𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟷𝟸

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[Capítulo especial.]


Los ojos del mayor brillaban de una manera especial, una manera como nunca antes había visto, estaba feliz, demasiado. Era su primer navidad con el menor, su primer año nuevo con alguien.

Con alguien que lo quería de verdad.

Durante varios años había visto esta clase de fiestas insignificantes, no tenía con quien estar, ni siquiera le emocionaba.

Sin embargo aquí estaba, con su pequeño BeomGyu, ambos sentados en la sala de su casa, pequeñas luces de navidad adornaban toda la casa, el arbolito estaba lleno de regalos al pie del mismo.

Choi veía toda la casa con cierto asombro, el lugar le parecia agradable.

¡Hyung! —gritó emocionado BeomGyu, tomó de la mano a SooBin y lo saco rápidamente de las casa—. Mire, lanzaran lo fuegos artificiales.

SooBin veía completamente embobado al menor. Era precioso.

Observo su rostro de perfil, se veía demasiado feliz, sus ojos brillaban demasiado de la emoción, daba pequeños bronquitos por ver los fuegos artificiales.

¿Hyung? —preguntó el menor sacando de sus pensamientos al mayor—. Tengo un regalo para usted.

El menor le tendió una pequela caja de color azul marino, SooBin la tomó entre sus manos.

¿Qué es?

Mírelo usted mismo.

SooBin sonrió tímido y abrió la pequeña cajita. Sus ojos se iluminaron al ver un llavero de Kummamon.

¡Espero le guste! —caturreo feliz el menor—. Feliz navidad y año nuevo.

El mayor sonrió enternecido, se sentía feliz y sentía una comodidad enorme.

También tenía ganas de llorar, jamas había recibido algo como eso, algo tan pequeño pero tan significante.

Gracias por estar conmigo, hyung–.

—De nada —susurró el mayor mirando con lágrimas en los ojos aquel llavero que aún guardaba como el objeto más preciado, como si de un diamante se tratará.

Siempre guardo aquel llavero, siempre lo tenía consigo, pues aunque hubieran terminado su relación siempre serían el uno para él otro.

Era imposible olvidar al primer amor de su vida.

Sonrió contento, miro el cuerpo recostado en su cama, el menor dormía plácidamente.

Había prometido cuidarlo, y está vez lo haría.

Sintió su corazón doler cuando recordo lo de hace solo unas horas atrás. Ahora corrían más peligro, si NamJoon se enteraba de eso algo muy malo podía pasar. Una persona como NamJoon podría resultar ser un hijo de puta, no confiaba en su trabajo y tampoco en él. NamJoon te atacaba por la espalda.

Y mataba a tus amigos también.

Efectivamente BeomGyu corría mucho peligro.

"Aquella noche todo estaba frío, la nieve blanca caía por toda la ciudad y la casa de BeomGyu estaba inundada de esta. Calentó su cuerpecito frente a la chimenea. Había pasado dos días sin ver a su mayor y comenzaba a extrañarlo.

Sobre la mesita de noche, estaban todos sus libros sobre la investigación que estaba realizando, a BeomGyu le entraba una emoción increíble de saber que en un futuro podría ser un gran policía.

Ahora le gustaría más trabajar para inteligencia, cualquier puesto que le dieran desde el inició estaba bien por él, aunque aún le faltaban muchos años de práctica.

Bostezo dispuesto a irse a dormir, comenzó a recojer todos sus libros y cuadernos, estaba algo cansado y quería dormir bien aquella noche. Sin embargo, antes de hacer cualquier otra cosa, el timbré de su casa sonó.

Confundido caminó rápidamente hasta la puerta de su casa, abrió esta encontrándose con un SooBin completamente golpeado.

¡SooBin! —dio un pequeño gritito cuando lo vio, su labio traía sangre, su pómulo derecho estaba morado y también había una herida abierta, su cuello estaba lastimado, como si hubieran usado una soga para ahorcarlo.

Tomó a SooBin entre sus brazos ayudándolo a adentrarse en su casa. Escuchó los gemidos de dolor del mayor y lo ayudo a sentarse en el sofá.

SooBin hyung, ¿Quién le hizo esto? —preguntó preocupado mientras abría el pequeño cajón que tenía la mesita del centro.

Ugh, no creo que quieras saberlo —dijo sonriendo débilmente.

Hyung tonto —regañó BeomGyu mientras colocaba un poco de alcohol en un algodón—. Esto dolera un poquito.

SooBin no se quejó, al menos no tanto, sus manos se aferraron a la cintura del menor quien pocos segundos después se acomodó en su regaño para poder curarlo mejor.

No debes meterte en problemas, bobito —se quejó el menor mientras terminaba de limpiar su ceja— ¡Listo! Como nuevo.

SooBin lanzó una risita mientras veía el rostro de BeomGyu frente a él, aún con el agarré en su cadera, lo apretó mucho más a él para tenerlo más cerca.

Gracias pequeño —sonrió besando su cuello.

S–SooBin...

Shhh, guarda silencio corazón —murmuró mientras dejaba más besos por todo su cuello.

Hyung no. Está lastimado —dijo el menor mientras detenía sus besos alejándose solo un poco.

Esto no es nada —dijo de nuevo—. Solo, dejame tocarte.

Demandó antes de acercarse a deborar los labios del menor, dándose un beso llenó de placer y de necesidad, con ganas de desvelarse esa fría noche."

archivo 12-b: el caso de t. rabbit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora