My Cutte Little Fish [Y.M][#1][PENDIENTE]

3

[3/3]

---

El felino no sabía qué hacer. Tenía a un lindo chico sobre él, quien seguía lamiendo su cuello. Yoongi apretó los ojos, nervioso, mientras un suave aroma a fresas y frutos rojos comenzaba a emanar del pececito. 

—¡No pares! —chilló el pálido, estremeciéndose al sentir cómo el chico hacía pequeños movimientos. 

—Gatito, me siento extraño… —susurró Jimin, con voz temblorosa. 

Yoongi, desesperado y con los nervios a flor de piel, buscó algo en su auto. Encontró una caja y logró sacar una pastilla, que rápidamente metió en la boca del peli rosa. Este la tragó con dificultad. El felino no estaba seguro de si el supresor haría efecto, pero al ver cómo Jimin se desplomaba en su pecho, respiró aliviado. 

¿Acaso las sirenas y los tritones tenían celo? Esa pregunta lo atormentaba mientras acomodaba al chico en el asiento. Sin más remedio, siguió manejando hacia su hogar, frustrado. Ahora parecía que tendría un nuevo inquilino en su vida. 

—Jodida mierda… —murmuró, mirando al chico dormido. 

Minutos después, Jimin despertó. Observó el auto estacionado en un lugar extraño y se preocupó al no ver al felino. Sin embargo, se calmó al verlo regresar con unas cosas en las manos. Aunque tenía curiosidad, prefirió no preguntar nada. 

—¿Ya despertaste? —preguntó Yoongi al notarlo. 

—No sé qué pasó… —respondió Jimin, mirándolo confundido. —Solo sentí algo raro en mi interior. 

—¿Puedo preguntarte algo? —dijo el felino, mirándolo fijamente. 

—Claro. —asintió Jimin. 

—¿Ustedes, los seres acuáticos, tienen celo? —preguntó Yoongi, un poco incómodo. —Ya sabes, la necesidad de procrear con alguien más. 

El pececito lo observó, tratando de comprender la pregunta. Finalmente, suspiró y se acomodó para mirarlo mejor. 

—Sí. —respondió con sinceridad. —En mi mundo también hay alfas y omegas. 

—¿Y tú eres…? —preguntó Yoongi, intrigado. 

—Soy un omega de tritón. —respondió, sin titubear. —Y ahora estoy con un alfa que huele a ricas mandarinas. 

—No creo que a tu alfa le agrade que estés cerca de otro alfa. —comentó Yoongi, cruzando los brazos. 

—Oh, yo no tengo alfa. —respondió Jimin, mirando por la ventana. —Al menos no lo he conocido. 

—¿Cómo los reconocen en el fondo del mar? —preguntó Yoongi, curioso. —Me imagino que todos tienen aroma a pescado… Aunque contigo sentí un olor a fresas y frutas. 

—Cada uno tiene un olor único, y solo los destinados son capaces de percibirlo. —explicó Jimin, girándose para verlo. —Aquí es diferente, siento muchos aromas, pero el que más sobresale es el tuyo. 

Yoongi guardó silencio, sin saber cómo responder a eso. Poco después, el lindo pececito estaba sobre su espalda mientras él cargaba las compras y algunos documentos. 

¿Por qué? Pues Jimin se negaba rotundamente a caminar, así que Yoongi tuvo que llevarlo a cuestas. Cuando finalmente llegaron a su hogar, el felino abrió la puerta con dificultad y entró, dejando al peli rosa acomodado dentro de su casa.