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- RAPHAEL -

* Días después *

— Queda horas para la luna llena, todos se están preparando para la guerra, por eso debo darte esto, una daga si en algún momento nos alejamos, — dice Raphael tendiendo un objeto— cuídalo y regrésamelo una vez que finalice todo, es mi amuleto en esta vida.

Observa como Simón lo mira, sus manos tiemblan un poco mientras decide si acercarse a tocar lo que le está tendiendo o no, y no es que tampoco esté de acuerdo de darle algo tan importante, una daga que su madre le regaló a los quince años de edad cuando el ejército de ese tiempo estaba agarrando a cualquier persona masculina que estuviera en las calles para llevarlo como un recluta al ejército o encerrarlo en los sótanos sólo por diversión y para torturarlo, fue el segundo regalo bendecido que su madre le dio en su vida, el primero fue el collar, así que ambos objetos son esenciales para él, pero ahora Simón es lo fundamental en su vida, debe tenerlo vivo para que pase este afrontamiento de demonios por la libertad y el poder, mientras lo tenga vivo será suficiente, porque si Simón muere no solo le va a afectar lo del trato, sino que el submundo se verá afectado también.

— Pero es tu amuleto ¿Por qué me lo darías? — balbucea Simón.

— Eres débil, los demonios oscuros van a estar detrás de ti, necesitas defenderte si no estoy cerca de ti.

Finalmente ve como el menor toma el objeto entre sus manos, de una manera tan delicada mientras lo lleva más cerca de él, Raphael no puede dejar de mirarlo porque en sus manos tiene algo que nunca se lo había dado a nadie; ve como toca el mango, repasa las letras y después pasa el dedo por la hoja metálica, mientras sonríe, quiere saber qué pasa por su cabeza pero le cortaría el momento que está tendiendo, solo lo deja ser, ya que siempre todos los objetos que pertenecieron a su madre traían alegría a las demás personas sin importar si no la conocían, qué ironía de la vida que a él lo terminaran llamando "demonio" siendo hijo de una mujer tan religiosa y pura.

— Gracias, lo cuidare — dice Simón guardando la daga en su estuche— hablando al respecto de ello ¿El grupo que salió anoche todavía no vuelve? ¿Quiénes ibas en ese grupo?

Anoche un grupo de aproximadamente veinte personas salieron a cazar al bosque, solo licántropos y Seelie salvajes con poca cantidad de brujos, dos o tres, pero sobrepasaron los límites de tiempo y todavía no son encontrados, no aparecen en el radar y posiblemente no están con vida si sobrepasaron los límites de las arboledas y no estuvieron alerta, pero por el bienestar de las personas que están preocupadas por ellos deben encargarse de saber dónde están y cómo fue su fin a pesar de que muchas personas terminen de la misma manera o no en este anochecer. Raphael está preocupado por lo que va a suceder, si no son suficientes para vencer a esos demonios oscuros y al "círculo".

— Si, todavía no tenemos noticias, Magnus y Merliot se están encargando de ello, en ese grupo iban un grupo de Seelie y licántropos con algunos brujos— responde— Isabelle con el clan se está encargando de tranquilizar a todos.

— Deben estar muertos— comenta Simón mientras está rompiendo cartas— o los usarán de carnadas.

Raphael al ver la cantidad de hojas rotas que están comenzando a acumularse arriba de la mesa, decide prender la estufa de la oficina para tirarlos ahí, sabe que Simón se está encargando de borrar todo lo que puede ser perjudicial si no llega a ganar el submundo, porque tiene sus dudas también, y no es que el submundo sea débil sino que no conocen a qué nivel esta los enemigos, por ende todo lo que signifique que puede dejar en humillación o revele de secretos al linaje Lewis va a desaparecer antes de que sea encontrado. De todas maneras si no lo hubiese hecho Simón se hubiese encargado de hacerlo él para que el linaje Lewis siguiera siendo un enigma para cada mundano.

— Puede ser lo más certero, pero las personas de su cercanía necesitan saber qué ha sucedido para poder despedirlos correctamente.

— Hoy se perderán muchas vidas, nunca podrán despedirlo correctamente ya que la ocasión no es la mejor— dice Simón.

— No es como lo piensas, es más allá de lo que pase hoy, es despedirlo de manera espiritual, saber que esa persona ya no está en este mundo, estás consciente y hay certeza de que murió, entonces tanto esa persona fallecida como la que está recibiendo la noticia trágica podrán estar en paz y sobrepasar su duelo correspondiente.

La puerta es tocada mientras Raphael tira al fuego otro puñado de hojas, el ambiente está algo sofocante para Simón pero no dice nada, va hacia la puerta para abrir y mostrar a Isabelle, la invita a pasar sabiendo que no puede echarla aunque quiera, una vez que entra cierra la puerta para seguir con su trabajo de desaparecer evidencia de sus trabajos mientras trata de no mirarlos, y de paso va a abrir las ventanas para que el calor no logre hacer el ambiente pesado, no quiere ver a Simón sufrir de un golpe de calor en estos momentos.

— Simón, acabo de recibir noticias de Merliot, encontraron los cadáveres en territorios de mis padres, dicen que muchos cuerpos de Nephilim, parte del "círculo", también están esparcidos por el territorio. Posiblemente los Nephilim no estén ahí ya, solo los demonios oscuros.

— De seguro tuvieron una lucha, — opina Simón—de tus padres y hermana ¿Hay noticia?

Mira de reojo a Simón al escuchar la voz que ha salido de sus labios, como si se sintiera empático de la situación de aquella gente cuando en verdad tiene conocimiento de lo sucedido y fue quien mandó a matar a Maryse, la madre de Isabelle y Alexander, hace unos días. Pero de seguro lo hace para mantener una buena imagen a esa joven, que a pesar de que fue su primer amor, tiene un respeto por ella que no quiere revelar su verdadero ser. Aprieta sus labios mientras murmura por lo bajo que lo que está haciendo ese joven es engañarle a aquella chica, si realmente le quiere debe mostrarle hasta el lado más oscuro que adquirió culpa de su mala vida que tuvo gracias a sus padres.

— Maryse no está viva, puedo sentirlo en mi pecho, pero Merliot, Magnus y Alexander han visto a mi hermana el día de hoy y a Robert— responde Isabelle— me avergüenza decir esto, pero creen que Robert tiene viruela demoníaca.

Raphael ríe por lo bajo a escuchar aquella enfermedad de los Nephilim por tener relaciones sexuales con demonios, si Magnus estuviera ahí estaría cantando la canción que unos Nephilim le enseñaron hace siglos cuando pudo salir del submundo por un tiempo. 

Venganza ||Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora