Soundwave probablemente era quien mejor comprendía a todos los Decepticons.
Estar en silencio era su arma y su fortaleza.
Todos veían en él un soldado digno de respeto por su fidelidad a su líder y a la propia causa decepticon, pero lo cierto es que él no servía a nadie más que a sí mismo.
Seguía órdenes porque así él disponía.
Sí, probablemente Soudwave era el único que conocía el lado de Megatron que muchos ni siquiera se atrevían a imaginar.
La realidad era muy sencilla para quien sabe mirarla, o mejor dicho, para quien tiene la paciencia y sutileza de observarla.
Sus tareas no permitían que paseara por toda la nave, ni mucho menos que compartiera su tiempo con su líder o sus compañeros y a pesar de eso, aguardaba mucha información de cualquier tipo de índole.
El conocimiento era poder, quizá su spark siempre lo supo y su vida se condujo bajo tal ideal. Jamás olvidado.
Por eso, él lo sabía.
La parte de Megatron que ningún otro percibe . El gran e inflexible hasta llamado cruel líder de los decepticons, en realidad también sentía, (el llamado por humanos) amor.
Quizá debido a sus actos grotescos contra cybertron y sus habitantes, sería una total ofensa a tan cálido sentimiento habitar en aquel ser cuyos deseos de conquista era una amenaza para muchos, sin embargo así era.
Soundwave ni siquiera había cuestionado su conclusión. Era evidente.
Aunque en realidad, sólo para él lo era.
Incluso su objeto de afecto permanecía ignorante frente a los sentimientos de su líder. Y por el trato que recibía de este, a nadie se le ocurriría decir que él era especial.
Megatron era también un buen mentiroso.
Soundwave sólo se limitaba a observar como siempre.
A su líder no le gustaba la decisión de su Spark. Su campo afectivo no escapaba de sus actitudes habituales que desplegaba en la guerra. Era necio, controlador, y cruel.
Probablemente, para su amo Megatron, albergar tal incontrolable afecto significaba signo de debilidad.
Y así era.
¿Acaso permanecía ajeno a sus acciones volubles?
¿O era consciente y lo dejaba pasar con desdén?
Porque a nadie con sus cables bien conectados se le ocurriría perdonar a quien evidenció ser una amenaza para su Spark.
Incluso cualquiera podría divisar un comportamiento extraño si prestaba la atención necesaria en el pasado de Megatron: Un gladiador. Seres reconocidos por su fuerza, destreza y su bestialidad sanguinaria. Seres que debían borrar la bondad en aras de sobrevivir, y privilegiar la victoria sobre toda compasión.
¿Donde quedaba esa proeza?
Un gladiador teniendo piedad por un simple subordinado.
Solo Starscream tenía tal privilegio y este ni siquiera era capaz de reconocer lo que provocaba en su líder.
Por supuesto, siendo ya clasificado como un traidor, Megatron era mucho más precavido con su infame sentimiento. Dejarlo al descubierto significaría un grave error que Starscream transformaría en una valiosa e invaluable oportunidad.
¿No dicen los humanos que el "que se enamora primero pierde"? Ciertamente eran seres inferiores pero debía concederles cierto crédito, pues desde el inicio de su historia se habían intrigado por quienes eran y aquello que sentían.
ESTÁS LEYENDO
Soundwave lo sabe
RomansaEn donde Soundwave reflexiona sobre su conocimiento por lo que bien podría llamarse secretos privados.