Sin límites

3. Conociendo

Vale ahora tendré que soportar a cucarachas radiactivas durante el resto de mi vida hasta que tenga dinero suficiente para comprarme yo una casa, vamos apañados

Cuando bajaron todos vi que eran todos super altos y solo 1 rubio, los demás morenos, en total eran 6 contando a Alex. Había uno que aparentaba ser más pequeño que lo otros, tendría unos 14 o 15 los demás aparentaban de 16 la mayoría.

–Bueno chicos está enana de aquí es Daniela, la acabo de conocer al igual que todos vosotros así que no la conozco de nada– Dijo el moreno medio chulo.

–Buenas– Dije sería y con desgana.

–Hola guapa, soy Adrián Du pont, un placer– Dijo coqueto.

–Me llamo Daniela– Dije seca

–Hola, yo soy Santi– Dijo este prendiendo un cigarrillo.

–Santi no fumes en casa– Dijo Alex quitándose lo.

–Hola nena, yo soy Álvaro el más guapo de esta casa– Dijo con aires de superioridad.

–Ya te gustaría– Dije en voz baja, pero al parecer Alex me escuchó porque se estaba riendo.

–Hola, yo soy Nathan, espero que nos llevemos bien– Dijo el moreno, la verdad era mono.

–Lo mismo digo– Dije con una sonrisa.

–Nathan y sus dotes de seducción, no sé cómo lo haces bro– Dijo Alex en tono burlón. –Bueno Dani, ese pequeñajo de ahí es Sebastián, es hermano de Adrián.

–Encantado– Dijo el chico.

–Lo mismo digo– Dije sonriendo.

–Solo te voy a avisar de algunas cosas, primero, no puedes salir sin pedirme permiso, segundo no te enamores de mis amigos son todos unos mujeriegos y tercero pero no menos importante, cuando vayas al insti haz amigas que estén buenas y nos las presentas– Dijo pícaro.

–Uno ni de coña, dos tampoco lo iba a hacer, tres tu flipas. –Dije sería todo seguido. - Bueno ahora enseñame mi habitación.

Después de eso Alex me enseñó la habitación y era preciosa no me la esperaba. Estaba enfrente de la habitación de Adrián, en todas las habitaciones ponen sus nombres colgados de un cartelito muy mono.

–Oye, tienes que poner tu nombre en uno de esos cartelitos– Dijo el moreno sin inmutarse.

–Vale, ¿pero en qué cartelito?– le pregunté.

–No se, cómprate uno– Dijo Alex y se fue al salón.

Será idiota- pensé-

Después de colocar todo en su sitio deshacer las maletas y demás me baje a tomar algo, siempre tengo hambre, no lo evitó. Cuando bajé estaban todos en calzones, les entiendo hace calor, pero ellos deberían de entender que no es agradable verles así.

–Hola– Dije al aire. -nadie me contestó, que sad.

Después de esa "humillación" cogí una caja de barritas de chocolate y helado, salí de la cocina y me dirigí a mi habitación, pero alguien interrumpió mi camino.

–Ey, ¿que haces con nuestra comida?– Dije Alex, que pesado que es.

–Pues es que tengo hambre sabes, y cuando tengo hambre pues suelo comer, si no te importa me voy a comerme esta comida que llevo en la mano– Dije y me estaba yendo hasta que otra vez Alex me interrumpe.

–No– Dijo serio, con la cara de gamba que tiene. Me hace gracia su cara jsjs.

–No– Le imite con voz grave. -No que?– le pregunté medio divertida.

–Que dejes la comida en la cocina, a la próxima me pides permiso- Dice el todo serio con su cara gamba.

–Si si lo que digas– Dije yéndome a la habitación sin hacerle caso.

Oí un suspiro por parte de Alex y unas cuantas risitas, les ignoré y empecé a zampar.
Que bueno que está, madre mía, encima helado de vainilla y turrón, buenísimo.

Menudo verano voy a pasar yo aquí, esto va a ser el caos.