Capitulo 3

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Kagura se encontraba en un árbol descansando y pensando sobre el plan de Naraku que el día anterior

-separaras a Inuyasha de sus amigos en un ataque, puedes herirlo, pero no lo mates que me servirá de mucho próximamente

Ella a pesar de ser parte del cuerpo de Naraku jamas llego a entender su actitud, de un día para otro cambio el echo que quería matarlo a que lo quería vivo para quien sabe que plan

Naraku ¿que planeas ahora?

...

Por su parte los viajeros habían encontrado unas aguas termales cerca, por lo cual Kagome y Sango no desaprovecharon para bañarse. Miroku sinceramente jamas se los negaría, y mucho menos ahora, Inuyasha tal vez no le dijera nada o lo golpeara, ¡podría dejarlo hacer de las suyas!

-Kagome-chan

-Sucede algo Sango-chan

-¿Que te parece si por hoy dejamos a los chicos bañarse primero?

-claro, por que no

Bueno... ellas ya saben como soy...

-Bueno, vayan a bañarse

-De acuerdo...-respondió abatido Miroku

Inuyasha y Miroku se dirigieron a las termales, se desnudaron y se metieron. Aunque había un pequeño problema. Las termales eran bastante profundas, cosa bastante curiosa, por lo que el agua le llegaba a las orejitas al hanyou, por tal motivo tubo que sentarse en una roca un poco alta, gracias a la milagrosa roca el agua ahora le llegaba al cuello. Miroku por su lado, el agua le llegaba un poco arriba del pecho

-Inuyasha ¿estas bien?

-Un poco. Jamas vi unas termales tan profundas

-Ni yo...

Miroku guardo silencio ya que se oyeron unas risitas de las chicas. Al observar mejor entre toda la neblina había una separación de rocas dividiendo dos aguas termales, ademas alcanzo a visibilizar dos figuras femeninas, ¡no podía ser!. De un lado las chicas y de otro los chicos

A parte de profundas, grandes

Quiso espiar mejor, pero de inmediato sintió una mirada fulminándolo

-¿Que haces?

-Nada... yo... solo... vi... un insecto por aquí...

-Eso espero. Sango onee-chan me pidió que te vigilara...

Las chicas están siempre un paso adelante mio...

¿Por que pensaba eso? simple, unas vez dijeron que se irían a bañar. El como ¨buen¨hombre quiso ir a ¨cuidarlas¨, pero se encontró con la vieja Kaede bañándose, ademas Inuyasha después de eso le dio una pequeña paliza, la cual no se comparo en nada con la que le dio Sango. Inuyasha estaba muy concentrado vigilando al monje, que no se dio cuenta de que un poco de musgo se movía detrás suyo. Miroku distrajo al oji-ámbar con una piedra que lanzo sin que el pequeño se diera cuenta, callo en el anzuelo al voltear Inuyasha el monje no perdió tiempo y aprovecho para espiar. Las chicas se entretenían confiando que el inu-niño se encargaría del libidinoso. Sango de inmediato se sintió observada y sin que nadie se diera cuenta lanzo una piedra. ¡Sorpresa! justamente le dio en la frente a Miroku, el cual callo del lado de las chicas

-¡Maldito degenerado!-grito furiosa la exterminadora

-¡Se puede saber que hace aquí!-grito una miko furiosa

-Bueno... yo...

-¡WHAAAAAAAAAA!

Los interrumpió un grito muuuy familiar. De repente algo verde se llevo a Shippo el cual casi chilla de terror. Entre toda la neblina se alcanzo a visibilizar a un... ¿yoaki?. No parecía un yokai, y si lo era parecía un poco... raro. Era verde, perecía húmedo y viscoso, con unas clases de extremidades, entre una de ellas estaba Inuyasha colgando de su cintura, y en otro Shippo de su colita. Estaban en desventaja, nadie tenia sus armas a la mano, y si Miroku utilizaba su kazaana seguramente absorvería a Inuyasha y Shippo. Inuyasha intentaba quitarse ese agarre con sus garritas, mientras el kitsune solo golpeaba al tentáculo con sus patas

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