27 - Cambios

2.2K 346 17
                                    

ADVERTENCIA: Este Fanfic fue adaptado de una obra previamente realizada por mi con el ship Kaisoo, misma que esta inspirada en el kdrama secret. Quiero mencionar que este fic es una montaña rusa de emociones y quizá a veces se van a enojar mucho, otras me van a odiar o a un personajes solo espero que le den la oportunidad.

Igualmente aclaro que NO se nada de leyes y todo lo que esta aquí descrito es mera ficción puesto que no se como funcionan las leyes con certeza en estos casos.

Disfruten.

-----------------------------------------------------------------------------------------



POV MEW

Sorbí una vez más de mi copa, Art movía sus dedos sobre la mesa. Daba pequeños golpes que comenzaban a molestarme.

-Deja de hacer eso.

-Ash, estas insoportable – rodó los ojos – Pudimos haber salido de la oficina después pero eres un obseso del control y míranos aquí, media hora antes – mire hacia otro lado.

-La puntualidad ha sido clave para el negocio y lo sabes Art.

-Ya sé sabelotodo, solo que a veces me gustaría que fueras más relajado. Eres un dolor de culo cuando te pones así, ósea... siempre.

- Mejor pide algo antes de que no solo sea un dolor en el culo sino que además te saque de esta negociación.

-Eres odioso – se puso de pie y los sanitarios.

Yo no me había puesto odioso ni era un dolor de culo como decía Art, simplemente me había centrado en mis cosas. Dos años atrás había dejado la empresa de la abuela, sabía que tenía más socios y personas de confianza que podían manejarla. Había puesto mi propia empresa de entretenimiento donde se creaban los mejores juegos de virtuales de Corea, había sido algo duro, pero tenía contactos y un gran equipo de trabajo. Claro si contamos a Art y a Bright Vachirawit como un gran equipo.

Resulta que Bright era uno de los mejores programadores que pude conocer, algo así había sabido cuando me entere realmente porque había estado en la cárcel. Su novio Win era un mercado logo experto y Art, bueno... él siempre fue mi mano derecha.

Todos ellos me siguieron en mi locura por empezar mi propio pequeño imperio que aun constaba solo de algunas oficinas y un sótano donde se creaba junto a grandes mentes los mejores juegos.

-Es imposible – escuche a Art cuando llego a la mesa.

-¿Qué es imposible? – salto viéndome.

-Oh, no... nada, creí haber visto a alguien del otro lado de la calle.

-Sí, bueno. Concentrémonos en lo que diremos. – Mire hacia la calle, en ese momento que quede pasmado. Ahí estaba él, hacía años que no lo veía, caminaba a un lado de otro hombre por la calle, llevaba un traje negro a la medida, su cara estaba adornada por unos enormes lentes de armazón redondos, sus labios estaban tan rosas, sus ojos enormes y su piel parecía aún más achocolatada. Me puse de pie inmediatamente.

-Señor Suppasit, gracias por esperar – mire frente a mí, Fluke Natouch estaba estirando su mano para saludar, salí de mi ensoñasón.

-Buenas tardes, tome asiento – mi mirada fue de nuevo hasta la calle, ya no estaba. Podía jurar que lo había visto, ese era Gulf Kanawut. El mismo Gulf Kanawut que dos años antes se había ido a Japón.

-Comencemos entonces – asentí y le di una pequeña sonrisa, mis manos hormigueaban y mis pies se sentían inquietos, todo en mi pedía que corriera al encuentro de esa persona.

*** 2 años atrás.

-Adiós Mew .

- Adiós Gulf – Salió por la puerta de mi casa, estuve a punto de ponerme de pie. Tomarlo por la cintura y estrecharlo contra mí mientras le decía cuanto quería que se quedara, que podemos superar esto juntos, que podíamos salir adelante.

Cuando no se escuchó más ruido fuera de mi puerta me deje caer contra el sofá y derramé todas las lágrimas de impotencia que tenía, mi pecho dolía, dolía mucho.

-Diablos Gulf, te quiero – apreté mis manos con fuerza - ¿Cómo maldita sea te metiste tan hondo? Me puse de pie y camine hasta las botellas de alcohol que había en mi bar, ese día no iría a trabajar para nada, ni mañana. Si me quedaba sobrio iría a impedir que Gulf se fuera Japón y no lo haría, yo no le haría eso a él.

***

Unos meses después de que Gulf se hubiera ido a Japón, me di cuenta que la florería había pasado a manos de alguien más, Bright trabajaba a medio tiempo en un restaurante pero seguía viviendo en la casa de Gulf.

Un par de veces lo había ido a ver ahí, sabía que a veces eran excusas para estar cerca de algo que me recordara a Gulf. Jamás lo llame, algunas veces pregunte por él pero después me rendí, me concentre en mi nueva empresa.

Dos años se habían ido rápido, con lo ocupado que estaba, una boda a la que por supuesto no asistí, problemas con mi abuela, la ausencia de Gulf y mis constantes idas a un terapeuta.

Y aquí estaba yo, tirando todo a la basura y caminando por la calle, buscando a alguien que tal vez haya imaginado, dejando a un futuro inversionista con Art y valiéndome todo, porque esa alucinación o imaginación había sido lo más real que había visto en dos años. Y por no decir que lo más bello.

-De verdad si me llevas a un lugar de comida fea te despediré, ya pasamos el restaurante – mire hasta el otro lado de la calle, un hombre alto caminaba junto a alguien más a quien cubría.

Cuando se movió un poco y lo dejo a la vista, mi corazón se alborotó un poco.

-Gulf – susurré. Era Gulf.

-Eres un odioso Kento – refunfuño – Yo conozco perfectamente por aquí y si no encontramos algo te preparare yo mismo la comida.

-Sí, amo como cocinas. Eso me hace recordar cuando celebramos St.Valentin y me preparaste una cena, fue exquisito - ¿En qué momento ya iba yo detrás de estas dos personas?

-Oye no tienes que recordarme eso. ¿Cómo es posible que a tu novio no le dieras algo mejor que un jarro que compraste afuera de mi casa?

-Mi novio era un gruñón y no supo apreciar mi regalo – sentí un nudo en mi garganta cuando vi que la mano del chico viajo a los hombros de Gulf.

-Tú eres un pésimo novio – gruño Gulf.

-No, tu eres el peor novio que he tenido – me quede pegado en el piso por un segundo, mi mirada seguía sobre ambos chicos.

Ambos rieron y siguieron jugando por el camino.

-¿Y si uno de los dos tiene a alguien?

-Entonces habrá terminado.

Ambos caminaron al pequeño puesto de comida que estaba ahí en la esquina. Me quede aun mirando, Gulf giro entonces y sus ojos se encontraron con los míos.

-Mew – vi sus labios formular. Le regalé entonces una pequeña sonrisa.

- Gulf – Lo vi separarse del otro chico y caminar de regreso a mí, mis manos picaba por tocarlo.

Cuando estuvo más cerca me permití verlo un poco mejor. Ojos negros, no había ojeras tan pronunciadas, color de piel saludable, estaba más llenito, unos labios de infarto y la sonrisa más hermosa de este mundo.

Cuando sentí su cuerpo entre mis brazos, mis piernas casi flaquerón. Su respiración estaba en mis mejillas.

-Ha pasado un tiempo – susurró, solo pude asentir con una sonrisa.

- El suficiente – contesté y plante un beso en su coronilla. Mis brazos lo apretaron contra mí. 

ROTO | MEWGULFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora