𝐃𝐮𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐨𝐤𝐬 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐚 𝐥𝐚𝐝𝐲

Baby let me follow you down

Dos. Solo dos

Habían dos cosas que Mitsuya Takashi tenía justo frente a él y que jamás se imaginó que pasarían al inicio de su pequeña bromita 

La primera era a un inconsciente Kokonoi que yacía en el suelo del balcón

La segunda, a un histérico Inui al borde de las lágrimas mientras pronunciaba la palabra "mierda" incontables veces

Necesitaba respuestas que no lo llevaran a un colapso nervioso que terminara con él asesinando a su modelo estrella y teniendo que pedirle ayuda a su dulce esposo para ocultar dos cuerpos, le causaba gracia imaginar a Hakkai totalmente asustado ante una escena del crimen. Respiró hondo y dejó que una sensación de paz lo inundara, necesitaba pensar con claridad

- Inui —llamó suavemente a lo que el contrario no respondió y continuó con su monólogo interno

- Inui —esta vez solo caminaba en círculos sin ponerle atención

- ¡Inui Seishu! —gritó por fin captando su mirada que dejó ver el estrés por el que estaba pasando —ahora, dime qué pasó

- Es que yo, ammm él dijo, ababa pero él—balbuceó incapaz de articular una sola oración coherente mientras señalaba con las manos el cuerpo en el suelo

-¡Inui! —gritó de nuevo y se acercó para tomarlo por los hombros y sacudirlo con fuerza —bien, cálmate y dime poco a poco qué fue lo que pasó

Si había algo que Inui admiraba de Mitsuya era la capacidad que poseía de no volverse loco jamás, por más surrealista que fuera la situación —y vaya que siendo amigos de Chifuyu estaban a la orden del día—, el peli morado siempre estaba con esa expresión en su rostro y su dulce tono de voz, dejó que el contacto drenara todo el estrés de su cuerpo y por fin sintió que las palabras saldrían

-Dejé que Yuzuha me convenciera de hablar con este tipo y resultó ser un completo idiota —respondió neutral

- ¿Te hizo algo? ¿cómo fue que llegaste a esa conclusión? —indagó Takashi

La respuesta a esa pregunta le causaba vergüenza, cómo iba a explicar que había perdido los estribos por algo tan estúpido. No era la primera vez que lo confundían con una chica, solían decirle que si dejaba crecer su cabello más de lo normal sería idéntico a Akane; y por más que el tiempo pasara, eso siempre lograba enfurecerlo. Pero estaba seguro de algo, aquel joven de mirada tranquila no lo juzgaría jamás

- Él creyó que era una chica —respondió desviando la mirada ruborizado

En vez de recibir una reprimenda como esperaba, unos brazos se cerraron alrededor de su fina cintura y lo abrazaron con ternura, se permitió derrumbarse sobre él y soltar unas cuantas lágrimas que estaban acumuladas en lo más profundo de su ser, muy pocas veces tuvo el valor de expresar sus inseguridades en voz alta, siempre era el gran y perfecto Seishu; pero esa noche a la luz de la luna fue el escenario perfecto. Duraron así unos minutos hasta que el rubio estuvo más calmado y su respiración se regularizó

- Lo siento, creo que la cagué —se disculpó mientras limpiaba su rostro

- No te disculpes, es algo con lo que has cargado por mucho tiempo —dijo tomando su rostro entre sus manos

- Creo que de todo lo que podía salir mal esto fue definitivamente lo peor —rió mientras frotaba su mejilla en la palma contraria

- Al menos no derramó vino sobre tu ropa, eso sí habría sido lo peor —se burló Mitsuya —En fin, hay que levantar a este idiota y llevarlo a su hotel

Takashi llamó a su cuñado y a su esposo para que se llevaran a Koko y le dieran algo para el dolor cuando despertara. Tendría que pagar los gastos médicos y al pelinegro no le parecería tan gracioso como a él, pero valió la pena