Sexagésima Quinta Alma

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『❝¿Ha valido la pena?❞』

Con la mirada perdida hacia quién sabe dónde, JiMin solamente podía sacudirse por inercia al ser llevado por NamJoon en el hombro. Su pecho sentía un gran dolor y su cabeza explotaría en poco tiempo.

Lo único que su mente podía recordar era aquella mirada de decepción por parte del alfa al que él había considerado el amor de su vida, y que aún estaba muy clavado en su corazón y en su mente.

Sin embargo, él sabía que las cosas jamás volverían a ser las mismas, y aunque su lobo parecía deprimido, no era lo suficientemente malo. JiMin no sabía porqué se estaba sintiendo de un momento a otro tan débil.

─Luna, ¿Pasa algo? ─Preguntó NamJoon, repentinamente compuesto y con voz gruesa─, su olor es... diferente y pegajoso...

─M-Me siento mal... ─Se sinceró el omega.

De un momento para otro ahogó un enorme grito y comenzó a llorar. NamJoon, impresionado, buscó algún lugar en donde pudieran parar, pues cada vez estaban más cerca de la frontera que debían cruzar.

Justo en el momento en que soltó a JiMin, éste comenzó a toser y luego vomitó, cayendo en el piso cuando todo se volvió negro y su equilibrio desapareció. NamJoon se apresuró a acercarse para comprobarlo, pues el omega se había hecho un ovillo mientras sollozaba.

Cuando hizo amago de tocarlo éste se apartó, poniendo sus dos manos en alto. NamJoon observó como con horror su marca sangraba y JiMin lagrimeaba y gimoteaba, su omega obviamente llamando a su alfa.

─¡Luna! ─Gritó preocupado al ver al omega desplomarse.

Eso no estaba bien. Definitivamente no. YoonGi observó como JiMin cerraba los ojos y su aroma desaparecía levemente, volviéndose más suave, su marca cobrando un color amarillento y cutre.

─A-Alfa ─Gimoteó JiMin adolorido, llamando al lobo de YoonGi.

NamJoon no entendía absolutamente nada, pero sí sabía que eso no era normal y que JiMin necesitaba ayuda. Así que haciendo su mayor esfuerzo se agachó e intentó tomar delicadamente al omega en sus brazos.

Cerró los ojos pero no percibió nada, y devolverse tampoco era una opción, pues habían demasiadas fuerzas militares ahora en medio de la ciudad y él no se arriesgaría a volver a una maldita base militar con el omega en ese estado y él sin estar totalmente recuperado.

─Resista ─Pidió a la nada.

La luna dio tres latidos, haciéndose más grande y más pequeña a ojos de los lobos que no parecían estar afectados. Una garrafal brisa recorrió a Esmeralda, los lirios del valle entre las montañas se doblaron y algunos se partieron por la intensidad del movimiento.

Conforme se acercaba a la salida por las sombras, pudo ver a varios centinelas que muy probablemente estaban buscándolos, y su cuerpo se hizo más grande al verse en la necesidad de proteger al débil omega entre sus brazos.

Cuando por fin se vio cerca NamJoon arrugó la nariz al sentir un extraño olor que no lograba reconocer correctamente y se obligó a sí mismo a dar más para poder largarse rápido, reacio a crear una guerra innecesaria aquella noche.

Lastimosamente él estaba muy equivocado. Un festival del horror lo recibió apenas pisó el pasto que ya no era verde, sino que estaba cubierto de un manto rojo carmesí y alrededor habían muchos cuerpos de diferentes personas, incluyendo niños.

Jamás había visto algo así. Un impulso lo hizo querer correr y efectivamente, eso fue lo que hizo, intentando liberarse de aquel tétrico panorama.

Entonces JiMin se removió entre sus brazos y bostezó, intentando abrir los ojos y NamJoon lo cubrió como pudo.

─No veas esto, mantente así ─Ordenó receloso.

Iba a seguir, sin embargo en un momento determinado JiMin abrió los ojos totalmente y NamJoon salió disparado hacia el piso, el impacto haciendo tronar su columna vertebral.

Inmediatamente y tambaleando se levantó y luego se convirtió en un nuevamente, pequeño lobito, y comenzó a correr en dirección desconocida para NamJoon, quien se levantó e intentó apresurarse a alcanzarlo, pero era inútil.

El omega estaba mareado y no se paró a ver a su alrededor, sintiendo a su alfa cerca y queriendo verlo. Lo estaba llamando y su marca estaba doliendo por el abandono, lo quería a su lado, lo quería cerca suyo.

Pero no debió haberlo hecho, porque su velocidad no le había permitido darse cuenta de que, sin querer, había entrado a un sangriento campo de batalla donde habían centinelas matando personas y gente de Zafiro intentando defenderse.

Los Deltas se habían vuelto más grandes y gruñían protegiendo a los suyos, pero él los ignoró. Necesitaba llegar donde YoonGi.

Entonces cuando estaba a punto de acercarse donde había una gran concentración de gente, una loba considerablemente más grande que él lo atacó amistosamente, haciéndolo rodar y tomándolo del lomo como haría una madre con su cachorro.

JiMin le gruñó amenazadoramente, pero ella sabía que él aún no podía lastimarla de gravedad. Intentó jalar al pequeño cachorro que se aferraba con sus garritas al piso, pero éste se liberó de nuevo y se transformó, comenzando a correr por el campo de batalla.

─Hyung, Hyung... Alfa, por favor ─Gimió desesperado, con su voz cansada y su cuello y camiseta llenos de sangre.

Un centinela entonces lo agredió y lo sometió contra el piso, dispuesto a morder su garganta y matarlo. JiMin vio su vida pasar frente a sus ojos pero un lobo se atravesó, uno que tenía una marca en su pelaje y reconoció a la gente de Zafiro. Se apresuró a levantarse y a correr de nuevo, acercándose a la concentración de gente cuando sintió que su marca daba otra punzada y él cayó al piso de rodillas, arrastrándose mientras los hombres lo veían.

─¡HYUNG! ─Gritó desgarradoramente con todas las fuerzas que tenía, su garganta resentida─ ¡He vuelto! ¡Hyung, por favor! ─Chilló, los hombres mirándolo con rostro estoico.

NamJoon llegó detrás suyo receloso justo en el momento en que YoonGi salió y JiMin lloró de felicidad.

─H-Hyung... está aquí... ─La mirada de YoonGi lo recorrió de pies a cabeza, examinándolo.

Pero su corazón ya no era el mismo.

─¡Atrápenlos y llévenlos al calabozo! ─Ordenó despiadadamente.

─¿Qué...? ─JiMin observó como los hombres se movilizaban y retrocedió, cambiando la expresión de su rostro.

Ni siquiera el verlo ensangrentado ni tan débil lo compadeció, pero lo que pensaba el alfa era que no debía compadecerse de alguien que no lo había hecho tampoco por él.

─¡Luna, vamos! ─Gritó nervioso, jalando a JiMin y poniéndolo en su hombro de un tirón.

Su vientre sintió una punzada y sangre resbaló con sus piernas. JiMin lo observó con los ojos llorosos, pero la mirada de éste no le transmitía absolutamente nada. JiMin entonces utilizó su último aliento para mantener la cabeza en alto, mirando como éste cada vez se veía más lejos.

«Te amo, Min YoonGi»

─¡Retirada! ─Gruñó NamJoon, alzando una mano.

Los lobos de Zafiro se transformaron e hicieron su respectiva formación, aullando a la luna con nostalgia. Antes de alejarse por completo JiMin pudo observar como YoonGi soltaba una lágrima y él quiso limpiarla y consentirlo.

Pero pasó algo que no se esperó.

Porque detrás de JiMin los centinelas se abrió paso una persona que JiMin jamás pensó ver de nuevo.

Porque se suponía que MinJi había muerto.

«Te odio, Park JiMin»

» ¿Qué clase de horrible lugar es ese?

» Se llama "Realidad"

『❝Fuiste un lindo sueño, pero tenía que despertar❞』

jajaja al chile sí me pasé de verga vdd

Almas Gemelas •• YoonMin ••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora