En lo más apartado del Reino se encontraba un azabache con un chico peli azul pastel, estos dos se encontraban muy cómodos leyendo libros, ese par de chicos se sentían cómodos con el silencio que los acompañaba, le importan tres bledos que el azabache fuera el príncipe se sentía cómodo con su compañia, si bien no se veía de lo mejor que una persona de clase baja se juntara con una de clase alta, a ellos le importaba poco, solo se sentaban a leer en silenció por un par de horas hasta que se cansaran.
-Interesante el libro que me prestaste, simplemente querian estar juntos pero no podían,¿Lo podras creer?- el peli azul le contaba con interés al azabache quien simplemente lo escuchaba atento, le gustaba el brillo en sus ojos, ese brillo que reflejaba armonía y paz.
-Si, lo lei varias veces seguidas. Es un poco intenso al principio pero después, se van acostumbrando hasta que su padre los descubrían, es simplemente tragico y espléndido- Sonrió socarrona mente mientras veía al chico de cabellos semi largos acomodarse.
-Si, es muy interesante, ¿leiste el que te di la otra vez?- pregunto curioso
-Si, estuvo interesante al ver la interacción de los dos personajes, pero no me gusto el final- Suspiro un poco cansado cerrando sus ojos acomodandose al lado de éste.
-Me gustaría algún día poder ser un excelente escritor, ¿Que opinas?- pregunto el peli celeste al lado de su amigo
-Pienso que deberías ser lo que tu quieres, solo que aún estamos muy chicos para eso, podemos ser Escritores juntos, ¿opinas?- lo miro y le sonrió con su típica carisma que tanto le gustaba a los ojos Rubí
-Solo tenemos 17 años touya, me gusta pensar en mi futuro desde ahora, si me atrae la idea de ser Escritores juntos, solo que la sociedad no quiere que sea participé de eso, recuerdas las reglas que impuso tu padre?-
-Si,si. Ya, por eso no te preocupes, solo.. puss lo ignoramos, ¿o no?-
-podemos meternos en serios problemas touya- habló serio
-Ahh, solo te preocupas por eso, a mi no me importa, si no se entera aún, ¿entiendes? -
-Si entiendo perfectamente-
-Los dos chicos se juntaban todos los días en ese bosque, debajo de el árbol de cerezos los padres del azabache no sospechaban, nadie lo hacía, solo lo miraban extrañado por el comportamiento raro que tenia al salir todas las tardes. No se lo tomaban de sorpresa, podría estar en otras partes del Reino o en el pueblo, no levantaba sospechas de con quien se veía, solo se iba y regresaba a la puesta de sol-.
