𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟽

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—¿Hyung?

—¿Qué pasa corazón? —.Preguntó el nayor acariciando los suaves cabellos de su novio.

—¿Usted realmente me ama? Es que...

—¿Qué es lo que pasa?

BeomGyu dudó unos segundo sobre decirle lo que pensaba a su hyung. Ambos se encontraban sentados a ala orilla de aquella linda playa, ese lugar tan mágico que se había convertido en su sitio favorito para estar, para hablar, para pensar.

—Sé que usted es mayor que yo, y que esta rodeado de muchas personas que lo quieren, y no sé, a veces pienso y siento yo soy completamente diferente a la clase de persona que lo rodea.

SooBin lo observó bien, por un segundo creyó que BeomGyu lo había descubierto.

—¿Crees que no eres suficiente?

BeomGyu asintió con un poco de pena, no era mentira que jamás había sentido o tenido un amor tan profundo con el que tenía por SooBin, y es que aunque se escuchara demasiado ridículo, SooBin era la primera persona que lo hacía sentir realmente feliz.

Estaba completamente agradecido con su llegada.

—Lo eres, BeomGyu. Para mí eres más que suficiente.

¿Todo había sido una mentira? Aquellas palabras que su hyung le decía todo el tiempo ¿eran mentiras? ¿Todas las palabras de amor y juramentos fueron sacados de la manga? BeomGyu estaba seguro que toda su vida había sido un juego, que realmente todo aquello que había pasado alguna vez con ellos fue parte de una historia de fantasía, llena de mentiras.

¿Cómo podría recuperar aquellas horas perdidas con SooBin? No había marcha atrás y era lo que más le dolía, saber que no podía regresar el tiempo y realmente jamás haber conocido a SooBin.

Tal vez su intento de suicidio había sido un desastre, pero de alguna manera había conseguido ir con SooBin a cualquier parte de la ciudad, pero estaba con él.

Sintió su cuerpo pesado, y su pierna se sentía seca gracias a toda la sangre que rodeaba esa parte, comenzó a gemir del dolor al tratar de mover su pierna y no pudo hacerlo.

Diablos, ¿en qué mierda estabas pensando Choi? Se cuestionó él solo en su mente.

Tenía que hallar a SooBin, o al menos descubrir en donde estaba, porque BeomGyu dudaba mucho que SooBin se haya quedado con él, sabía que solo lo había dejado tirado en algún lugar de ahí.

Trato de levantarse de aquel frío suelo, se sostuvo se una mesa de fierro tratándose de impulsar, una vez que estuvo de pie logró mantenerse así durante dos segundos y volvió a caer al suelo.

—Si tu pierna no está bien deberías quedarte tirado.

Se escuchó aquella gruesa voz por todo el lugar, la piel de BeomGyu se puso fría y los nervios atacaron de nuevo.

—Eres un idiota, ¿en qué estabas pensando cuando te disparaste? ¿O acaso querías morir?

BeomGyu no quería hablar, no por ahora, no con él.

Rabbit gruñó y con rapidez y rudesa golpeó de manera brutal la costilla derecha de BeomGyu.

—¡Aaaagh! ¡N–No hagas eso!

—¡Cállate mierda! ¿Te crees muy listo Choi? ¿Piensas que matándote tus problemas se resolverás?

BeomGyu quería chillar, el golpe había sido tan fuerte que juraba haber sacado todo el aire de sus pulmones.
SooBin caminó hasta poner cada uno de sus pies a cada lado de BeomGyu, se agachó un poco y jaló a BeomGyu de los cabellos.

—No trates de asustarme o intentar hacer algo como eso enfrente de mí, porque te mataré yo mismo Choi.

—E–Eso... a ti no te importa.

—¿Qué has dicho estúpido?

—¡Que no te importa!

SooBin azotó con fuerza la cabeza de BeomGyu en el suelo, haciendo que este chillara más fuerte. SooBin se dejó caer al suelo a un lado de BeomGyu.

—¿Piensas que no me importa?

—¿Q–Qué caso tiene? S–Si realmente nunca te importe.

SooBin lo miró fijamente, vio el rostro de BeomGyu bañado ee sangre por el golpe, sus ojos estaban repletos de lágrimas.

¿Cómo es que todo esto estaba pasando?

—Si realmente no me importarás, te hubiera dejado morir ahí mismo.

BeomGyu lo miró fijamente y comenzó a reír, no había reído estando con él frente  y eso fue algo que a SooBin no le causó gracia.

—No seré tan listo como tú SooBin, pero si yo realmente te importara...

Tragó saliva para terminar de hablar.

—No me hubieras mentido.

SooBin enfureció, sacó su arma de fuego y apunto hacia BeomGyu, el menor se asustó un poco al ver a SooBin de esa manera, el mayor estaba enojado y nervioso, porque sabía que BeomGyu tenía razón.

—¡No te dolió, tú no tienes idea por lo que pase! ¡Todo este tiempo lloré y sufrí demasiado! ¡Puedes matarme ahora! ¡No tengo una razón para seguir con vida!

BeomGyu no sabía de dónde había sacado tantas agallas para decir todo eso, estaba nervioso por lo que SooBin fuera hacer. Pero una parte de él quería liberar todo de una vez.

—¡Yo te creí! ¡Lo di todo por ti! ¡Te veía sonreír, te veía feliz! ¿Cómo es posible que a ti te fuera tan fácil mentirme?

SooBin estaba nervioso y sus ojos luchaban por no sacar lágrimas, aún seguía apuntando aquella arma hacia BeomGyu.

—¡Me mentiste! Y y–yo... Te creí, te amé SooBin, te ame como nunca, y lo peor de todo es que aún así, viéndote aquí...

No lo digas. Pensó el mayor.

Por favor, BeomGyu no.

—Te sigo amando —.Dijo sin mentir, realmente su mente y corazón amaba a esa persona.

T. Rabbit podía ser el criminal más grande de todo Corea, pero ser un criminal no significa que no puedas llorar.
Sus ojos se nublaron por las lágrimas, soltó el arma que hace unos segundos sostenía y se desplomó en el suelo.

Jamás había llorado tanto como aquella vez en la que tuvo que decirle a BeomGyu adiós.

Pero él quería hacerlo, porque se había permitido amar a alguien por primera vez en su vida.

BeomGyu se acercó hacia él, aunque le dio un poco de miedo, sabía realmente que SooBin no podía hacerle nada.

—Hyung... No llore —exclamó BeomGyu haciendo los recuerdos más visibles en la mente de SooBin.

Hyung, no llore por favor —dijo su novio sosteniendo su rostro con sus regordetas manos.— Vamos hyung lindo, no tiene porque llorar, me tiene a mí, sabe que nunca más estará solo.

—Beomie...

—¿Mmh?

—Te amo.

—Ah hyung, yo lo amo mucho más.

—SooBin... ¡¿Q–Qué estás haciendo?! —dijo BeomGyu asustado al sentir como los brazos de SooBin lo rodean. —N–No... hyung, por favor...

BeomGyu intentó soltarse de él, trató de hacerlo aún lado, pero era inútil.

—Beomie...

Las mejillas de BeomGyu se calentaron, sus ojos se abrieron levemente al escuchar de sorpresa como lo había llamado.

—P–Por favor no...

Demasiado tarde.

SooBin lo había besado, SooBin lo estaba besando, como solía hacerlo.

archivo 12-b: el caso de t. rabbit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora