"Lo siento, Lahey, pero soy más una persona de gatos."
Vera Pérez no es ajena a lo sobrenatural. Crecer junto a la familia Hale la ha mantenido bastante bien informada sobre las criaturas que acechan en la oscuridad. Sin embargo, no se convirtió en...
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(deshilachado, pt. i)
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DOS DÍAS DESPUÉS, Vera regresa al loft de Derek para recuperar el resto de sus pertenencias. Ella había venido aquí ayer también para agarrar las cosas de Isaac primero. Derek y Cora habían estado notablemente ausentes cuando ella llegó, por lo que empacó las posesiones de Isaac en silencio, preguntándose si el loft siempre se había sentido tan oscuro y frío como durante esos treinta minutos que había pasado aquí.
Ahora, la luz del sol entra a raudales por la ventana gigantesca contra la pared del fondo, interrumpida por los amplios marcos que proyectan sombras de rayas de tigre sobre el suelo. Encuentra a Derek mirando de mal humor por la ventana una vez más. Sus brazos están cruzados cuando ella entra, los hombros tensos a través de su camiseta negra.
Han pasado dos días. Dos días desde que los echó y no se ha molestado en disculparse ni ofrecer ningún tipo de explicación. No ha estado respondiendo a ninguna de las llamadas o mensajes de texto de Vera. Odia esta sensación de estar afuera mirando hacia adentro. Desde que eran pequeños y se habían escapado para escuchar a escondidas las reuniones de la manada de Talia, siempre se han incluido en sus planes. Le había confiado a ella a quién planeaba darle el bocado una vez que se convirtiera en Alfa. Ahora es como si estuviera atrapada detrás de una puerta con cerrojo con una pequeña ventana que es demasiado alta para que ella la alcance, solo capaz de ver lo que él le permite.Vera desliza la pesada puerta para cerrarla con más fuerza de la necesaria, por lo que el golpe que golpea la pared hace eco en todo el desván. Derek sigue sin moverse. Nada en su lenguaje corporal cambia, aunque ciertamente la escuchó llegar y probablemente vio su auto entrar al estacionamiento, así que la única explicación puede ser que la está ignorando.
Casi se burla. Qué infantil. ¿Qué es él, en sus angustiados años de escuela secundaria?
Luego habla tan abruptamente que Vera casi se lo pierde. "Pensé que te había dicho que te fueras."
Ella niega con la cabeza con incredulidad. Deja que él vaya directo al grano y sea aún más difícil que antes.
"Bueno, algunas de mis cosas todavía están aquí, ¿no? No me diste exactamente tiempo para empacarlas. Me sorprende que no hayas notado que las cosas de Isaac se han ido." Hace una pausa, esperando que él diga algo, cualquier cosa, y cuando el silencio se prolonga, prueba de que no va a responder, sigue adelante con un tono de voz. "¿Incluso vas a disculparte con él?"
