La buena esposa

Espejo, Espejo

Los ojos de Ino se abrieron y se encontraron con el techo blanco. Ella gimió cuando se dio cuenta de que tenía dolor de cabeza y se sentó.

'¿Fue todo un sueño?' Ino se preguntó a sí misma. Ella miró alrededor de la habitación. Estaba cuidadosamente metida debajo de una colcha de colores en una habitación que no reconoció. La habitación estaba limpia y ordenada, y los únicos muebles eran un armario, un escritorio, una silla y la cama doble en la que ella descansaba. Ino cerró los ojos y negó con la cabeza. ¿Ella todavía estaba soñando? ¿Cómo podría ser eso posible? Ino pateó sus piernas sobre el borde de su cama y se puso de pie. La alfombra se sentía liviana y suave bajo sus pies descalzos.

Ino salió de la habitación y notó que estaba en el segundo piso de la casa en la que se despertó antes. Ella frunció.

'¿Todavía estoy soñando?' se preguntó a sí misma. Suspirando, Ino vio el baño y corrió al baño. Levantó el asiento y gimió cuando vomitó hasta el último trozo del gran tazón de ramen que tenía. Ino se derrumbó en el suelo y suspiró. Ella se sintió terrible. Ino se puso de pie y se lavó la cara, luego bebió tanta agua como pudo tragar. Ino negó con la cabeza, disfrutando del agua fría contra su piel y abrió los ojos. Ella miró su reflejo en el espejo.

'¿Ese soy yo?' Preguntó Ino. Su reflejo parecía maduro, mayor y sorprendentemente, mucho más hermoso de lo que recordaba. Su cabello rubio estaba cortado en una sacudida y sus ojos azules brillaban como diamantes. Dos aros de oro colgaban de sus orejas en lugar de los anillos de plata que solía llevar.

¡Ese no puedo ser yo! Ino exclamó mentalmente. ¿Por qué se cortaría el pelo tan corto? ¡Ino amaba su cabello largo! Claro, lo cortó durante los exámenes de Chunin, ¡pero solo para usarlo como una ventaja para luchar contra Sakura! ¡Ella se aseguró de dejarse crecer el cabello nuevamente después de eso!

"Yo," saludó una voz perezosamente. Ino saltó y se dio la vuelta, encontrándose cara a cara con una cara familiar pero diferente. Ella parpadeó. Parpadeó dos veces y luego arqueó las cejas.

"¿Shikamaru?" preguntó ella vacilante. El hombre moreno bostezó. "¿Cuándo te creció la perilla?"

Esta vez Shikamaru arqueó una ceja, "Siempre he tenido una". Ino se quedó boquiabierta mientras miraba a su compañera de equipo. Era más alto y tenía hombros más anchos. Su cabello colgaba suelto sobre sus hombros y una pequeña perilla apareció mágicamente en su barbilla. Se veía muy diferente de lo que recordaba. "¿Estás bien Ino? Naruto me llamó y sonaba frenético."

"¿Naruto?" Ino murmuró mientras se miraba a sí misma en el espejo una vez más, "No lo sé ... ¡Me desperté aquí de repente y luego apareció de la nada!"

Shikamaru se rió, "No apareció de la nada, Ino. Vive aquí. Es natural que aparezca aquí, ¿no crees?"

Ino frunció el ceño, "¡No entiendes a Shikamaru! ¡Tengo dieciséis! ¡No puedo tener treinta y siete como dijo Naruto!"

La sonrisa divertida de Shikamaru se desvaneció y de repente fue reemplazada por un ceño fruncido, "¿Dieciséis? ¿Acabas de decir que tienes dieciséis?"

"Sí", respondió Ino. Shikamaru frunció los labios en una delgada línea.

"Estoy escuchando."

"Ya veo," respiró Shikamaru mientras encendía un cigarrillo. Shikamaru e Ino estaban sentados afuera en un banco en el jardín de la gran mansión. Ino se sorprendió de que la casa pareciera aún más grande por fuera. Konoha se veía igual, pero diferente al mismo tiempo. Algunos edificios han cambiado y la cara de Naruto se ha agregado al monumento al Hokage. Ino no pudo hacer nada más que mirarlo con asombro. Naruto era el Hokage ... no podía creerlo, incluso cuando Shikamaru lo confirmó.