A pocos metros, las puertas del instituto estaban por abrirse y darnos la bienvenida a todos. Pero, yo en realidad sólo quería verla de nuevo, ese era mi verdadero entusiasmo.
Poniéndolos en contexto. El año anterior había conocido por error a una chica maravillosa, su cabello largo y ondulado, algo baja de estatura pero con un intelecto abrumador, tímida pero siempre se veía radiante y feliz, aquellas pequeñas pecas en sus mejillas que quizás para ella eran nada más que un infortunio, para mi era ver el cielo nocturno en plena primavera lleno de estrellas. No habíamos hablado mucho en ese entonces más que para jugar en la cancha o el saludo en las mañanas. Ella estaba un grado menor y tenía que esperar hasta el receso de media jornada para verle sobre las gradas de la cancha de fútbol, no había tenido el valor de comenzar una conversación con ella hasta ahora, sabía que volvería a verla en la misma banca sobre el arco de la portería, y esta vez sería diferente.
Luego de la bienvenida y unos cuantos alegatos por quien se quedaría con el puesto al lado del enchufe de carga la vi pasar de reojo por el pasillo, desfilaba por todo el lugar y el único que lo notaba era yo, puedo jurar que sentí como la temperatura se incrementó cuando pasó, Solté el morral sin preocupación y corrí tras ella.
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Ella y su perfume
RomancePensó que el amor nunca le pasaría hasta que ella pasó frente a sus ojos, atónito emprendió un viaje para conquistarla y cuando estaba en la cima de su éxito comenzaron los problemas, las intrigas, los celos... y un inesperado cambio de país. ¿Pued...