"Lo siento, Lahey, pero soy más una persona de gatos."
Vera Pérez no es ajena a lo sobrenatural. Crecer junto a la familia Hale la ha mantenido bastante bien informada sobre las criaturas que acechan en la oscuridad. Sin embargo, no se convirtió en...
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(desatado, parte ii)
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LA PRIMERA PERSONA que Vera ve después de salir del vestuario, recién cambiada a una blusa blanca y negra con botones metida en sus jeans rotos, es Boyd. Ella tiene que hacer una doble toma al principio para asegurarse de que sea él. Después de mirar más de cerca, determina que la expresión vacía y medio aburrida en el rostro del chico de piel oscura no podía pertenecer a nadie más.
Los pasillos están comenzando a llenarse de estudiantes cuanto más se acerca el tic-tac del reloj hacia la campana de advertencia, por lo que ella tiene que meterse entre las personas para alcanzarlo.
"¡Boyd!" ella llama, captando su atención y haciendo que sus oídos se muevan. Se da la vuelta, recorriendo con su mirada de ojos marrones el pasillo, antes de darse cuenta de que es Vera y mirarla. Es incluso más alto que Isaac, deja la línea de visión de Vera en la parte inferior de su esternón. Ella tiene que estirar el cuello para hacer contacto visual con él mientras continúa. "No sabía que ibas a volver a la escuela hoy."
"Sí, ya no tengo exactamente un teléfono." responde Boyd con el mismo tono desinteresado que siempre parece tener. "Ya sabes, fui secuestrado."
"Bien." responde Vera asintiendo, insegura de cómo quiere que ella responda a eso. "Bueno, me alegro de que hayas vuelto. ¿Has visto a Isaac? Estoy tratando de evitar que asesine a los gemelos a plena luz del día en los terrenos de la escuela." El niño logra una risa parcial que es más como un bufido por la nariz, pasando una mano por su cabello afeitado antes de agarrar las correas de su mochila.
"No lo he visto, pero no puedo decir que si lo viera dándoles una paliza en el pasillo, lo detendría. Tengo que irme. Estoy visitando el casillero de Kyle Weigen antes del primer período."
"¿Kyle?" Vera pregunta mientras frunce el ceño. "El chico que ... ya sabes ..."
Boyd asiente, todo rastro de diversión se ha desvanecido de su rostro. "Sí. Estuvimos juntos en Junior R.O.T.C."
Siente una oleada de simpatía por el miembro de su manada. Boyd ha pasado por una cantidad indescriptible de dolor y trauma en el último año. Es una persona bastante reservada que prefiere mantener sus emociones enmascaradas detrás de un muro de indiferencia y grandes músculos, pero debe estar pasando factura. Nadie es un paria, se convierte en hombre lobo, es capturado y casi asesinado por cazadores, capturado y casi asesinado por Alphas, soporta la muerte de un miembro de la manada, regresa a casa, pierde a otra persona en su vida y se aleja ileso.
