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—¿Entonces? ¿Cuáles son nuestras actividades para este viernes? -Eleanor cuestionó– Digo... Tú estudiaste aquí por mas de tres años, debes de conocer sus tradiciones... Espera ¿qué es eso?

Heather sonrió ampliamente en cuanto escucho los gritos de emoción afuera del edificio.
Tomo su mano y la arrastró hacia la salida rápidamente.

—Son los May Bumps.

Eleanor la miro curiosa antes de ver a la multitud de estudiantes en el río observando la competencia de remo. Heather le sonrió completamente animada y la llevo hacia ellos tomando dos banderas y comenzando a animar a los competidores.

La mujer de cabellos rubios la observó sonriente, observó sus mirada llena de vida, la sonrisa en su rostro y la emoción que parecía emanar de ella.

Tomo una bandera y también entrelazo sus manos antes de comenzar a animar a los competidores también mientras el concierto de Cello en E menor de Elgar se escuchaba por los altavoces de la universidad.

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—¿Así que... ?

—Tengo una pasión inexplicable por la investigación, no solamente para cosas que son tendencia en el mundo hoy en día... Si no por aquella que parece que han sido olvidadas pero siguen ahí. -Adele murmuró mirando fijamente a el hombre frente a ella.

—Señorita... Su pasión me parece abrumadora y no me malinterprete, abrumadora en el buen sentido, puedo percibir sus ansias de comerse al mundo y salvar a quien sea posible. Me reflejo en usted.

Adele sonrió orgullosa sintiendo como su corazón palpitaba rápidamente, era todo lo que había soñado, ser aceptada por su futuro mentor.

—Se que estará bien en las manos de cualquiera de los profesores de la carrera y que también la ayudarán en sus tesis e investigaciones...

—No, no, espere -entonces todo pareció derrumbarse– ¿Pero usted?

—Este ha sido mi último año, lamento informarlo, tomaré mi jubilación y veré que depara el mundo.

—Pero... Pero usted... Yo -entonces la furia se hizo presente– No me puede hacer esto ¡escogí esta universidad por usted! ¡Escogí esta área por que me parecía fascinante su trabajo! ¡No me puede hacer esto!

—Señorita Dankworth, se que estará bien...

—Sabe que... Olvidelo, al diablo con sus estupidos libros e investigaciones, usted también y también esta horrible universidad.

El hombre de barba la miro atónito, dejó su servilleta en la mesa del pequeño restaurante, se levantó de su asiento y la miró fijamente.

—Llegará tan lejos como se lo proponga señorita Dankworth, solo recuerde que hará bien si mira hacia abajo y observa en donde esta parada.

Adele lo miró irse y la mezcla de la furia y la vergüenza se hicieron presentes en su cuerpo. Sus mejillas comenzaron a quemar al igual que sus ojos, tomo rápidamente su bolso, y salió lo mas rápido posible de ahí.

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—Creo que no hace falta que haga una nueva audición señorita McGovern.

Clarisse sonrió orgullosa en cuanto los tres profesores presentes se levantaron para aplaudirle.

—Es bienvenida en esta universidad si usted lo desea.

Clarisse hizo girar el cello en sus manos completamente orgullosa de si misma, estaba apunto de las lágrimas a si que se limitó en asentir y agradecerles lo mas pronto posible.

—Gracias a usted...

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—¿Hev? ¿Hev que hacen? -Eleanor cuestionó al ver la forma en la que los alumnos festejaban la victoria de su equipo.

—Es una tradición Lea. -Heather respondió sonriendo ampliamente ansiosa por hacerlo.

—No, no... Heather, va a llover, no voy a meterme a el río y...

Sin embargo, antes de que pudiera terminar su frase, la mujer de ojos verdes la había empujado hacia el interior del río junto a los demás alumnos antes de lanzarse.

—¡Oh dios! ¡Esta helada! -Eleanor exclamó en cuanto salió nuevamente a la superficie– ¡Esta helada! -exclamó  nuevamente viendo a la pelinegra.

Heather rio ampliamente antes se recibir un golpe en el hombro por parte de Eleanor.

—Hev... Voy a congelarme.

—No, no lo harás. -respondió ella.

Heather nadó hacía ella rápidamente y la tomo de la mano guiandola por las orillas del río.

—Amaba esta época del año, amaba tirarme al río después de la victoria -Heather le susurro abrazándose a su cuello al sentirse ajenas a las personas a su alrededor–. Olvidalo Lea, definitivamente te estas congelando, dame la mano, regresemos a la orilla.

Eleanor le lanzó agua en la cara antes de comenzar a nadar con dificultad hacia la orilla haciendo reír a su compañera. Heather rio al verla quitarse los tacones y el saco completamente empapados, la vio acomodarse el cabello ante los leves rayos del sol que aún lograban colarse entre las espesas nubes y sonrió. Era hermosa.

—Dame la mano, vamos... Si la lluvia nos sorprende, nuestra capilla queda cerca.

Eleanor tomo su mano de mala gana y así ambas comenzaron a caminar en silencio con las manos entrelazadas y jugando entre ellas.

—¿Siempre es así? -Eleanor cuestionó al escuchar la música que las bocinas alrededor del campus transmitían.

—Todos los días... La radio de la universidad se encarga de ponerla y muchas otras veces son conciertos de la facultad de música en vivo, normalmente eso pasa en los exámenes finales.

Eleanor asintió sonriendo.
Difrutaba de la sensación del cesped bajo sus pies, del aire volando su cabello y secandolo bruscamente y del calor de la mano que tomaba la suya.

Era una sensación nueva pero encantadora, la abrumaba, era un amor que no había sentido nunca y en lugar de cerrarse se había abierto a él a pesar de saber que al final podría terminar con el corazón en mil pedazos, pero si ella podía arreglar los cuerpos de los demás, también podía hacerlo con el suyo.

Rió negando con la cabeza en cuanto sintió las gotas de la lluvia mojar su hombros observó levemente a Heather y sonrió nuevamente.

Nueva pero encantadora.

—¿Quieres correr? -Heather cuestionó en cuanto la lluvia comenzó a incrementar.

—Quiero sentirla. -Eleanor respondió deteniéndose, tirando sus cosas en el cesped y abriendo los brazos.

Heather rió levemente al verla hacerlo y ladeo la cabeza al verla cerrar los ojos y dar varias vueltas en su lugar con la cabeza hacia arriba dejando que la lluvia la empapara por completo. Eleanor fue consciente de la mirada sobre ella y rápidamente abrió los ojos para, seguidamente tomar la mano de su compañera nuevamente.

—¿Lea?

—¿Si? -Eleanor la miró fijamente.

Heather se acercó mas a ella acariciando su mejilla tratando de transmitir todo lo que sentía, Eleanor cerro los ojos sonriendo al sentir el cálido tacto en su mejilla ya fría, colocó su mano sobre la de ella y finalmente la beso.

La beso bajó la torrencial lluvia que había pasado a segundo plano para ellas.

“... Quiero sentirla”.

Bajo la lluvia de LondresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora