Cynder: ¡Spyro por favor!....... ¡déjame entrar!
Una voz angustiada y llena de dolor le respondió.
Spyro: ¡No Cynder! Necesito estar solo.
Cynder, la dragona negra, suspiro frente de la puerta de una habitación, mientras escuchaba los fuertes sollozos del dragón purpura, era la quinta vez que sucedía esto.
Cynder: ¡Spyro no conseguirás nada así! ¡Déjalo ir!
Spyro: ¡Vete Cynder! ¡Quizás sea fácil para vos! ¡Pero para mí él era uno de los dragones más importantes de mi vida!
Cynder derrama unas lágrimas, odiaba ver a Spyro sufrir así.
Cynder: ¡Pero no quiero verte así!
Spyro: ¡Vete Cynder!
Cynder: ¡Pero....
Spyro: ¡VETE! ¡Y DEJAME EN PAZ!
Escucho un golpe y más gemidos mucho mas fuerte provenientes del interior de la habitación, Cynder escucho por un tiempo lo que habían sido horas y horas de puro llanto de Spyro. Decidida a ayudarlo fue corriendo a la sala de la pileta de las visiones.
Ella había encontrado a Spyro, solo en el balcón del templo y decidió acompañarlo, lo malo fue que cuando llego, vio que Spyro tenía una mirada de tristeza y los ojos llorosos, a punto de llorar, ella supo porque era e intento consolarlo, pero eso solo hizo que Spyro llorara y le gritara, luego de eso, salió corriendo, entro al templo y se encerró en su habitación. Hacia 3 horas de eso y ella se había quedado, esperando y suplicando al dragón purpura dejarla entrar, en vano, como vieron antes no lo había logrado.
Cynder abrió la puerta y entro a la sala, donde Terrador, Cyril y Volteer estaban alrededor de la pileta de las visiones, estos giraron sus cabezas en cuanto entro, expresando cierto enojo, estaban en plena reunión.
Terrador: ¡Cynder! Estamos en plena reunión, no puedes entrar así nomas, tienes que irte.
Cynder: ¡Pero es que necesito su ayuda! ¡Por favor! ¡Es urgente!
Cyril: ¡Joven dragona! ¡Ya escuchaste a Terrador!
A Cynder se la saltaron unas lágrimas.
Cynder: ¡¡¡PERO ES SPYRO!!!
Los tres se pusieron duros ante la declaración, sabían perfectamente lo que significaba.
Terrador: Hay no....... No me digas que está llorando otra vez por Ignitus.
Cynder: Si.
Los tres dragones adultos bajan la cabeza tristes.
Terrador: Es la quinta vez consecutiva que esto sucede, no puede seguir así.
Cyril: Concuerdo, desde que llego al templo Spyro no se ha pasado ni un día sin llorar.
Volteer: El joven dragón no ha hecho otra cosa que sufrir, llorar, ponerse melancólico, culparse, pobre Spyro esta tan lleno de dolor que no puede aceptarlo.
Terrador: Si, pero tenemos que poner fin a esto, no podemos dejar que Spyro sigua llorando por el resto de su vida, Ignitus no quería eso, tiene que aprender a aceptarlo.
Cyril: Pero Terrador ¿Cómo? Ya hemos hecho todo para consolarlo y sigue llorando igual.
Terrador: Lo sé, Pero tiene que hacerlo, será lo mejor para él y para todos.
Volteer: Ignitus ocupaba un lugar muy especial en el corazón de Spyro, su pérdida ha partido el alma del joven dragón, necesita un tiempo para recuperarse.
Terrador: Si Volteer, todos vemos y sabemos cuán fuerte es la relación entre Spyro y Ignitus.
Cyril: Pero no puede continuar así, vamos... tenemos un joven dragón que consolar.
Terrador se acercó a Cynder y le limpio las lágrimas.
Terrador: Tranquila Cynder, ayudaremos a Spyro.
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La Leyenda De Spyro: El Lazo.
FanfictionEl mundo ha sido salvado, Malefor a sido derrotado al fin, todo a vuelto a una calma que hacia una era que no se sentía por esas tierras, como un respiro de aire... Todo esto indicaría que debería marchar bien para nuestros queridos héroes, pero la...