no encontrar más cosas que le recordaran a ella, pero era imposible, así que agarró sus llaves, una chaqueta del perchero de la puerta, se colocó los zapatos y salió rápidamente de ahí, como si su vida dependiera de ello.

⛓️

Yoongi no se encontraba bien, cuando salió de casa se dirigió al club-bar al que llevaría a su ahora exnovia en su cumpleaños. La temática del club era el talento artístico, él quería llevar a Jihyo para que todos la pudieran ver cantar en el pequeño, pero lindo escenario del lugar y luego beber hasta no poder más. Este era bastante espacioso y ordenado. Habían algunas barras, una gran pista de baile, el escenario y los sofás bien acomodados, como todo bar nocturno, lo único que diferenciaba a este bar de los demás, era el escenario.

Ya sentado en una barra, pidió un par de cervezas personales heladas, sirvió un poco en su vaso y giró en la silla para ver a la multitud, perdidos en conversaciones.

No sabe cuanto tiempo pasó, pero el pensar en su dulce chica hizo que unas lagrimas escaparan de él, sabía que esto pasaría, el alcohol lo volvería más sensible y él no sabía si era bueno o malo. La música había sido silenciada por su mente y ahora sus lagrimas caían y caían, siendo ignorado por la gente del club y claro, claro que lo ignorarían, porque nadie iba a un club a llorar. Con una sonrisa rota, dejó el vaso de cerveza en la barra y mientras limpiaba sus lagrimas, se levantó para ir al baño a limpiar las lagrimas que corrían por sus mejillas con agua. El baño estaba vacío, así que no tardó mucho en él.