XXIX

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—Erick- le llamó Patricia logrando que se separen- no quiero arruinarte la emoción, pero, sabes que esto es temporal ¿No? Es mientras proporcionamos una denuncia hacia tu madre- le informó.

—No quiero tener que volver con ella.- dijo firme, pero en voz baja.

—Probablemente a raíz de la denuncia tengas que volver con ella- le informó- pero una vez suceda eso vas a poder iniciar con el proceso de emancipación.

—Entiendo.- murmuró.

—Pero bueno, no pensamos en negativo ahora- dijo Patricia, acercándose para acariciarle la cabeza- ya es muy tarde para que salgan solos así que hoy dormirán acá ¿Sí?- ofreció con una sonrisa.

—Por mí no hay problema.- Afirmó la anciana, levantándose con ayuda de su bastón.

—Por mí tampoco.- Dijo Erick apurándose a ayudarla.

—Sofía puede dormir en mi habitación y yo duermo con Israel en la suya, y Erick con Joel ¿Sí?- Dijo en voz alta esperando que estén todos de acuerdo.

Los mencionados asistieron por lo que rápidamente se despidieron yendo cada uno al lugar asignado para dormir, Erick había acompañado a la mujer hacia la cama mientras esta le indicaba cuales serían sus labores y lo recibido por estas logrando que la felicidad del ojiverde aumente ya que no esperaba recibir tanto.

Realmente se imaginaba durmiendo en la calle con apenas lo suficiente para comer.

Una vez se aseguró que la mujer estuviese cómoda y lista para dormir salió de la habitación encontrándose al rizado quien estaba recostado contra la pared con el celular en la mano, esperándolo.

— ¿Vamos?- ofreció, con una sonrisa, al verlo salir y tras un asentimiento del mayor se dirigieron a su habitación justo después de escuchar un pequeño chillido de felicidad por parte Israel al notar que su madre dormiría con él.

—No me va alcanzar jamás la vida para agradecerte- comentó el ojiverde una vez estuvieron dentro de la habitación- eres como, no sé, un ángel que llegó a alegrarme la vida.

—No fue nada, haría eso y más por ti- contestó retirando la parte superior de su ropa- haría todo lo que esté a mi alcance para que estés bien, Erick, nunca lo dudes. Eres de las personas más lindas que llegaron a mi vida y eso es lo que yo jamás podré terminar de agradecerte.- Finalizó lanzándole un pantalón de dormir.

Los reflejos del ojiverde eran lentos por lo que el pantalón ya había caído al piso para cuando logró reaccionar generando que ambos soltaran una pequeña carcajada.

—Te quiero.- Dijo con una sonrisa.

—Yo también te quiero.- Afirmó devolviéndole la sonrisa- Pero estas todo sucio- remarcó al mirarlo, riendo- ¿Quieres tomar una ducha?- ofreció sacando una toalla del armario que el ojiverde aceptó con gusto.

Una vez cerrada la lluvia artificial Erick tomó la toalla que Joel le había ofrecido secando su cuerpo para ponerse el pantalón, también del rizado, para cuando notó que no tenía ropa interior más que la que se acababa de quitar por lo que suspiró frustrado.

Recordó que en su mochila había, pero le daba vergüenza tener que explicarle eso a su novio por lo que eligió quedarse así y tras secarse bien el pelo salió del baño con solamente un pantalón holgado, de la misma forma que se encontraba Joel cuando entró a la habitación.

Tras tomar su celular juntó el valor necesario para recostarse al lado del rizado quien se encontraba hablando con sus amigos, al sentir su presencia soltó el celular con la mano derecha para pasarla por debajo del cuello del ojiverde abrazándolo y atrayéndolo hacia él.

En una posición ligeramente incomoda los dos acabaron con los celulares sobre el pecho del rizado quien a la par que hablaba con sus amigos abrazaba a Erick que estaba buscando la foto del dibujo.

—Mira.- pidió volteando el aparato hacia su novio una vez encontró la imagen.

—Joder- fue lo único que logró exclamar ante el asombro debido a la obra de arte que tenía en frente- es simplemente maravilloso, no puedo creerlo, que talento tienes- comentaba mientras seguía hipnotizado en la imagen del celular.

—Te voy a hacer otro, para que lo tengas- comentó, sonriendo- porque este lo rompió mi mamá- explicó con un deje de tristeza en la voz.

Joel dejó su celular al lado de la almohada para darse la vuelta y abrazar bien a Erick quien quedó con el rostro totalmente enterrado en el pecho del rizado sintiendo todo su calor.

Tras empezar a sentirse asfixiado se dio la vuelta quedando en posición de cucharita que fue justo como se durmieron.

Un poco de tranquilidad después de tantas emociones juntas!!!  

Luces apagadas||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora