Capitulo 7

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El fin de semana había terminado muy rápido, ahora Robin tenía que ir a sus últimos días de escuela y con el alma destrozada.
Crocodile como siempre fue a dejar a Robin al colegio, esta vez no se despegaría de ella ni a sol ni a sombra.

-Bien, pasare por ti al rato-
-De acuerdo-
-Vamos muñeca cambia esa cara, te ves fatal-
-Si pudiera la cambiaria-
-JAJAJA de acuerdo, entra ya-

Robin apenas iba entrando al colegio y de inmediato se encontró con Nami. A quien se le veía molesta y sorprendida a la vez.

-Robin-
-Hola Nami-
-Nada de hola Nami, ¿ qué significa esto?-
-¿De qué hablas?-
Nami saco un papel de su bolso y se lo mostro a Robin, cuando ella lo vio quedo tan sorprendida como Nami. Se trataba de una invitación para su boda.
-¿Quién te dio eso?-
-Los asistentes de Crocodile estuvieron dándolas a cada invitado-
-No puede ser-
-¿Qué es lo que sucede Robin? yo creía que dejarías a Crocodile y serias feliz con Torao-kun... Rayos, ya hasta pensaba en como estarían sus hijos de ustedes-
-Sabes Nami, yo también llegue a pensar eso...-
-En verdad lo lamento amiga-
-Descuida Nami, algún día me acostumbrare a esto-
-Ya no hay que hablar de esto, mejor entremos a clases-
-Si-

En otra parte de la escuela se encontraba Law, él también había recibido una invitación para la boda de Robin, sus asistentes de Crocodile pensaban que él era un amigo de su futura señora así que por eso le habían entregado una.

-Oeee Torao-
-Mugiwara-ya ¿ qué es lo que quieres?-
-¿Sucedió algo con Robin?-
-¿Por qué no lo preguntas?-
-Recibí una invitación y no tiene tu nombre escrito-
-Bien ya lo sabes, se casara con su prometido, ¿algo más?-
-Deberías hablar con ella, yo no creo que sea enserio lo que ella haya dicho-
-Yo tampoco... Mi corazón me dice que ella miente, y en verdad espero que sea así-
-Ve a comprobarlo tu mismo, habla de frente con ella-
-A veces tienes buenas ideas Mugiwara-ya-
-Verdad que si shishishi-

Narra Law

Creo que nunca me he quejado de la escuela o de mis compañeros, pero esta vez hare una excepción, todo el santo día se la han pasado hablando de la boda de Nico-ya. Al ser un evento grande por la familia de la que provienen ambos, es obvio que la noticia corre como el agua.
Al menos puedo decir que ya solo falta una hora más par que termine todo esto y pueda hablar con Nico-ya, de una vez por todas terminare con esta confusión.

Por fin a llegado la hora, lo único bueno es que se en donde encontrar a Nico-ya, no de en balde pase una semana junto a ella. ¡Ahí esta! Puedo verla, como siempre en la entrada de la escuela, esperando a ese imbécil.

-Nico-ya-
-Law, es decir Trafalgar-
-Necesito hablar contigo-
-Yo... No puedo, es decir, ya no tengo nada más que hablar contigo-
-¿A qué te refieres Nico-ya? Primero me dices que me amas y ahora dices que solo estabas confundida, que en realidad amas a Crocodile. Por favor dime que es lo que pasa-
-En verdad no pasa nada, la única verdad es la que te dije-
-Nico-ya te conozco, y se que esa no es la verdad-
-¿Me conoces? Por favor Trafalgar, pasar una semana juntos no quiere decir absolutamente nada-
-Pero yo...-

Sin que me diera cuenta, ese hombre alto, de cabello negro y bien formado, se acerco a nosotros, y de un solo golpe me aparto de Nico-ya.

-Más te vale alejarte de ella-
-¡Basta Crocodile! Él y yo solo estábamos hablando-
Aun no me reponía muy bien del golpe, pero aun así reuní la fuerza necesaria para voltear a verlo.
-¿Eso es todo lo que tienes?-
-Imbécil-
-Basta ambos, por favor ya vámonos Crocodile, dejalo en paz-
-Nico-ya, por favor hazte a un lado-
-Él tiene razón Robin, no quisiera marchar ese lindo uniforme tuyo con esa asquerosa sangre-
-¡Por favor paren!-

Aun con mi vista un poco nublada podía llegar a ver que Nico-ya, estaba al borde del llanto. Siempre me dije a mi mismo que no quería verla llorar otra vez, y ahora, era yo quien provocaba ese llanto. Sin pensarlo dos veces, deje que Crocodile me golpeara sin hacer un mínimo esfuerzo por esquivar el ataque, ya no quería hacerla sufrir más de lo que ya sufría.

-Solo eres un hablador muchacho-
-Si es lo que tu dices- escupí un poco de sangre después de decir esto
-Por supuesto, ahora déjame decirte algo, si te vuelves a acercar a Robin juro que te matare. Esta vez me contuve porque ella me lo pidió-
-JAJAJA ¿eso es todo?-
Perdóname Nico-ya, se que tal vez no debería decir esto pero, ya no lo aguanto más.
-¿Qué insinúas?-
-Podrás ser el hombre más rico del mundo, y tener la mejor de las suertes pero... Aunque me alejes de Nico-ya y te cases con ella, eso ya no importa, porque ella me pertenece a mi, y solo a mi, tanto en cuerpo como en alma-
-¡Maldito, debiste cerrar tu maldita boca cuando pudiste!- 

Después de decir esas palabras, lo ultimo que recuerdo es ver a lo lejos a Nico-ya sonrojada, mientras que yo era golpeado en la cara y pateado en el abdomen por Crocodile. ¿Qué si me duele? Si, así es, pero valió la pena decir lo que en verdad sentía, a pesar de recibir la paliza de mi vida. Creo que ahora si ya puedo morir en paz.

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