Desde el momento que Norvina había pisado Hogwarts todos la comenzaron a llamar La reina del hielo, por obvias razones, en los cinco años que llevaba en el colegio jamás había tenido un novio o se había enamorado de alguien, quizás había besado a alguien pero jamás fue capaz de decir que quería a alguien más que a sus amigas.
Nadie se intentaba acercar porque, las pocas veces que alguien se había animado a hacerlo, DeLucca los alejaba rápidamente mirándolos mal y dándose la vuelta, no tenía interés alguno en estar con alguien o de ampliar su círculo social; así estaba bien y no quería a nadie más para darle su confianza.
Porque para Norvina, dar confianza era entregar todas las herramientas necesarias para que le rompieran el corazón.
Peter siempre fue alguien tímido pero buena persona pero de todo su grupo de amigos era el que jamás tenía suerte, nadie veía una pizca de futuro en Peter y pensaban que terminaría su vida solo y odiado por todos. El intentaba hacer de cuenta que esos comentarios jamás llegarían a lastimarlo.
Pero, vamos, a cualquier persona que respirara esas palabras le dolerían, y dolerían demasiado.
Para el resto fue muy raro cuando él comenzó a notar demasiado a Norvina, el no era alguien que tuviera los requisitos para estar con una chica como ella, o eso era lo que decían todo excepto sus amigos, quienes lo apoyaron para acercarse.
Lo sorprendente no fue cuando Peter perdió su timidez y se acercó a Norvina, lo sorprendente fue cuando ella no hizo el mínimo esfuerzo por alejarse. ▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅
