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Hay palabras que matan, tanto o más que las acciones. Hay momentos en los cuales la rabia es mas grande que el dolor y esta termina haciéndote perder la cabeza.

 Mientras la rubia se alejaba haciendo resonar sus tacones Jungkook le observaba, lentamente sintiendo como las lagrimas recorrían su rostro. El pecho le dolía tanto que a penas podía respirar. Imágenes en forma de flashbacks le atormentaban la mente y el color de su aura se teñía de un obscuro negro. 

—No quiero estar más contigo.—Era la oración que más le dolía. Era como si un sin fin de cuchillas hubieran caído sobre su pecho, perforando su corazón. 

¿Porqué la rubia le había jurado amor eterno si esta no pensaba así? ¿Porqué había caído en el juego de esa niña? ¿Era acaso que el estafador había terminado siendo estafado? 

Jeon Jungkook nunca había sido así. El era un jugador, su trabajo era romper corazones.  Pero ahora, su corazón estaba... ¿Roto? 

No. El simple hecho de sentirse débil le enojaba. Quería gritar, quería hacerle entender que aún le quería a pesar de todo. Abrió la puerta de su departamento y le siguió. Tenia tan solo una oportunidad de arreglar las cosas y tal vez... tan solo tal vez tener un mejor futuro con ella. 

"Si no funciona, al menos seré yo el que le termine" 

Se convenció a si mismo mientras le perseguía. 

—¡Rosé! 

Gritó su nombre con todas sus fuerzas para que esta volteara. Ella al oír la voz de el, precisamente de el giró su cuerpo, esperando a oír las palabras que el menor quisiera decir. 

Jungkook le cogió por el brazo y la empujó hacia el. Cerró los ojos y en el acto los volvió a abrir. 

—Se que estas equivocada y sé que aún me quieres. No te vayas, estoy aquí. No dejes que esto que sentimos se muera. 

Rosé se dejo abrazar y contempló el rostro del pelinegro por un momento luego de elevar una sonrisa en sus labios. 

—Por supuesto que te amo Jungkook. Cambiaste todo lo que eras por mí. Me hiciste sentir la mujer más importante del mundo... Pero también la mas triste. Por favor no me pidas quedarme cuando no puedo más. Te amo pero me amo más y se que merezco ser feliz. Por favor déjame ir. Es lo mejor. 

El pelinegro negó con la cabeza, estrellando su puño contra el muro. 

—Eres una puta mentirosa. 

Oh no, la rabia volvía a carcomerlo. "Contrólate" Pensó mientras que su tenso rostro observaba el de ella, la cual sonreía para si misma a pesar de todo. 

"¿Cómo puede estar tan calmada? ¡La estoy insultando!"

Se decía para sí mismo.

—¡Eres una puta egoísta! Sabes que te necesito y me dejas así... ¡Dejé de ser un maldito jugador por tí! ¿Así me pagas? 

El rostro de Rosé cambio. Su dulce expresión había cambiado por una más seria, haciendo que el pelinegro se retorciera por un momento. 

—Entonces vuelve con todas las mujeres que estuviste antes de mí. Adiós Jungkook. 

Y como el mismo viento en una noche de invierno se alejó, dejando aún mas confundido a un enojado Jungkook que a pesar de todo sentía su pecho vibrar y lagrimas recorrer su rostro. Ahora si estaba completamente jodido. 

░ ᨒ ❝ 𝐄𝐋 𝐁𝐀𝐑𝐂𝐎 ❞  ─ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora