Era abril del 2014 mi papá se fue a la playa mientras que yo no pude ir gracias al colegio... En la tarde me mandó una imagen de una tabla de surf, mi tabla de surf... Mi primer tabla de surf. Fue algo así como amor a primera vista, media 6'00 pequeña a comparación con las que había utilizado antes.
¡Estaba tan ansiosa de poder usarla por primera vez!
Una semana después fuimos a Jaco con un amigo de mi papá quien tiene dos tablas, el viaje se me hizo eterno y apenas llegamos ya me estaba metiendo al mar.
Cada tabla es diferente y en mi opinión es como si la tabla estuviera destinada a ser tuya aunque cuesta un poco adaptarse a ella, ese fue mi caso me subí en la tabla y se hundió bastante y además no sabía como acomodarme bien.
Resulta ser que yo siempre reme mal, para poder agarrar la ola tienes que remar con bastante fuerza pero ese día yo no sabía eso por lo que las olas me dejaban, e igual que la otra vez me empece a enojar así que le dije a mi papá que cambiáramos de tabla, pero era más difícil ya que esa tabla era mucho más delgada, menos gruesa y más puntiaguda. No quería que así fuera la primera vez que utilizaba mi tabla pero me enfoqué más en mi enojó que en poder aprender.
Salí durante un tiempo y luego volví a meterme y logre mejorar un poco.
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Mi deseo por el mar
Historia CortaUna adolescente se ve interesada en el surf y su deseo de llegar a ser profesional es más grande que cualquier cosa. Se verá con la duda de saber que pasa en un futuro próximo o talvez lejano.
