13 de Agosto 2020,
Inicio del semestre escolar.—JÓDETE IMBÉCIL.
Una maravillosa manera de comenzar la mañana.
—¡No se te ocurra volver a mostrar tu maldita cara por aquí o me olvidaré de que eres mi hija!
—¡Ni siquiera soy tu hija, pedazo de mierda!
—¡Más razones para que empieces a correr antes de que te rompa los dientes!
La peliazul gruñó, se agachó y recogió su empolvada mochila que previamente fue lanzada desde la ventana del segundo piso por su padrastro. Se dio la vuelta decidida a marcharse, no sin primero levantar ambos dedos medios hacia el alfa mayor.
—¡Umi!— la desesperada voz de su madre llegó a sus oídos cuando estuvo a punto de cruzar la entrada de la berja que rodeaba la casa.
Chasqueó la lengua y empuñó ambas manos con fuerza al momento de voltear en respuesta del llamado. Grandes lágrimas surcaban por el rostro de su madre, no pudo evitar sentir la irá creciendo dentro de su cuerpo al ver eso.
¿Ahora sí? ¿Ahora sí le dolía? ¡¿Ahora sí era importante?!
—Por favor, hija, podemos arreglar esto— la omega suplicó.
—Muy tarde ya, ¿No te parece?— inquirió con amargura.
No, claro que no disfrutaba de ver a las personas sufrir, mucho menos a la mujer que le dio la vida, pero ya mucho la habían jodido como para seguir soportando más basura.
—Por fav-
—¿Cuántas veces te pedí por favor que le dijeras a este estúpido que dejase de intentar controlarme a su antojo?— preguntó tensando la mandíbula —¿Cuántas veces te pedí por favor que me trataras como tú hija y no como una puta extraña a la que insultabas e ignorabas cada que querías?
—Umi tienes que entenderme por favor. Luego de tu padre yo-
—YO TAMBIÉN PERDÍ A PAPÁ— gritó, harta de esa situación y la hipocresía de su madre —Y LO SOPORTÉ, Y AGUANTÉ TU MIERDA, Y AGUANTÉ QUE NO PASARON NI DOS JODIDOS MESES CUANDO YA HABÍAS METIDO A ESTE BASTARDO EN LA CASA POR LA QUE MI PADRE SE PARTIÓ LA ESPALDA TRABAJANDO DÍA Y NOCHE INTENTANDO COMPRAR.
No pasó ni un segundo después de eso para que su cuerpo diera de lleno contra el suelo cuando su padrastro le asestó un fuerte golpe en la cara.
—¡Respeta a tu madre, maldita sea!
La peliazul sintió rápidamente un desagradable sabor metálico en su boca. Por el dolor, estaba segura que le había roto el labio y no contentos con tanta mierda a su pobre persona; el impacto hizo que se mordiera la lengua de una forma espantosa.
Se levantó de inmediato y escupió la sangre que se había acumulado en su boca, ya luego se enjuagaría bien en los baños de la escuela.Estaba dispuesta a lanzarse encima del alfa y molerlo a golpes, pero llegó a su cabeza la siempre persistente imagen de su verdadero padre, odiando y penando cualquier tipo de violencia.
Si no estuvieran fuera de la casa de su progenitor se habría encargado de dejar sin rostro al esposo de su mamá. Ya no tenía respeto por nada ni por nadie más, solo su papá, así que al menos no iba a deshonrar su voluntad en su maldita propiedad.Le dio una última mirada llena de odio a ambos y salió de ahí.
Podía escuchar los gritos de su padrastro y el escandaloso llanto de su madre aún después de haberse alejada del gran portón.Se quedaba corto decir que estaba fúrica, incluso el estómago le ardía y dolía del coraje que estaba pasando.
—Maldito imbécil— murmuró entre dientes apretando los puños, su aura se había vuelto sumamente hostil, hasta las pobres personas que pasaban por un lado intentaban alejarse lo mas rápido posible, alfas, betas y omegas por igual. Después de todo, Umi estaba lejos de ser una alfa pequeña o débil, no, no, todo lo contrario.
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B̶a̶d̶ Sad Puppy! [PRÓXIMAMENTE]
FanfictionDe todos los insultos, comparaciones, barridas de mierda y molestías, Sonoda Umi nunca esperó ser definida como un perrito triste. Sin embargo, parecía que Minami Kotori siempre tenía algo bajo la manga para sorprenderla. ¿Pero a quien engañaría? Es...