Capítulo 15

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Jeon Jungkook caminaba a pasos acelerados. Su mente se sentía abatida. Dolía un montón. Y es que, desde que Taehyung había vuelto a aparecer en su vida, todo había cambiado de forma radical.

Incluso sus sentimientos que creían estar olvidados.

La mayor parte del tiempo que estuvo alejado de él, sí, se la pasó reprimiendo lo que todavía sentía por Taehyung, pero ahora, con la bonita sonrisa de él en su memoria, con el recuerdo de su aroma, sus brazos, sus besos, era imposible negarlo.

Que lo amaba. Que todavía lo amaba un montón.

Por eso sólo podía pensar en Taehyung como su lugar seguro. Y el departamento del azabache quedaba realmente lejos de su mansión, pero no importaba. Salió sin dinero por lo que, caminó cuadras y cuadras hasta llegar a la recepción del lugar.

El asistente de allí era el mismo de hace un año, se extrañó incluso de verlo, pero terminó dándole la bienvenida y le permitió pasar.

Departamento 314.

No hacía falta recordarlo, ese número estaba impregnado en sus recuerdos, porque miles de tardes, y a veces noches, lo pasó ahí, bajo el refugio de los brazos más cálidos que había tocado en su vida.

Tocó el timbre un par de veces con una de sus manos en el bolsillo de su casaca, balanceándose en el propio lugar producto de sus nervios. ¿Qué pensaría Taehyung de él? No tenía la menor idea, pero sí estaba seguro de que no podía rechazarlo porque conocía a la perfección la bondad de la que gozaba su ex novio.

Un corazón blando.

Se removió el cabello en la quinta vez que hizo sonar el timbre del departamento y este únicamente resonó en el interior.

Comenzó a desesperarse porque después de varias veces intentando y sin recibir respuesta, era probable que Taehyung no estuviera, sin embargo, no se rindió y se sentó en la entrada, con su cabeza apoyada en el respaldo de la puerta mientras llevaba sus manos a su cara  por la pesadumbre que sentía.

Últimamente, comenzaba a odiar su vida.

Cerró sus ojos y el sólo olor familiar que podía sentir del lugar le trajo recuerdos. No lo iba a negar.

Entonces, cuando su pulso comenzaba a tranquilizarse sintió desde el interior del departamento un chillido. Y luego otro.

Luego fueron pequeños rasguños en la puerta y finalmente pequeños ladridos.

Jungkook se extrañó. ¿Taehyung tenía una mascota?

Y lo hubiera ignorado, en serio que sí, de no ser porque el pequeño perrito lloraba demasiado fuerte y eso alertó a Jungkook. No dudó dos veces y volvió a hablar con el recepcionista, le explicó la situación, y gracias a él pudo entrar al departamento de Taehyung. Inmediatamente el pequeño se acercó a sus piernas, dando pequeños saltitos para que Jungkook lo tomara en sus brazos. Lo hizo y entonces el perrito encontró un refugio en el pecho de Jungkook quién inmediatamente lo acarició.

Era pequeño y olía a cachorro.

Jungkook, tan familiarizado con el lugar, se tomó la libertad de sentarse en el sofá, intentando descansar y pensando un poco en la explicación que le tendría que dar a Taehyung sin que lo tratara de un acosador. Pero el agotamiento lo superó y comenzó a cerrar sus ojos con el calor del pequeño en sus brazos. Hasta que este comenzó a llorar nuevamente.

Se desesperó, no sabía qué tenía el perrito. No dejaba de llorar.

—¿Qué tienes pequeño? —preguntó levantándose y mirándolo a los ojos.

Rewrite The Stars (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora