Un día mientras todos los Asahina estaban en casa para pasar tiempo con su madre y el padre de Emma que habían ido a verlos. Una visita llega de sorpresa.
Esta visita esta también bastante involucrada de cierta forma en la vida laboral de algunos de...
-¡QUE!- gritaron los hermanos Asahina saliendo del shock y provocando que los descubrieran.
Al oir el grito de los hermanos, Isabel abrió la puerta del baño para regañarlos por espiarlas.
-¡¿Qué están haciendo todos ustedes aquí?!- les dijo en tono de regaño- Les dije que necesitaba hablar primero con Emma y después iría con, pero deliberadamente nos siguieron y escucharon nuestra conversación a escondidas.
-Lo sentimos, es que, también estamos preocupados por Emma- le dijo Louis.
-Lo se- les dijo Isabel- Es solo que, primero quería hablar con Emma para tratar de tranquilizarla, me preocupa mucho el estado de depresión en el que se encuentra. Ya esta lo suficientemente alterada y asustada como para llevarse una sorpresa como esta, que solo le causa mas ansiedad y que además no le hace bien ni a ella, ni al bebé- les explicó.
Emma se mantenía sentada en el piso del baño hecha un ovillo mientras Isabel y los hermanos Asahina hablaban. Tenía miedo de haber defraudado a los chicos, a su padre, a la señora Miwa y a Isabel que era como su hermana mayor. Ella pensaba que debían sentirse muy decepcionados.
En cambio, tanto los hermanos Asahina, como Isabel, se sentían preocupados por Emma, todos pensaban que debieron estar mas atentos a ella, de haber sido así, Emma tal vez no estaría pasando por esta situación. Pero no la dejarían sola, ellos iban a estar ahí con ella para apoyarla.
-Vayamos a la sala, hablaremos allí sobre esto- les dijo Isabel para luego acercarse a Emma y ayudarla a levantarse.
-Wataru esta ahí en la sala con Fuuto- le dijo Natsume.
-Lo llevaré a dormir una siesta para que podamos hablar- le respondió Isabel- Ukyo, te puedo encargar que le prepares a Emma un te de menta, eso la ayudará un poco con los ascos- le pidió a Ukyo.
-Por supuesto- le respondió a Isabel.
Todos fueron a la sala. Ya vez estando ahí, Isabel ayudo a Emma a sentarse ya que la pobre estaba tan asustada que ni siquiera tenía reacción, parecía una muñeca de trapo que se dejaba arrastrar por los demás a cualquier parte que quisieran llevarla.
Isabel se acercó a Wataru para decirle que lo llevaría a que tomara una siesta.
-Oye conejito, es hora de que tomes una siesta ¿si?- le dijo al niño con la mejor sonrisa que pudo poner en ese momento para después tomar la mano del niño y comenzar a subir las escaleras de la casa para llevar a niños a su habitación- te cantare una canción para dormir ¿Qué te parece esa idea?
-¡Si! Me gusta mucho esa idea Isa-nee-chan- le dijo Wataru feliz mientras llegaban a su habitación y era arropado por la chica. Aunque, como todo niño, es curioso- Pero ¿porqué tengo que dormir una siesta?- preguntó.
-Los demás y yo tenemos que hablar sobre algo, pero si eres un buen niño y duermes tu siesta, cuando despiertes te contaré un secreto- le respondió ella.
-Entonces voy a dormir la siesta- dijo finalmente Wataru. Isabel comenzó a cantarle al niño y este poco tiempo después se quedo profundamente dormido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
