The Male Wife

Capítulo 66: Contraataque 3

Cuando Chun Yi llegó, tuvo mucho miedo de Jiang Rinzhi, así que sólo se atrevió a quedarse en la puerta. "La primera señora Hu Xiayun, me envía para decirle al segundo maestro, que las dos sirvientas son de su propiedad. Y que incluso si no son de importancia, la Casa Este no puede decidir sobre ellas". Pei Cheng se sentó en la silla y contestó indiferente: "¿Quiénes son los sirvientes? Su maestro debería saber, que han dicho simplemente que todas las cosas que hicieron en el patio parcial antes, fueron ordenadas por Hu Xiayun. ¿Es posible que Hu Xiayun todavía quiera proteger a esas dos personas ignorantes?" La cara de Chun Yi estaba pálida, pero respondió rápidamente: "¿Realmente dicen eso? Segundo maestro no les crea, esas dos malvadas sirvientes siempre han sido flojas en la Casa Oeste y no trabajan bien. Pero la primera señora es amable y no puede soportar correrlas, pero no podía lidiar más con ellas, por eso fueron enviadas a lavar ropa, para que reflexionaran.

Pei Cheng se rió y dijo: "¿Ah? Pero sí le pregunté a Hu Xiayun antes, y ella dijo que ya se había ocupado de esas dos sirvientas. ¿Qué pasó? Ha pasado sólo un mes de eso, ¿y ahora me dices que Hu Xiayun realmente no se ocupó de ellos en absoluto?" Chun Yi tragó saliva, ella no sabía que esas sirvientas habían maltratado a Jiang Yanzhi en la casa parcial. Pensó que sólo habían ofendido a Pei Cheng, por lo que reaccionó mal, pero después de querer explicar algo, vio que Pei Cheng agitaba la mano con impaciencia mientras decía: "Deja de hablar, estoy harto, me enferma. Regresa y habla con Hu Xiayun". Chun Yi se dio la vuelta y se fue.

Casa Oeste.

Hu Xiayun se levantó de inmediato al enterarse, su expresión no ocultaba su ira: "¿Pei Cheng realmente dijo eso? ¿Que esas sirvientas me culparon?" Chun Yi asintió y con una mirada de ansiedad contestó: "Señora, fui a ver a Dong Lai, y él también me dijo que es cierto. Además dijo ..." Hu Xiayun entrecerró los ojos, "Si tienes algo que decir, date prisa, si te tardas, ya no te preguntaré". Chun Yi se arrodilló enseguida y dudó: "Señora, esto realmente no es culpa de esta sirvienta, realmente no sabía que todavía tenían escondido ese pedazo de jade". Hu Xiayun frunció el ceño: "¿Cuál jade?" De pronto se acordó: "¿Te refieres al jade que les dí antes? ¿No te pedí que enviaras a registrar su habitación?" Chun Yi también estaba agraviada: "Eso hice, mandé a buscar, pero no encontraron nada. Quién sabe donde lo tenían escondido".

Hu Xiayun sintió que algo andaba mal: "¿Dónde está escondido el jade? El tío no debe ver esa pieza de jade o sucederá algo grande. Ve con Dong Lai y pregúntale sobre la pieza de jade específicamente. Averigua donde escondieron el jade esas dos zorras y recupéralo de inmediato. Si lo encuentran ellos, las cosas se pondrán muy mal". Chun Yi asintió y salió corriendo. Hu Xiayun se sentó en una silla, muy irritada, viendo como se iba Chun Yi. Esta basura torpe y sin éxito, ¿que demonios se supone que debe hacer?

Casa Este.

Pei Cheng estaba distraído, acompañó a su hijo a terminar la comida y luego lo convenció de que lo bañara un sirviente. Después salió con una capa negra. No muy lejos, una sombra negra que estaba en el patio de Pei Cheng, entró en el patio de Jiang Rinzhi. Pei Cheng entró en la cocina trasera, Erxi estaba agachado en el suelo preparando medicinas. Cuando lo vieron los sirvientes se sobresaltaron perturbados: "¡Segunda joven señora!" Erxi se sorprendió y se puso de pie rápidamente.

Se levantó y dijo: "Señora, ¿por qué está aquí?" Pei Cheng señaló a un sirviente al azar y le ordenó: "Vaya a preparar la medicina, Erxi saldrá conmigo". Erxi entregó las cosas al sirviente y rápidamente siguió a Pei Cheng, diligentemente le ayudó a encender la luz y preguntó: "Señora, ¿ha venido a buscar a este sirviente a propósito?" Pei Cheng contestó: "Sí, ¿por qué?" Erxi se puso muy contento y dijo: "No es nada, segunda joven señora ... ¿va a ... buscar a esas dos personas?" El paisaje alrededor se volvió cada vez más y más remoto y conocido. De pronto Erxi se dio cuenta adónde iba Pei Cheng, y tragó saliva.