fourty four

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Las cosas no podrían ir mejor: se relación era genial, eran como mejores amigos, pero con el sentimiento de amor mezclado en medio, haciendo de eso una buena combinación.

Era sábado de pizzas, y Michael se dispuso a cocinar para Andy. Un par de pizzas de pepperoni, las favoritas de ambos, siendo compartidas en el porche acompañadas por un par de latas de Fanta.

El frío comenzó a hacerse presente en el cuerpo de ambos y Michael decidió que era hora de buscar unos abrigos. Se adentró en la casa en busca de dos camperas, ambas de él.

Andy se envolvió en una chaqueta de cuero. Michael notó que era la que usó el día del hospital, pero sacó ese mal recuerdo de su mente, concentrándose en ella.

Las manos de Andy jugaban nerviosas entre su pecho, a lo que él preguntó si le sucedía algo.

"Um, no pasa nada Michael."

"Andy, Andy, querida y dulce Andy, te conozco. Ahora dime que sucede o ya sabes..."

"¿Qué es lo que sé?"

"Las guerras de cosquillas no son tu fuerte así que te conviene decirme qué tienes ahí."

"¿Ahí dónde?" Andy se hizo la desentendida, pero Michael notaba que ocultaba algo.

Él se paró de su pequeño sillón y se acercó a ella, comenzando a mover sus manos frenéticamente por sus costados, haciendo que ella riera por las cosquillas.

Un pequeño papel se cayó de entre sus piernas; Michael fue más rápido y lo tomó.

"5692577852; Rudolph Morren (consultas), para Andy Farr."

"¿Qué es esto, Andy?"

Ella carraspeó, nerviosa.

"Es el número de un amigo." dijo ella.

"¿Un amigo al que le haces consultas?" no respondió. "Bien, entonces puedo llamarlo, ¿no?"

Su tono no llegaba a ser enojado, mas bie intrigado por saber lo que ella ocultaba tanto.

Michael salió corriendo hacia adentro de la casa, con su teléfono en mano y marcando los números que dictaba el papel.

Minutos después, él salió fuera nuevamente, donde se encontraba Andy abrazada a sus piernas sobre el pequeño sillón mientras miraba a un punto cualquiera en el suelo, perdida en sus pensamientos. Cuando reparó en la presencia de su novio, volteó a mirarlo.

"Andy, quiero que me digas la verdad." ella no respondió, solo atinó a escuchar las palabras que Michael dijo después. "¿Es cierto que tienes leucemia?"

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para el que no entendió el numero era el del doctor de Andy
si quieren dedicatoria comenten ;) voy a empezar a dedicar caps por eso so
nos leemos, las quiero, besos de pinkie

sea at midnight ; mgcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora