𝐋𝐏 | Al descubrir su pasado Izabel no piensa parar hasta encontrar alguna pista sobre su tia
Cueste lo que cueste..
Fecha de inicio:09/04/21
Terminada:14/04/22
Reescrita: 12/12/22
Harry Potter x oc female
Segundo libro de Iza Weasley
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...
Tres meses después..
La pelirroja se encontraba completamente en lágrimas sobre su cama, le habían dado una noticia que esperaba no escuchar nunca.
-¿Y ahora que haré con mí vida?-pregunta Izabel hacia su padre-¡Espere tanto para este momento! ¡Y estás estúpidas cosas lo arruinan!
-Tranquila calabaza, aún tienes tres años en Hogwarts, tendrás tiempo-dice Arthur intentando calmar a su hija menor, pero al parecer eso no funcionó
-Iza.. No es para tanto, tu padre tiene razón, tendrás tiempo para formar parte del equipo-dice Molly intentando acercarse a su hija pero está suelta un resoplido antes de volver a sollozar.
-¡No entienden nada!-exclama Izabel y da media vuelta sobre su litera, observando la ventana dejando a sus padres a su espalda-Necesito estar sola.
-Izabel porfavor, no seas asi-suplica Molly pero es interrumpida por su hija.
-Porfavor-suplica la pelirroja, sus padres apenados salen del cuarto, al salir los sollozos de la adolescente se hacen más fuertes.
Habían cambiado muchas cosas luego de esa noche en el ministerio de magia. Mas en la madriguera Weasley.
La lesión de Izabel había sido mas grave de lo que los medi-magos habían esperado. La pelirroja no podía hacer ningún tipo de fuerza, no podía subir las escaleras, cargar nada pesado, y lo que más le dolía en el corazón, jugar al quidditch.
Con su melliza habían soñado por años, llegar a quinto año y jugar juntas en el equipo de Gryffindor. Pero Izabel estaba muy débil para poder hacerlo.
Sus padres estaban destrozados, viendo cómo su hija menor derrumbarse a pedazos. Porque eso era lo que estaba sucediendo, Izabel se estaba derrumbando a pedazos, no era la misma chica, había cambiado, y no para bien.
Pasaba sus días encerrada en su cuarto, leyendo libros. Poco a poco fue desconectandose de si misma, bloqueando a todos sus seres queridos, o cualquiera que intentaba ayudarla.
Cuando Izabel recibió la noticia de la profecia estaba bien, lo entendio y encaró con mucha madurez. Pero todo cambio cuando ninguna de sus cinco cartas tuvo respuestas. Hacía meses que Izabel y Harry no conversaban, el nunca contesto.
-¿Puedo pasar?-pregunta Ginny abriendo lentamente la puerta, Izabel resopla molesta
-Ya estás adentro-dice Izabel y da media vuelta para observar a su hermana cerrar la puerta detrás de ella.
-Solamente quería saber cómo estabas-dice Ginny acercándose a la cama e Izabel rueda los ojos antes de sonreír oreja a oreja.
-Estoy perfecta, ya te puedes ir-dice Izabel y vuelve a dar media vuelta observando la ventana de su habitación. Ginny e Iza solían compartir una habitación, pero con todas las restricciones de Izabel, sus padres decidieron renovar un almacén.