Gentleman [Robbie X Sportacus]

9. TENSIÓN

Estaba emocionado, era como si el tiempo no hubiera pasado. Su mejor amiga de la infancia estaba ahí, frente a él y seguían compartiendo tantos gustos en común. Y mejor que eso, su mejor amiga de la actualidad Stephanie estaba ahí y podría conocerla.

Stephanie, déjame presentarte a Dalia- decía el deportista alegre- ¿Recuerdas que te conté de ella?

Claro que sí- decía dirigiendo su vista a la mencionada- es un gusto conocerla señorita Dalia 

Es un gusto conocerte también Stephanie- decía la chica con una sonrisa 

¿Y a qué se debe su visita ?- decía Stephanie interesada

Bueno, he venido a ver a alguien muy especial- decía sonriendo 

La de melena rosa entendió que se refería a Sportacus y sonrió- Pues, me alegra que esté aquí, usted es alguien increíble, jamás había visto a alguien además de Sportacus con tal habilidad

Gracias, suelo practicar mucho- decía volviendo a colocarse su vestido

¿Que tal si damos una vuelta por la ciudad?- decía el de número 10 a todos

Me, digo, nos encantaría de verdad Sportacus- pero yo y Trixie tenemos unos asuntos pendientes ¿No es así Trixie?- decía viéndola divertida

¿Ah?, Ah sí claro, pero tal vez otro día- decía tomando la mano de la más alta para salir corriendo- Nos vemos luego, vamos Pinky

¿Pinky?- decía la de verde algo graciosa

Así le dice de cariño- decía Sportacus explicándole

Se ven muy unidas- decía honestamente

Si, lo son- decía pensando que incluso más que nunca, tal vez luego le preguntaría si pasó algo- Bueno, vamos, hay muchas cosas que ver por aquí- decía para avanzar con la de melena oscura.

¿Qué hora era? ¿Las 8:00 am? ¿La una de la tarde? Quién sabe, no era raro que el se despertara tarde pero ese día especialmente se sentía, desorientado. 

Se levantó de su cama violeta y caminó a la sala para ver la televisión, nada interesante. Estuvo un rato viendo nada en concreto, solo para distraerse. Estaba aburrido, y parece que él y Sportacus no se verían ese día y pensó en salir; aunque no había salido en todo ese tiempo si no era con el deportista, y menos  de día. Se levantó quejosamente del sillón para cambiarse su pijama y salir, consideró disfrazarse pero sería revivir viejos hábitos así que salió con su clásico traje de rayas, pero; ¿A dónde podía ir? Pensó en algún lugar interesante para pasar el rato y relajarse sin nadie alrededor.

Así que preparó una cesta de picnic con todo lo que comería y salió de su casa para buscar un lugar tranquilo donde instalarse. Caminando y viendo el día, era raro que el saliera cuando estaba el sol, veía las nubes, el césped,  algunos animales y de cierto modo, esta vez no le parecieron tan molestos. Finalmente encontró un buen lugar, debajo de un árbol, de hecho; el mismo donde lo encontró Sportacus esa noche. Acomodó sus cosas y sacó su almuerzo, disfrutando del día y comiendo. Al terminar sacó  una libreta y un bolígrafo para escribir sobre cómo había estado lo que iba de su dia, como un diario, pero el le decía "bitacora" 

Bitácora  No. 21

Es la segunda vez que salgo solo desde mi año de encierro, las demás veces que he salido ha sido acompañado de Sportacus. Hice un picnic y me siento bien, ha sido divertido, pero creo que hubiera sido mejor si el me hubiera acompañado. En este pequeño lapso de tiempo, siento que el y yo nos hemos acercado mucho y me atrevo a considerarlo ahora un amigo, y estoy feliz de eso. Además, mañana es el día que nos veremos en la torre, así que estoy muy nervioso, pase lo que pase, no quiero perder la nueva amistad que tenemos el y yo.

Guardó su libreta junto con todas sus cosas y se dispuso a regresar a su guarida. Camino con su cesta pero algo lo distrajo, un sonido, eran risas. Avanzó para esconderse y escuchar de quien se trataba, eran Stephanie y Trixie.

Te lo digo enserió, yo creo que ella vino solo para verlo a el- decía Trixie entre risas

Puede ser- decía Stephanie de la misma manera

Oh, tu debes de saber algo ¿No?- decía muy interesada- Vamos dímelo Pinky

Yo no sé nada- decía la de melena riendo

Pues si me preguntan a mi yo digo que ella vino solamente para ver a Sportacus- decía orgullosa la de rojo

Tal ves si- decía la chica de falda- ¿Oye quieres helado?

¿Bromeas? Claro que quiero- decía tomando de la mano a la de roza para correr, pasando por unas calles para llegar a la heladería, y por unas milésimas de segundo a Stephanie le pareció haber visto el patrón de rayas clásico de Robbie, pero realmente no estaba segura, y hubiera vuelto para averiguar más pero la verdad es que con eso de que iba corriendo con Trixie, no hubo oportunidad. 

Robbie salió de su escondite, algo serio, ¿Quien había ido a ver a Sportacus? "Ella" dijeron que era una "ella" así que debía ser una chica, rayos, se sentía algo, mal. Caminó de vuelta a su casa más reflexivo y serio, incluso más que su tiempo de auto-encierro, organizó las cosas que tenía en su cesta y la guardo, pensó en ver la tele, pero honestamente tenía ganas de hacer alguna otra cosa, camino por su casa sin hacer nada en especial, solo viéndola, era increíble como el lugar había cambiado en solo un año, algunas cosas permanecía allí pero había cosas nuevas que decoradas su antigua guarida y la volvían un verdadero hogar, había puesto cuadros, muebles nuevos e incluso había organizado sus viejos trajes y disfraces en una especie de galería donde podía verlos, a pesar de no usarlos más le gustaban mucho y decidió conservarlos. Al final, ya por la noche decido salir a la entrada de su casa, abriendo su puerta-bóveda  y ver el cielo, ya había oscurecido se veía lleno de estrellas, no pudo evitar sonreír, su vida había cambiado, pero sentía que había sido para bien, la villanía cambio de la amistad de Sportacus, era el mejor cambio de su vida.

Oh Sportacus, es una bella noche ¿No crees?- decía como monólogo mientras se sentaba en el suelo- Creo que hoy, me siento más feliz que cualquier otro día, a pesar de no haberte visto, el simple hecho de pensar en ti hace que un día gris sea azul, lo se haha; normalmente las personas pensarían que el azul es un color triste, pero no para mí, el azul me recuerda a ti, a tu traje y en especial a tus ojos. Eres una estrella Sportacus, tal vez la más brillante del cielo, y te agradezco cómo has sido conmigo. Cuando recuerdo tu sonrisa, no puedo evitar sonreír yo también, o al escuchar tu voz. Seguramente si me escucharás creerías que soy demasiado cursi, y seguramente, tendrías razón.

Y el de rayas simplemente se quedó ahí, viendo el cielo nocturno, disfrutando de sus pensamientos, ansioso por el día de mañana.

Sería un dia que no olvidaría