𝑽𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒄𝒉𝒂𝒅𝒂𝒔

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ᴅᴇsᴛɪɴᴇᴅ ʟᴏᴠᴇ
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ: 𝑽𝒊𝒐𝒍𝒆𝒕𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒓𝒄𝒉𝒂𝒅𝒂𝒔

La suave brisa nocturna acaricia su piel dulcemente hasta adormecerlo, perdido en su ensoñación es indiferente ante el par de manos que recorren su pecho en silencio para desnudarlo, desatando los primeros botones hasta que la tela es lo suficient...

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La suave brisa nocturna acaricia su piel dulcemente hasta adormecerlo, perdido en su ensoñación es indiferente ante el par de manos que recorren su pecho en silencio para desnudarlo, desatando los primeros botones hasta que la tela es lo suficientemente ligera para caer de sus hombros.

Sus heridos y rojizos labios abandonan un sollozo cuando los rastros de su lazo se iluminan en carmesí bajo la luz de la luna mientras aquellas heladas manos delinean en su piel los rastros de lo que alguna vez fueron rosas perfectamente trazadas en su clavícula, aun así, aquel roce es preciso sobre los hematomas de sangre que lo recubren, como si él mas que nadie conociera lo que esconde tras ellos.

Ante la luna sus siluetas se deforman y crean una sola, su respiración es débil, pero pesada al momento en que siente el aliento cálido impactar en el espacio entre sus clavículas y el peso muerto en sus brazos, a pesar del dolor en todo su cuerpo se mantiene de pie hasta que él solloza contra su pecho.

— Desearía nunca haberte perdido.

SeokJin cerro sus ojos y negó, no quería escucharlo, no quería verlo, no quería encontrarlo.

Ambos brazos rodeaban su cintura con calidez, cubriéndolo del frío que sin su camisa se sentía mas amenazante ante la noche. Sus labios rompieron todo el silencio en la habitación cuando sollozo dolorido por la sangre que comenzaba a derramarse de su boca hasta su cuello sin pausa.

Aun con sus ojos cristalizados pudo ver las figuras borrosas que lentamente se acercaban a ellos con la intensión de separarlos, pero era imposible. YoonGi sujetaba con tanta fuerza su cintura en sus brazos que en cualquier momento podría doblarlo, además, sus dientes se encargaban de desgarrar la piel de su garganta a cada ruido en la habitación.

Jadeo cuando una de sus manos tiro de su cabello hacia atrás para exponer aun mas su cuello, respirando contra su piel y saciandose de su débil aroma a miel.

Mordió el interior de su mejilla cuando un ligero paso sonó cerca de ellos y los dientes del alpha se hundieron más en su garganta. Su corazón se paralizo al igual que sus músculos, con sus manos detuvo a los demás y en un susurro les dio a entender que si se acercaban mas él terminaría marcándolo.

Sus cuerpos lentamente se deslizaron y se acomodaron en el suelo. SeokJin se hallaba recostado mientras el alpha de rodillas lo sostenía aún de su cintura e impedía cualquier movimiento de su parte. 

— Lo sabias, sabias que estaba ahí por eso te fuiste...

Los dientes aun se mantenían cerca de su cuello, como una leve amenaza.

— Incluso me miraste, ¿crees que no lo sentí?

YoonGi alzó su rostro, su nariz aún no paraba de sangrar e incluso algunas de aquellas gotas caían al suelo, sus labios eran lilas y sus ojos grises eran ocultos bajo cientos de ojeras.

— Que no pueda verte no significa que no pueda encontrarte.

Ahogo su preocupación en su pecho y bajo la mirada del contrario lloro con desesperación, quería irse.

— No soy mas que un desastre por ti.

— No es así...

— Lo es.

Sentía que se ahogaba en sus propias palabras, en el fondo lo sabia, pero no quería admitirlo.

Se retorció a dolorido cuando el alpha comenzó a lamer la representación de su lazo muerto al mismo tiempo en el que se quitaba la chaqueta, dejando a la vista la camisa blanca que cubría su espalda llena de sangre.

Su marca también sangraba.

— YoonGi, debes irte.

— Perdón. — Murmuro bajo. — Aquella noche lo sentí, sentías mucho miedo en tu interior, pero luego...

SeokJin sollozo por la vergüenza, si antes estaba asustado ahora se sentía apunto de ser reprendido.

Cerro sus ojos, esperaba las mismas palabras que alguna vez escucho por parte de sus padres al enterarse que estaba embarazado de un desconocido, como lo destruyeron por traicionar a su pareja y como se deshicieron de él a penas tuvo a su cachorro en sus brazos.

— Tu desapareciste y deje de sentirte, tu rompiste muestro lazo.

Aquello se sintió como una punzada en su pecho, la mirada de YoonGi sobre el en busca de respuestas lo aturdia como nunca nadie lo había hecho, le dolía y lo humillaba al punto de querer salir de ahí corriendo o estrellar su cabeza en el suelo hasta desmayarse para no tener que contestar.

No podía, simplemente no podía decir que lo engaño con el primer hombre que vio aquella noche, que se acostó con él sin pensarlo dos veces con el único propósito de hacerle daño.

Porque tenia miedo.

— Lo hice porque te avergonzaba, ¿no? te daba vergüenza saber que alguien como yo estaba contigo.

El agarre en su cuerpo se tenso.

— Un estúpido omega mimado que solo sirve para ser una cara bonita.

Su sangre se congelo y en un segundo su cuerpo fue soltando con delicadeza sobre el suelo, solo hasta ese entonces noto la suave brisa que acompañaba a un nuevo amanecer.

Escucho la delicada risa de YoonGi y sus ojos comenzaron a lagrimear de nuevo.

— Vete...

Colocando sus manos en el suelo busco apoyo para lograr ponerse de pie bajo la atenta mirada de todos en el cuarto, tambaleándose antes de alzar sus ojos y enfrentarse a su pasado.

— No vuelvas a acercarte a mi, YoonGi.

— No lo haré.

Tembló en su lugar y asintió, dispuesto a irse de ahí paso a su lado sin rozar sus hombros.

— Lo siento, SeokJin.

Un profundo dolor comenzó a extenderse por todo su cuello, al igual que miles de agujas traspasando la carne blanda y desgarrando su piel, la sangre exploto de su hombro hasta el suelo y la marca que permaneció oculta comenzó a grabarse con rapidez hasta volver a florecer en su clavícula.

Ambos mentimos.

• Ni modo, no hay sistema

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• Ni modo, no hay sistema.

• Leyéndolo me di cuenta que no tiene sentido, pero en mi defensa ya estoy harta, ya ni se como terminarla y ya no quiero seguir.

ᴅᴇsᴛɪɴᴇᴅ ʟᴏᴠᴇ  ||  ʏᴏᴏɴᴊɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora