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Era un gran día para la UA se celebraría el festival deportivo como todos lo años pero esta vez lo hacían para que el país viera que un simple ataque no frenaría a la tan prestigiosa escuela para héroes, patético según un peli celeste que tenia que verlo a fuerza por orden de su sensei aunque a el le resultara estúpido pero tal vez y podría ver que tan bueno era el mocoso que su hilo rojo le había mostrado, no es que lo admitiera pero jamás creyó que encontraría a su hilo rojo y aunque le desagradaba la idea de que fuera un mocoso aspirante a héroe no era nada que no pudiera arreglar, había investigado sobre el y no es como si hubiera vivido una linda vida así que suponía que no le costaría mucho hacer que deje de creer en los héroes, por otro lado estaba un peliverde pensando y pensando, hoy era su primer gran prueba para demostrarle a el símbolo de la paz que era capaz de ser su sucesor, pero tampoco podía dejar de pensar en la dirección que le tomo dos semanas encontrar en lo barrios bajos, con su gran capacidad deductiva no le tomo mucho investigar el escondite exacto de Shigaraki Tomura y se dio un gran facelpam al darse cuenta de lo obvio que era el lugar y como ningún héroe se había dado cuenta pero claro "oculto a simple vista" pero claro no iba a negar que era un método muy eficiente. 

Comenzaron a llamar a cada clase al estadio siendo bien recibidas por el publico pero las mayores ovaciones llegaron cuando la clase 1A se hizo presente siendo mal vista por alguno de los otros alumnos, lo primero que pidieron fue unas cuantas palabras de Bakugo por ser el primer lugar en el examen de admisión de la UA y como siempre solo dijo boberías de ser mejor que todos, lo primero que nuestro peliverde tuvo que enfrentar fue una batalla de obstáculos en la que intento no usar el AFO pues sabia que lo peor estaba por venir, Tomura desde la pantalla no perdía de vista al peliverde no era muy destacable pero tampoco era un completo inútil como mucho de los que estaban ahí, aunque no entendía por que llevaba ese pesado de metal que solo lo retrasaba, la cámara principal solo enfocaba a los alumnos que iban de frente pero gracias a su conocimiento en computadoras podía hackear las distintas cámaras que habían atreves del complejo y no perdía de vista al peliverde, observaba cada paso que daba, pero la curiosidad le gano al ver que el chico comenzaba a desenterrar las minas y no iba a negarlo pero una gran sonrisa surco su rostro cuando el peliverde se lanzo a ellas y salió disparado posicionándose en el primer lugar usando a los primeros dos para darse el ultimo impulso y llegar primero en la carrera, si el mocoso era malditamente inteligente, tal vez no seria tan malo tenerlo de su lado.

Hilos RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora