Capítulo 5

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Luna no quiso hablar del tema, no quise forzarla. Cuando llegamos a la secundaria no habían muchas personas, y las que habían parecían tener un pie más adentro de un ataúd que afuera. Cuando llegué fui al casillero, me giré para hablar con Luna pero había desaparecido.

Entre a la cafetería, nunca me había sentado sola. Revisé mi teléfono como si tuviera algo importante que ver o a alguien a quien contestarle.

Mire la puerta varias veces esperando que entrará alguna de las dos. No pasó, siempre habíamos esperado ahí antes de entrar. En realidad yo desayunaba ahí porque nunca lo hacía en casa.

Nunca me había sentido así de sola, no sabía que podía ser tan dependiente. Todo lo que había criticado de las chicas en los libros porque dependían de un chico, era la misma dependencia a mis amigas.

En ese momento salí de mi pensamientos Bella, Cailin, Ulises y Orión se sentaron en la mesa en la que sólo estaba yo.

-Tan bonita y tan sola -solto Ulises apenas se sentó- eso debería ser un delito.

- ¿y como podes estar como si no hubieras tomado nada? -hablo Bella bajando sus lentes negros un poco- ¿cual es tu secreto? ¿Sos un vampiro en secreto o algo?

-No tome tanto -eboce una pequeña sonrisa- eso es todo.

-tomaste como albañil recién pagado -solto Orión frunciendo levemente el ceño

Bella y Ulises soltaron una risa sonora de la que se arrepintieron rápidamente porque se agarraron la cabeza, y fruncieron el ceño.

-No se que me pasa

-Y... -hablo Bella y miro a sus amigos, mire a Orión que la miraba fijamente- tus amigas ¿Todo bien?

-Bella

-no está bien -le dije a Orión- no se, vi solo a Luna, no creo que se arreglen las cosas entre ellas.

Hubo un silencio de lastima por unos segundos, porque era obvio lo que estaba pasando y que yo también iba a salir perjudicada.

-No te preocupes cachorrito -rompio el silencio ulises- ya te adoptamos chiwawa.

-no la trates como un perro -le dijo Bella y volvió a mirarme- ¿queres hablar sobre lo que pasó?

-Sos una vieja chusma Bella -le dijo con firmesa Orión

-Voy a estudiar psicología -se defendió- solo quiero ayudarla

-No seas hipocri... -no pudo terminar de hablar que se abrieron las puertas de par en par.

Las A, pero no estaban solas, estaba Bone con ellas, específicamente con Ophelia de la mano. No fuimos los únicos en voltear a verlas, todos los que estaban en el comedor comenzaron a murmurar, si aún en este siglo, en mi escuela eran bastante homofobicos. Algunos, otros se centraban en el echo de que nos habíasos separado las tres, no eramos populares por así decirlo, solo era el echo de que estabamos siempre pegadas, básicamente desde el jardín de niños.

No me miro, yo busque con la mirada a Luna, no estaba ahí, sabía perfectamente donde estaba, en el baño en el último cubículo, no iba a ir a buscarla, cuando lo hacía era porque quería estar sola, y le iba a respetar eso.

Cuando se sentaron la atención de los que estaban en la mesa se poso en mi, era algo incomodo pero extrañamente se sentía cómodo.

-Solo paso un día desde que llegamos y esto se parece a una novela execibamente dramática -hablo por primera vez Cailin, su voz era grabe y calmada, me recordaba a la de mi padre.

Paso un rato y sonó el timbre, fui a clase de historia, entre y me senté casi en el fondo de la clase, vi que empezaban a entrar personas más un poco más grande que yo. Mire a mis lados y vi que habían personas igual de confundidos que yo. Hasta que entro el profesor.

Todo es por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora